'The Menu': la venganza se sirve en platos deconstruidos
La película es una rareza en la cartelera. Una preparación exótica que resalta en estas fechas navideñas
En una de las tantas escenas hilarantes de la galardonada serie Succession, Tom Wambsgans (Matthew Macfadyen) le enseña al joven Greg (Nicholas Braun) cómo se debe comer el hortelano al Armañac, un pequeño pájaro cantor, que cabe en la mano de un niño y que se debe consumir entero, con una servilleta que tape completamente el rostro para esconderse de «la ira de Dios» y de la justicia, porque el platillo está prohibido en muchas partes del mundo.
Para los que no han visto la serie, un poco de contexto: Tom es un codicioso personaje, casado con la hija del super millonario Logan Roy (Brian Cox). No tiene mayor talento más que el de haberse casado con una mujer poderosa. Por eso encuentra en el becario Greg a la única persona que puede humillar y, hasta cierto punto, cobijar en una relación de maestro-aprendiz.
Este plato, para quien no lo sabe, se prepara de manera muy particular. Los escribanos hortelanos se capturan ilegalmente en la zona francesa de las Landas; son alimentados todo el día, sin que puedan ver luz, de manera que sus cuerpos sean más grasa que esqueleto. Con esta dieta, y sin desarrollar ninguna actividad física, los huesos no calcifican, para facilitar la mordida del comensal. Veinte días después, son ahogados en un vaso de Armañac (brandy) y asados de cuerpo entero. Inmediatamente pasan a la boca del cliente que puede pagar hasta 150 euros por este bocado, si bien la Unión Europea lo prohibió desde 1999.
Volviendo Succession, extasiado tras degustar el pajarito, Tom dice: «Esto es tan bueno», y Greg, que proviene de un hogar muy espartano, responde que «es un sabor bastante… único», mientras intenta no ahogarse con los huesos y el cerebro del ave. La escena la puedes ver pinchando aquí.
Estos dos personajes bufones comparten un momento realmente ridículo, pero muy actual. En Succession hay infinidad de discusiones, acuerdos, seducciones y peleas que suceden alrededor de la comida. La comida en la serie es un personaje más, que mide el poder de los involucrados, y detrás de todo esto está Mark Mylod, el cerebro de la nueva joya que puedes ver en el cine: The Menu.
Perdone el lector toda esta larga pero necesaria introducción para comprender el centro de la historia de la punzante El Menú (el nombre para España y Latinoamérica). En esta cinta, que está ganando premios y nominaciones a granel, una serie de personajes privilegiados viajan a una isla para disfrutar de una experiencia única bajo la supervisión del Chef Slowik (Ralph Fiennes). Entre ellos, destaca la pareja formada por el fanático número uno de la comida desconstruida, Tyler (Nicholas Hoult), y la desafiante Margot (Anya Taylor-Joy). Este es el tráiler:
¿Una crítica social o una reinvención del ‘slasher’?
El espectador, una vez que ve The Menu, se pregunta si la trama no es más que una vuelta de tuerca a la vieja premisa de encerrar a determinadas personas y hacerlas sufrir hasta su previsible final o si, en efecto, hay denuncia sobre la sociedad que devora todo, sin sentarse a reflexionar sobre lo devorado. Mylod le dijo a la revista especializada Deadline que la película apunta «a la desvalorización de todo».
«Una de las cosas de las que estoy más orgulloso en The Menu es que puedes verlo a través de una gran cantidad de lentes diferentes, por lo que me parece al menos cohesivo. Es un viaje muy divertido, principalmente, pero tiene ese toque social, y espero que no sea tan sencillo como ‘comer a los ricos’. Al menos para mí, los elementos más interesantes son sobre los personajes individuales y cómo todo su sistema de valores está siendo pervertido, devorado y retorcido», agrega el realizador.
En efecto, hay una mirada muy crítica hacia la moda de referenciar a un chef como la máxima autoridad para definir los gustos de las personas. De hecho, Slowik está construido como si fuera el líder de una secta religiosa, al que todos le prodigan mucho más que amor. Fiennes -cuándo no- consigue unos registros altísimos, que le abren el camino a una nominación de La Academia. Pasa de cruel a compasivo en segundos.
Pero es en el nombre de los platos que The Menu explota en el paladar. El juego de palabras y el paso de la carta (el menú) a nuevas preparaciones, dado el vertiginoso correr de los acontecimientos, generan en el espectador risas realmente nerviosas. Dicho de otro modo, es tan elegante lo que sucede en la pantalla, que cuesta, literalmente, digerir el sufrimiento.
Si algunos de los lectores recuerda Saw, encontrará cierta similitud con las razones por las que el verdugo juega con las víctimas. En ese sentido, la obra de Mylod coquetea con los slashers. En determinado momento, todos los que estamos en la sala del cine nos preguntamos quién será el que doblegue la estratagema o razonamiento del ejecutor. Si bien hay pistas desde el principio, la resolución es coherente con el desarrollo de esta perversa cena.
Pero -siempre hay peros- cuesta entender una escena específica que involucra a Margot (Anya Taylor-Joy) y la principal ayudante del chef, la gran Elsa (Hong Chau). Salvo este detalle, The Menu se impone como una de las mejores películas de 2022. Queda la incógnita de si ese híbrido que pasa de la comedia negra al horror puede convencer a los rígidos jurados, pero en conclusión es una propuesta que merece pelear por los grandes premios de la temporada.