Beatriz Ruibal y la emoción de los objetos
La artista utiliza fotografía, instalación y medios audiovisuales para abordar la memoria y la fragilidad del medio ambiente
La artista Beatriz Ruibal, utiliza la fotografía, la instalación y los medios audiovisuales como herramientas para abordar distintas narrativas sobre la memoria y la fragilidad del medio ambiente. Este año recibió el Premio BMW de Pintura en la categoría de Arte Digital. Entre sus proyectos, además ha fundado Varasek Ediciones, una editorial referenciada por la generación de los poetas beat norteamericanos.
THE OBJECTIVE se encuentra con Beatriz Ruibal, quien acaba de regresar de la Feria Pinta en Miami, donde participó en la exposición La huella de Roma. La muestra se celebró para conmemorar los 150 años de creación de la Real Academia de España en Roma. «Participé junto a Elvira Amor, Miki Leal, Nicolás Combarro, Santiago Ydañez, el colectivo Los Bravú, Dea Gómez y Diego Omil, y Manu Maunitgiandikotxea. Todos fuimos becarios, en algún momento de nuestras vidas de la academia», nos cuenta.
PREGUNTA.- De la estancia en la Real Academia de España en Roma, surgió su cortometraje Roma 1974, uno de sus trabajos más biográficos…
RESPUESTA.– Cierto, yo me crié con mis tíos Mercedes Ruibal y Agustín Pérez Bellas, ambos artistas. Un día, un tiempo después que mi tío falleciera, mi tía me dio unas películas en súper 8mm y me dijo que algún día yo sabría qué hacer con ellas. Ellos tenían un estudio en la década de los años setenta en Roma en el Trastévere y formaban parte de una comunidad de artistas entre los que estaban Rafael Alberti, María Teresa León, Carlo Quattucci o Carlo Levi. Cuando empecé a revisar las grabaciones, reconocí a muchas de las personas que aparecían, eran imágenes de sus vidas cotidianas. El corto traza de cierta manera el devenir de la vida de estos personajes. Es también un intento de recuperar el tiempo y el espacio de estos artistas, que fueron tan significativos en mi vida. Lo titulé Roma 1974 porque fue el año que más aparecía entre la documentación y los archivos que investigué.
P.- La obra Noche Botánica recibió este año el Premio de Pintura BMW en la categoría de Arte Digital. El tema de la memoria y el medio ambiente, es recurrente en muchas de sus obras…
R.- Sí y siempre con un interés por reconstruir a través de la imagen esos restos que han pasado al olvido. Noche Botánica, es un vídeo creado con imágenes de síntesis, que pertenece a la serie No lo encontraréis en ningún lugar del mapa, el cual muestra un bosque de especies botánicas que están en peligro de extinción. La primera obra de la serie se expuso en la muestra Tomar la casa, donde abordé el mismo tema, desde el contexto italiano, intentando plantear el mensaje de conservación en un escenario global. La obra representó a España en el G20 Art Project, y se expuso en el Museo Nacional de India en Nueva Delhi y en el Museo Bihar de Patna.
P.- ¿Qué metodología utiliza para conocer qué especies deben ser protegidas?
R.- La investigación depende de la zona en la que quiero trabajar. En general parto de la contemplación de diversos jardines botánicos. Luego convierto esta experiencia estética de especies conservadas, en ese motivo de reflexión ecológica sobre la pérdida y la falta de diálogo entre la naturaleza y el ser humano. A partir de ello, me pongo en contacto con expertos para saber el grado de vulnerabilidad en la que se encuentran las especies. Se pueden encontrar datos muy curiosos, como que el azafrán o el cardo de plata están en peligro de extinción. De esta investigación ha surgido la serie Herbario curativo, que reúne especies botánicas con beneficios curativos, que también están en riesgo de desaparecer.
«Siempre me ha atraído la capacidad de los objetos de evocar emociones y contar historias»
P.- Su proyecto Inventario fotografía objetos de reconocidos poetas, con una importante carga simbólica…
R.– Lo inicié en 2014 y lo voy ampliando a medida que van surgiendo oportunidades de conocer más sobre la vida de estos poetas. Siempre me ha atraído la capacidad de los objetos de evocar emociones y contar historias. Inventario es también un viaje a través de la memoria personal y colectiva de grandes personajes del mundo de la poesía como Juan Ramón Jiménez, Zenobia Camprubí, Alejo Carpentier, José Lezama Lima, Dulce María Loynaz, Ida Vitale o Ernest Hemingway. Ahora estoy trabajando con Antonio Gamoneda, quien me ha hecho conocer su afición por los insectos y minerales. Me interesa ir descubriendo cuáles son los objetos significativos o simbólicos que nos lleven a pensar en diversos contextos políticos o emocionales.
