Las viñetas de Enzensberger: historia literaria en pequeñas píldoras
Se publica ‘Artistas de la supervivencia’, un año después de la muerte del que fuese Premio Príncipe de Asturias 2002
Portada del libro 'Artistas de la supervivencia' de Hans Magnus Enzensberger. | Cristóbal Villalobos
El siglo XX fue el siglo de los totalitarismos, cien años de guerras entre ideologías extremas que también polarizaron a los escritores e intelectuales. En una época de florecimiento cultural, aquellos que sobrevivieron al terror y a las purgas ¿lo hicieron por no capitular ante el poder, o escaparon de los campos de concentración y de la muerte por sus relaciones con los poderosos?
De Gabriele D’Annunzio a Maksim Gorki, de Gertrude Stein a Fernando Pessoa, de Sartre a García Márquez… Hans Magnus Enzensberger (1929-2022) presenta una colección de «viñetas», una serie de perfiles breves, duros, muy personales, en los que se retratan desde su propia mirada más de sesenta autores, a los que la mayoría llegó a tratar de forma más o menos estrecha, y que todos sortearon las vicisitudes históricas del siglo, ya sea por su fama o por sus habilidades para entablar contacto con los centros de decisión política.
La palabra viñeta proviene del francés vignette, siendo el diminutivo de viña. Al principio, este término designaba a un tipo de uva, pero luego se usó para hacer referencia a «un tipo de retrato pequeño, especialmente apreciado en el siglo XIX, cuando se puso de moda pintar a las personas queridas en miniaturas ovales que a menudo se llevaban colgadas del cuello como un recuerdo o un talismán». Eso es lo que pretendió el escritor alemán en Artistas de la supervivencia, perfilar las vidas y obras de una serie de autores, teniendo estos en común el haber convivido contextos totalitarios o el haber sufrido el oprobio por parte de ellos. Otra circunstancia común a un buen grupo de ellos es el ser judíos.
Con traducción de Carlos M. Pina, la editorial ha decidido conservar en la versión castellana la palabra «viñeta», aunque como hemos podido comprobar no tiene en nuestro idioma el mismo significado que el que el autor quiso darle en su texto original. Para nosotros estas viñetas serían más bien perfiles o retratos en los que Enzensberger acaba con el aro de santidad literaria de muchos de los retratados, incidiendo en las facetas más oscuras de muchos de ellos, siempre con un estilo afilado, breve y ameno.
Destacan de esta manera los textos dedicados a intelectuales provenientes del ámbito soviético (Gorki, Pasternak o Ajmátov) o de aquellos que eligieron exiliarse como Kadaré o I.B. Singer. En la obra también hay espacio para otros escritores como Pessoa, Breton o Arthur Miller, e incluso para escritores latinoamericanos como Vallejo, Neruda o Paz, por lo que el criterio de selección de autores de Enzensberger acaba siendo más amplio que el que él mismo indica en las primeras páginas del libro.
A través del volumen podemos entrever las preferencias literarias del autor, así como descubrir, este es uno de los puntos más interesantes de la obra, a una serie de escritores muy poco conocidos en nuestro país, como es el caso de Ricarda Huch, Annette Kolb, Lu Xun, Alfred Andersch o Kôbô Abe. En el caso de los autores más famosos, sus perfiles se quedan a veces cortos, nos hubiera gustado saber más de lo que piensa Enzesberger de algunos de ellos, aunque lo que escribe no deja a nadie indiferente: mientras que Cela le resultaba profundamente antipático, D’Annunzio es «un payaso contra su voluntad y, como todos los payasos, una persona triste».
Hans Magnus Enzensberger fue uno de los grandes intelectuales alemanes de la posguerra, hasta el punto de ser comparado frecuentemente con figuras de la talla de Günter Grass, Martin Walser o Heinrich Böll. Poeta, El hundimiento del Titanic, ensayista El perdedor radical, Mediocridad y delirio, biógrafo El corto verano de la anarquía, cultivó también el teatro e incluso la literatura infantil. Poco conocido en nuestro país, a pesar de su interés por la cultura española, fue galardonado en el año 2002 con el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades. Este libro es una excelente forma de acercarse a su obra, a la vez que hacemos un repaso entretenido de la historia literaria del último siglo.
