La música que nos perdemos: diez discos de países menos habituales en las listas de éxitos
Aunque actualmente el panorama musical parece totalmente dominado por la música anglosajona o iberoamericana, en Francia, Italia o Alemania siguen haciendo álbumes que merece la pena escuchar
Collage con algunos de los álbumes destacados en el artículo. | The Objective
Si alguien enciende ahora una radio y sintoniza cualquier cadena musical, lo más probable es que se encuentre a alguien cantando en español o en inglés. Lo primero es lógico, teniendo en cuenta que es el idioma de la mayor parte de los habitantes de nuestro país y por tanto la lengua clave de toda su producción musical. Pero en el caso de la música anglosajona, principalmente británica y estadounidense, quizás no lo sea tanto.
De hecho, aunque los españoles siguen a la cola de Europa en cuanto a dominio de este idioma extranjero, basta un vistazo a cualquier lista de éxitos en España, ya sea de radiofórmula o de plataformas de streaming, para darse cuenta de que muchos temas siguen siendo en inglés. Incluso a pesar de la explosión de la música latina en los últimos años, que ha hecho que este avance anglosajón no amenace al menos la hegemonía cultural de la lengua de Cervantes -algo que no parecía tan evidente hace 20 años-, 15 de las 40 canciones que conforman el top de la cadena de éxitos más oída del país siguen siendo en la de Shakespeare. Nada en ningún otro idioma o de ningún otro país, por supuesto. Es más, hay que admitir que, incluso nosotros, en nuestra lista con lo mejor del año pasado, cometimos este pecado capital.
Lo cierto es que, aunque la música en inglés lleva décadas ganando una cuota cada vez mayor de nuestros oídos, colonizando festivales y discotecas, hace no tanto tiempo era muy habitual ver a artistas de países no anglosajones, sobre todo franceses e italianos, dominar la conversación musical en nuestro país. Grandes del siglo XX como Raffaella Carrà, Umberto Tozzi, Ricci e Poveri, Serge Gainsbourg, Jacques Brel o Salvatore Adamo tuvieron canciones que arrasaron en España, por citar tan sólo unos pocos.
Y aunque todavía quedan algunos artistas no anglosajones o latinos que consiguen penetrar en territorio español, como demuestra el caso de los italianos Maneskin, este tipo de fenómenos son hoy en día residuales. Pero esto no quiere decir que en los países de nuestro entorno, o de aún más lejos, no se siga haciendo buena música. Es solo que no la escuchamos. Para intentar paliar un poco este déficit, THE OBJECTIVE te propone diez obras publicadas en 2022 por artistas franceses, italianos, alemanes, belgas o senegaleses que harán que los oídos viajen a lugares menos habituales.
Pomme – Consolation (Francia)
La cantautora Claire Pommet, también conocida como Pomme, navega con soltura entre la chanson, la experimentación electrónica y el folk en su tercer álbum de estudio, en el que hay tiempo para la melancolía pero también mucha luz. A través de trece canciones, esta artista francesa consigue un sonido propio que muchas veces es minimalista, alternando entre la guitarra y los sintetizadores. Pero lo que está claro es que Pomme siempre parece preocupada por los detalles, con temas llenos de pequeños arreglos y letras que exploran los recuerdos de infancia o los sueños, pero también la alienación y la violencia.
Coez – Volare (Italia)
Aunque en España es casi un total desconocido, Coez se ha confirmado como uno de los grandes artistas italianos de los últimos años, con varios discos de platino colgados en su pared y giras que llenan estadios en el país transalpino. Este cantautor romano resume en Volare, su sexto álbum de estudio, todo lo que le ha hecho famoso: su capacidad para trascender géneros y pasar de uno a otro con una facilidad apabullante. Coez sabe que habla a diferentes públicos y no duda en variar continuamente de estilo pero sin sonar caótico, en un álbum repleto de imágenes vívidas y referencias a la cotidianidad.
La Femme – Teatro Lúcido (Francia)
Aunque el grupo se llame así, La Femme son en realidad Sacha Got y Marlon Magnée dos hombres de Biarritz que llevan años haciendo uno de los mejores pop de Francia. Pero su último disco es una gran «ida de olla» incluso para un grupo que lleva años combinando psicodelia y new wave con una capacidad asombrosa para componer melodías siempre pegadizas. Y es que Teatro Lúcido está escrito íntegramente en español y homenajea todo lo que suena a música latina, desde el chachachá hasta el mambo pasando por el flamenco e incluso el pasodoble. Aunque a veces se pierde en bromas incompresibles y resulta hasta extraño para alguien con el español como lengua materna, el álbum triunfa porque la música sigue siendo irresistiblemente divertida.
