Pedro Pascal: la representación del nuevo 'tipo duro' en el cine de acción
El actor de origen chileno es el nuevo rey Midas del género de acción. Una vida de película le ha blindado para ello
Pedro Pascal. | Zuma Press
Parece que todo lo que toca Pedro Pascal se convierte en oro. Su ascenso después de protagonizar The Mandalorian (2019-2023) ha sido meteórico. Para que tengamos una referencia: en 2018 aparecía en El blues de Beale Street, con un personaje sin acreditar y su trabajo más largo se pudo ver entre 2015 y 2017 en la serie Narcos, antes de su primer gran rol: Oberyn Martell, en la cuarta temporada de Juego de Tronos.
Sin embargo, no fue hasta que interpretó al protector de Grogu cuando ascendió a la primera división de Hollywood. Después fue llamado para superproducciones como Wonder Woman 1984 y The Last of Us, la serie del momento que se puede ver en HBO.
Hay algo en el rostro del actor chileno que lo diferencia. Parece un cruce entre Charles Bronson (El justiciero de la ciudad), mítico actor y gran representante del subgénero revenge masculino, y Liam Neeson (Venganza). Con el ocaso de Bruce Willis (La jungla de cristal), parecía que el puesto de badass por accidente había quedado vacío. Sin embargo, Pascal llegó para llenarlo.
Tipos musculosos los hay. Desde Vin Diesel (Rápido y Furioso) a Dwayne Johnson, ‘The Rock’. Pero el exceso de testosterona que representan les aleja de la estirpe que marcó una era en el cine y que, dado los nuevos códigos de la época, probablemente no regresará. En esta lista se encuentran John Wayne, Burt Lancaster, Steve McQueen, Clint Eastwood, Franco Nero, Jack Palance, Lee Van Cleef, Chuck Norris, Toshiro Mifune, Steven Seagal, Sean Connery, Mel Gibson, Tom Selleck o el ya mencionado Bronson.
Por la misma razón que no incluyo a Vin Diesel y ‘The Rock’, Sylvester Stallone, Arnold Schwarzenegger y Jean-Claude van Damme quedan fuera. Ellos representan otro tipo de masculinidad, una que deviene del trabajo del gimnasio y que han heredado Dave Bautista (Guardianes de la Galaxia) y John Cena (El Pacificador). Tampoco sumo a estrellas de artes marciales, como Bruce Lee, Jet Li o Jason Statham, porque precisamente el dominio de tales artes conspira con la casualidad justiciera.
¿Acaso Norris y Seagal no pertenecen a ese grupo?, se preguntarán algunos. Sí. Pero convengamos que la fortaleza de estos últimos en pantalla era la consecuencia de un aura propia, una conexión básica con el espectador que los expertos en dar patadas, como Lee, Li y Statham no generan. Tampoco incluyo a Tom Cruise por ser demasiado guapo, y eso le quita puntos, aunque se le reconoce que de todos, es el único que hace sus arriesgadas escenas de acción, algo que le equipara con Jackie Chan.
De Chile con amor
Pascal (2 de abril de 1975, Santiago), un hombre 180 centímetros, lleva actualmente el apellido de su madre, Verónica, una psicóloga infantil, aunque en varias de sus películas usó el de su padre, el médico experto en fertilidad José Pedro Balmaceda. Esto tiene una razón: Verónica no pudo ver a su hijo triunfar en Hollywood; se suicidó en el año 2000, cuando el actor, entonces de 25 años, estaba en Nueva York tratando de hacerse un camino en la profesión.
«Ella siempre fue increíblemente comprensiva, nunca una madre en el escenario», dijo Pascal a la revista People. «Siempre sentí que ella sabía algo que yo ignoraba. Ninguno de mis éxitos sería real si no fuera por ella».
La vida del intérprete es perfecta para una biopic. Sus padres huyeron a Dinamarca, porque eran simpatizantes del izquierdista presidente Salvador Allende, derrocado en 1973. Un año después, se instalaron en Estados Unidos. Cursó estudios de arte dramático en la Orange County High School of the Arts y la Tisch School of the Arts de la New York University. Compitió en los estatales en Texas en natación y tiene tres hermanos: Javiera, Nico y Lux, actriz transexual, conocido anteriormente como Lucas.
Mientras Pascal rodaba con Nicolas Cage El insoportable peso de un talento descomunal, publicó en sus redes sociales la portada de la revista chilena Ya, en la que se mostraba la transición de la joven de 28 años. «Mi hermana, mi corazón, nuestra Lux», dice el texto en Instagram.
El intérprete, que estuvo relacionado con Lena Headey, la recordada Cersei Lannister de Juego de Tronos, sigue viviendo en Nueva York. Allí pasó la pandemia, en soledad. «Confiaba en mis amigos como si fuera comida y agua», recordó a People. «Como estaba solo, me sentí un poco nervioso y, en última instancia, agradecido por todas mis amistades, viejas y nuevas. Estuvimos allí el uno para el otro. Eso realmente es lo único que importa».
Este tipo de declaraciones, en las que regularmente se muestra como un hombre muy sensible y empático, son ejemplos del nuevo héroe de Hollywood. Tipos que son capaces de luchar contra epidemias y regímenes dictatoriales, pero que a la vez pueden cargar un bebé y protegerlo, como un fiel mandaloriano. Ese es el camino.
