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'No limit': qué es verdad y qué no en la película que arrasa en Netflix

La cinta sobre una relación tóxica entre dos amantes de la apnea está triunfando en el servicio de ‘streaming’. Pero, ¿se trata de un caso real? Aquí lo explicamos

‘No limit’: qué es verdad y qué no en la película que arrasa en Netflix

El espectador que se acerque sin ningún conocimiento a No limit (Sin aliento en España) pronto se dará cuenta de que lo que parecía ser una historia de superación personal y deportiva, girará hacia algo más oscuro que termina por darle sentido al críptico título de la película. 

Dirigida por David M. Rosenthal (A single shot), la cinta estrenada el 9 de septiembre en Netflix ha escalado rápidamente entre lo más visto en diferentes partes del mundo. En España ocupó el puesto 5 en su primera semana de estreno. A continuación puedes ver el tráiler.

Ahora bien, si ya viste esta producción francesa, notaste que al final se rinde un homenaje a una mujer y posteriormente se insiste en que todo lo que hemos visto es pura ficción. ¿Por qué se subraya esto? Las respuestas vienen en las siguientes líneas, de manera que si no quieres spoilers, es el momento ideal para hacer una pausa y volver al texto cuando ya hayas visto la película.

¿Existió Roxana Aubrey?

En No limit, Camille Rowe (Cosmic Down) interpreta a Roxana Aubrey, una joven rebelde con un don natural para sumergirse en las profundidades. La apnea no es para todo el mundo; sin embargo, ella parece haber nacido con la complexión atlética y mental para, en menos de seis meses, romper dos récords mundiales. La manera en que se detalla su historia lleva al espectador a preguntarse si este personaje está inspirado en una verdadera atleta. Y la respuesta básica es que sí, pero con bemoles importantes. 

Rosenthal, con cierta torpeza, toma diferentes pasajes de la vida de la apneista francesa Audrey Mestre, quien estableció varios récords mundiales. Al igual que Roxana, fue entrenada por su esposo, el cubano Francisco Ferreras, y murió de manera trágica durante una inmersión.

Maestre era una adolescente cuando se mudó a México. A los 13 años de edad ya era una experta en buceo, siguiendo la tradición familiar, pues la madre y el abuelo se dedicaban a la pesca submarina. A los 16 años consiguió su certificado como buceadora recreativa. Continuó su interés por las aguas después de que su familia se mudara en los años 90 a México. Estudió en este país biología marina en una universidad en La Paz y su tesis trató sobre lo que sucedía en los pulmones de los apneistas cuando se sumergían a grandes profundidades.

Cuando tenía 22 años, Maestre asistió a una inmersión de buceo libre, tal y como se muestra en la película, organizada por el apneista Franciso ‘Pipín’ Ferreras. La química fue inmediata e incluso la joven terminó ayudando como asistente en esta experiencia. Desde entonces nació una relación intensa entre ambos, como novios, esposos y al mismo tiempo como maestro-alumna. 

¿El esposo fue culpable de la muerte de la apneista?

Hay muchas versiones sobre lo que realmente pasó con Mestre. Lo científicamente comprobado fue lo siguiente: el 12 de octubre de 2002, en República Dominicana, la atleta trató de romper el récord femenino impuesto por Tanya Streeter de 160 metros de profundidad. Logró sumergirse y llegó a los 171 metros sin dificultades. Sin embargo, cuando debía ascender, el globo elevador falló, lo que le hizo imposible que regresara a la superficie a tiempo. Murió a los 28 años de edad.

El informe técnico detalló que el tanque que debía llenar el globo no tenía aire. El buzo de rescate infló la bolsa elevadora con su propio suministro. Al desastre contribuyeron otros detalles: la corriente era muy fuerte y la cuerda que servía para ascender no estaba completamente vertical. Para comprender mejor las consecuencias de todo esto se debe tener en cuenta los tiempos. El promedio de la inmersión era de tres minutos; sin embargo, la apneista estuvo ocho minutos y 41 segundos bajo del agua.

Aunque no se pudo comprobar, distintas versiones indicaban que Ferreras fue el último en supervisar todo el equipo disponible para Mestre. También se dice que el atleta tardó más de lo deseado tratando de reanimarla en el agua en lugar de llevarla al hospital de inmediato. 

Al final, se concluyó que no se mantuvieron los estándares de seguridad y la organización responsable de ellos carecía de fondos suficientes. Por ejemplo, había dos buzos de seguridad, y se necesitaban más. Tampoco se contrató a un médico por si sucedía alguna emergencia. En resumen, todo lo que podía salir mal, sucedió. 

En 2004, Ferreras publicó un libro con Linda Robertson, titulado The Dive: A Story of Love and Obsession. Allí mantiene la versión de que todo fue un accidente. Sin embargo, Carlos Serra, excompañero de la campeona y también miembro del último equipo de buceo de la joven, respondió en 2006 con El último intento: la verdadera historia de la campeona de apnea Audrey Mestre y el misterio de su muerte. Allí se afirma  que la pareja estaba a punto de divorciarse, y que el cubano estaba celoso del éxito de su esposa. También se narra que en la etapa final de la relación, peleaban con frecuencia, como se ve en la cinta de Netflix. 

A pesar de todo esto, la familia de Mestre no levantó cargos ni pidió que se investigara la muerte. El cuerpo de la joven fue cremado.  

¿Dónde está Ferreras actualmente?

El 21 de junio de 2012, en Miami, Florida, Pipin se casó con Juscelina Cacau Melo, una exmodelo canadiense de South Beach, también conocida en el mundo del buceo como Nina Ferreras. A la edad de 60 años, sigue activo. 

En 2019, logró un nuevo récord mundial al descender -106 metros en la modalidad de apnea no limits, en categoría máster para mayores de 55 años. La anterior marca (-105 mts) estaba en manos de otra leyenda, Jaques Mayol, un apneista francés y duró más de 40 años.

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