Final explicado de ‘El diablo en Ohio’: ¿Mae se ha salido con la suya?

Muchas producciones audiovisuales ponen todas sus fichas en la última escena. Esperan que el llamado plot twist o giro inesperado sea lo suficientemente potente como para dejar a los espectadores con la boca abierta. Pero a veces la jugada no sale como se espera. Recordemos por ejemplo el cierre de Game of Thrones, que dejó inconforme a la mayoría de fanáticos. En la otra esquina está el recordado final de Sospechosos habituales y la revelación de quién era Keyser Soze.

El diablo en Ohio (Devil in Ohio), serie que se encuentra entre lo más visto de Netflix, quiere jugar en esa difícil liga. ¿El resultado? Agridulce. La serie de ocho capítulos basada en la novela de Daria Polatin (aparece como la creativa en los créditos), no tiene el balance necesario como para sorprender el espectador. En los dos últimos capítulos todo se vuelve innecesariamente explicativo y pareciera que guionista y director están más preocupados en terminar el show que en generar las circunstancias para que el giro argumental surta su efecto.

En todo caso, que nos guste o no el final es irrelevante. Que esta producción se encuentre en el puesto 7 de lo más consumido en España, esta semana, significa que ha despertado la curiosidad de los usuarios. Así que para todos aquellos que ya la vieron y no comprendieron la última escena o quedaron con dudas, van las siguientes líneas. Por supuesto, haremos spoilers, así que quedan advertidos. 

¿De qué va ‘El diablo en Ohio’?

Mae (Madeleine Arthur) es una joven que escapa de un culto religioso que adora a Satanás y para su buena suerte cae en las manos de la psiquiatra, Suzanne Mathis (Emily Deschanel). La doctora termina por acogerla en su casa, donde convive con su esposo y tres hijas muy particulares. Mientras la joven parece adaptarse a su nuevo hogar, una serie de eventos trágicos empiezan a separar a los miembros originales de esta familia.

¿Por qué Ma está marcada en la espalda?

El culto satánico de la serie está asentado en Amontown. Allí se nos explica desde el inicio que Mae es «especial». Por esa razón se le graba en carne viva un pentagrama. De esa manera es reconocida por toda la comunidad como «la elegida». Es el líder de la comunidad, Malachi (Tahmoh Penikett), quien se encarga de decidir que esta joven será sacrificada para que Lucifer se apiade del resto de la secta. En resumen, como en casi todas las leyendas antiguas de dioses y demonios, las entidades requieren de un cuerpo humano y ese cuerpo es el de Mae.

¿Cuál es el tema con las flores blancas?

Mae se gana el voto de los estudiantes, durante la fiesta para coronar a la Reina de la Cosecha, porque precisamente muestra la marca en su espalda. Los compañeros la ven como una sobreviviente de violencia. Es una heroína. Y en efecto, la joven es escogida como la majestad de la noche. Pero todo cambia al recibir un ramo de rosas blancas.

El espectador recordará que antes de que se realice esta fiesta, Isaac (Jason Sakaki), el mejor amigo de Jules (Xaria Doston), hace referencia a que le aburre que en esta celebración siempre hay flores rojas. Entonces, es obvio que alguien cambió el arreglo floral, pero ¿por qué? Porque con las rosas blancas se designaban a las «elegidas» al sacrificio en el culto. Así que con este cambio, los espectadores creemos que Mae ha sido secuestrada de nuevo por su anterior familia.

¿Quién es la mujer que sacrifica?

Convencida de que Mae ha sido secuestrada otra vez por el culto, Suzanne llega a Amontown donde tiene una pequeña pelea con el sheriff Wilkins (Bradley Stryker), iniciándose un fuego que terminará por ser muy conveniente en los eventis posteriores. 

Eventualmente, las chispas llegan al templo donde se iba a realzar el sacrificio. En este lugar se genera un conflicto con Abigail, la madre de Mae, y Suzanne. La joven debe decidir a cuál de las figuras maternas seguir. Opta por la psicóloga, rompiendo «la cadena» que supuestamente mantiene a salvo a esta secta de la furia de Satanás.

Como Mae ha huido y el culto está condenado, Abigail decide tomar el puesto de su hija. Se sacrifica en la hoguera, salvando a sus compañeros. Malachi, desconcertado al principio por todo lo que ha sucedido, decide sacar provecho de esta inesperada situación y refuerza la idea de que «su» pueblo ha sido salvado al compartir Abigaul y Mae la misma sangre.

¿Qué significa la escena final?

Recapitulemos: Mae ha escapado con su «madre» adoptiva. El sheriff Wilkins muere en un enfrentamiento con el detective López (Gerardo Celasco). Se descubre que la secta es culpable de la quema de la casa que vendía el esposo de Suzanne, Peter (Sam Jaeger) y las hermanas, Jule y Helen (Alisha Newton) hicieron las paces después de la irrupción de la extraña joven del culto. Solo queda una materia pendiente: que la relación entre Peter y Suzanne vuelva a florecer.

Como vemos más adelante, la familia se ha separado. Peter vive con las tres hijas, incluida la pequeña Dani (Naomi Tan). Mientras que Suzanne continúa protegiendo a Mae. En diferentes escenas se nos indica que la psicóloga está trabajando en sus propios traumas (tenía un padrastro abusador y una madre que permitía el abuso) para seguir adelante y recobrar su relación. 

Se insiste claramente que la pareja aún está resolviendo varios temas porque en la cena de Acción de Gracias, los esposos celebran por separado. Pete con las tres chicas y Suzanne con la traumada joven. La doctora le agradece a Mae que le haya ayudado a preparar la comida cuando recibe la llamada del detective López. El oficial tiene una importante revelación: le asegura que Mae fue quien preparó el regreso a Amontown. ¿Cómo es posible? Sigue leyendo.

Mae fue quien compró las rosas blancas que suplantaron a las rojas, en la fiesta de la «Reina de la cosecha». Eso se comprobó por una cámara de vídeo. De manera que en contra de lo que todos creíamos, regresó voluntariamente a la ceremonia donde sería quemada. Lo hizo porque era la única forma de que Suzanne se la jugara por ella y debido a ese rescate dramático, quedó en una posición de control. 

La llamada deja a la psicóloga estupefacta. La joven por la que se separó de su familia es una manipuladora. Esa manipulación es más evidente cuando la cámara se adentra por los matorrales y se nos muestra el pequeño templo que la perturbada joven ha armado. La imagen de Peter ha sido sustituida. Mae cree que ahora Suzanne le pertenece.

Sobre este plot twist, la actriz Emily Deschanel le dijo a Collider: «Pensé que era una sorpresa, y me encanta una sorpresa. Fue jugoso de interpretar, como actor. Fue un giro realmente interesante, y me gustó eso. Pensé que también era fascinante para el personaje de Mae y lo que está haciendo. Hay una verdadera sombra allí que ella [Suzanne] no está viendo. Pero acepté el final. Lo encontré satisfactorio, pero no sé si todos lo encontrarán satisfactorio. No es tan final, tan ordenado y tan limpio como algunas personas podrían querer que lo sea».

¿A ti, qué te pareció? ¿Te sorprendió el final?