Imarhan – Aboogi (Argelia)
Imarhan es un sexteto de rock touareg cuyo nombre viene del tamasheq, que significa «aquellos que se aman, que se codean y son sinceros». Su bandera son las guitarras eléctricas, instrumento que a pesar de su relativa novedad histórica ya forma parte de la tradición musical del desierto argelino. En Aboogi, Imarhan propone un viaje de sutilezas sonoras que se aleja un poco de la fiesta de su exitoso anterior álbum, pero que permite al oyente sumergirse en la tradición de una música llena de matices y espiritualidad. Merece la pena escucharlo, y más en directo.
OG Keemo – Mann beisst Hund (Alemania)
Rap en alemán que suena igual de bien que cualquier producto de Brooklyn, Atlanta o Compton. Esa es la propuesta de OG Keemo, un rapero originario de Mainz que en su segundo disco recorre casi todas las múltiples formas que adopta este estilo sin perder nunca una llama propia. Y lo hace creando una narrativa que adopta múltiples narradores y enfoques, con una atención cinematográfica del detalle que recuerda a veces al mejor Kendrick Lamar o incluso al Nas de Illmatic. Palabras mayores.
Stromae – Multitude (Bélgica)
Gracias a éxitos como «Alors on danse», podemos decir sin miedo que Stromae es el artista belga más global, capaz de hacer giras que crucen Estados Unidos, Europa y África sin inmutarse. Y aunque en Multitude no llega a las cimas a las que nos acostumbró con el magnífico Racine Carrée, Paul van Haver vuelve a entregarnos una gran colección de canciones que mezclan géneros que van desde el pop francés hasta la morna de Cabo Verde sin olvidar nunca su rasgo más importante: unas letras llenas de combatividad social y referencias a las injusticias de la vida cotidiana que, por si fuera poco, te invitan casi siempre a bailar. Una referencia imprescindible cuando hablamos de música en francés.
La rappresentante di lista – My Mamma (Italia)
Este dúo de pop rock italiano formado por Veronica Lucchesi y Dario Mangiaracina lleva sacando música desde 2011, pero 2022 ha sido definitivamente su año. Sus dos apariciones consecutivas en el Festival de San Remo y la inclusión de uno de sus mayores éxitos en una conocida serie norteamericana han catapultado a este grupo a lo más alto de las listas con una música que es toda una definición sonora de la palabra «escapismo». Disco, pop con sintetizadores, new wave y mucho glamour: La rappresentante di lista son una fiesta portátil que unas veces recuerdan a la mejor Raffaella Carrà y otras parecen un grupo de europop sueco. Francamente divertidos.
Wau Wau Collectif – Mariage (Senegal)
Una vez más, este proyecto de colaboración entre músicos senegaleses, liderado por Arouna Kane y el sueco Karl Jonas Winqvist, se muestra como uno de los discos más interesantes del año. Si ya en 2021 muchas revistas especializadas situaron a Yaral Sa Doom como un imprescindible, en este nuevo álbum las líneas divisorias entre la tradición y el presente de la música senegalesa no se juntan, sino que se ignoran por completo. El resultado es una obra visionaria, cuyos sonidos parecen a veces estar profundamente arraigados en el territorio y otras volar por el espacio interestelar. Difícil de explicar, pero fácil de entender.
Von Wegen Lisbeth – EZ Aquarii (Alemania)
En su tercer álbum de estudio, esta banda alemana de indie-pop sigue por el mismo camino que les han granjeado una nada desdeñable popularidad en su país de origen: canciones alegres en las que las influencias funk y disco crean una paleta sonora que recuerda a los franceses Phoenix o los australianos Parcels. Lo hacen además con letras en alemán, algo no tan normal como cabría esperar en un país germano cuyas bandas de pop y rock habitúan a cantar a menudo en inglés. Además, el uso de instrumentos poco habituales como el glockenspiel o los tambores metálicos da siempre a sus temas una pátina exótica que sienta muy bien a sus estructuras pop tradicionales.
Altin Gün – Yol (Turquía)
Vale, aquí hacemos un poco de trampa, porque estamos hablando de un disco de 2021. Pero es que Altin Gün son una banda tan increíble que merece la pena rescatarlos en esta lista, por si acaso alguien no ha ido todavía hablar de ellos: psicodelia turca que bebe de la música tradicional y occidental a partes iguales en un disco que animaría hasta un velatorio. Sus conciertos a altas horas de la noche son ya un imperdible de la música en directo, con temas que te piden bailar, gritar y dar palmas al ritmo de sonidos que suenan siempre exóticamente familiares. Un imprescindible en cualquier biblioteca musical.