P.- ¿Cómo llega al objeto que decide fotografiar?
R.– Me gustan los objetos que considero que son portadores de historias que trascienden a su mera apariencia física. Desde la imagen fotográfica, uno puede conocer el universo simbólico e interpelar el objeto para explorar nuestras propias emociones o recuerdos. Es un poco lo que afirmaba el filósofo Didi-Huberman o Lezama Lima cuando dice: «Cuando mi padre murió yo tenía ocho años, esa ausencia me hizo hipersensible a la presencia de una imagen»… En mi práctica artística, conecto mucho con esa conexión entre el vacío y la necesidad de darle forma visual.
P.- Fundó Varasek Ediciones, una editorial con una fuerte vocación poética…
R.– La creamos hace 12 años con Antonio Cordero y Enrique Mercado. El propósito era sacar a la luz textos inclasificables o fuera del mainstream de la literatura, con o sin género. Como editorial nos atraen los «lugares intermedios», esas zonas fronterizas, obras que intervengan en estos ejes y que aporten diferentes perspectivas. Otro tema importante es la estética, el aspecto gráfico de nuestras publicaciones. Nos gusta que inviten a pensar los libros como espacios comunes, donde la literatura y las artes visuales y gráficas conviven a la perfección.
P.- La editorial tiene una especial afición por la generación de los poetas beat. ¿Cómo se consolida este movimiento?
R.– Sí porque admiramos mucho sus obras y son una referencia muy presente. La Beat Generation fue un movimiento literario formado por un grupo de amigos que desde mediados de los años cuarenta, trabajaron escribiendo poesía y prosa, compartiendo gustos y aficiones como el jazz o la filosofía oriental. La palabra beat entre la comunidad afro estadounidense, tenía el significado previo de cansado, abatido, o lo que llamaban «beat down». El grupo inicial fue formado por Lucien Carr, Allen Ginsberg, William Burroughs y Jack Kerouac. Nosotros hemos publicado a los Beat de la Costa Oeste Lew Welch, Gary Snyder, Joanne Kyger, Michael McClure o Philipe Lamantia, entre otros. Posteriormente se unirían Neal Cassady, Herbert Huncke, John Clellon Holmes o Carl Solomon y Philip Lamantia.
«El futuro del arte digital se presenta prometedor y emocionante»
P.- También publicaron Madre, de su autoría, que además fue finalista a mejor libro en PHotoESPAÑA. ¿Qué mostró en este volumen?
R.– Lo hice luego que falleció mi madre, cuando decidí fotografiar sus objetos personales. De ese material creé una serie fotográfica y dos audiovisuales. Los espacios que fuimos es un recorrido emocional por la vivienda materna y Nada más bello que tu imagen, un plano en súper 8mm, que se convierte en un loop de una imagen cotidiana, doméstica. Es también una declaración de amor, un proyecto muy afectivo, donde se muestra esa capacidad infinita que tienen los objetos de evocar emociones.
P.- Acaba de regresar de Art Basel. ¿Cómo vió la presencia del arte digital en la feria?
R.– Si nos centramos en Art Basel Miami, creo que he visto poca presencia de vídeoarte. La selección tiene que ver con el mercado, así que como indicador me imagino que ha habido mejores épocas, he echado de menos esa presencia. Creo que el futuro del arte digital se presenta prometedor y emocionante. Estamos en una época de transición y expansión tecnológica, redefiniéndonos constantemente como artistas y en la forma de interactuar con el arte.
P.- ¿En qué proyecto está trabajando actualmente?
R.– He recibido la residencia artística del Centro de Creación Contemporánea de Andalucía. Y estoy trabajando una obra como parte de la serie de espacios naturales. Mi objetivo es seguir generando reflexiones sensoriales y conciencia sobre la diversidad y fragilidad de nuestro mundo natural. Haré la residencia en Córdoba y trabajaré sobre jardines y parques nacionales de la región de Andalucía.