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Cultura

Los museos se adelantan a Urtasun: la IA hace ya innecesaria la 'descolonización' del ministro

Las grandes pinacotecas exploran el acceso a sus obras mediante réplicas digitales y otras tecnologías

Los museos se adelantan a Urtasun: la IA hace ya innecesaria la ‘descolonización’ del ministro

Museo del Prado

La iniciativa individual y privada suele ir por delante de la burocracia. La apuesta por el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, de «descolonizar» los museos ha sido recibida por las pinacotecas más importantes de España con cierto asombro, dado que la mayoría de ellas lleva tiempo explorando fórmulas para llegar a nuevos visitantes y compartir sus contenidos con otros países. Además, con la irrupción de las nuevas tecnologías, esta tarea resulta más llevadera y representa un modo de atraer hacia el arte pictórico a las generaciones más jóvenes, no introducidas en este mundo, pero con sensibilidad artística.

La Realidad Virtual y Aumentada, y otras tecnologías, es ya -o será en breve- un nuevo protagonista del Museo del Prado, el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, el Museo Arqueológico Nacional o el Museo del Romanticismo, entre otros. Esta herramienta ha evolucionado a pasos agigantados gracias a la Inteligencia Artificial, que mejora significativamente la experiencia del usuario. Una de las empresas que se ha volcado en este campo es el laboratorio de videojuegos Gammera Nest, que lleva una década trabajando con muchas de estas pinacotecas, así como con la Casa del Lector, para aportar soluciones que hagan accesible a más gente sus obras.

Su creador, Daniel Sánchez, asegura en conversación con THE OBJECTIVE que los propios «museos están promoviendo esa revisión el colonialismo, proponiendo jornadas de debate, estudios e investigación. Hay un grupo de museos muy activo y que está proponiendo puntos de vista muy interesantes». A través de su laboratorio, ha colaborado con el Thyssen-Bornemisza para desarrollar un laboratorio de investigación sobre el uso del lenguaje del videojuego en los museos que dio lugar a proyectos como Nubla 1 y 2, Animalario o talleres basados en motores de videojuegos como Dreams para PlayStation.

En el Museo del Prado trabajó en un proyecto de juego que ensalzaba a las mujeres artistas por su 200 aniversario y, con el Museo Arqueológico Nacional, su laboratorio ha desarrollado talleres de juegos de mesa para niños y de tablero online. También fuera de nuestros confines nacional, en el Palacio Reggia di Caserta, en Nápoles, están construyendo una fábula interactiva en forma de videojuego.

Réplicas digitales

En el debate abierto por el ministro Urtasun, el fundador de Gammera ve posible «conservar réplicas de las obras utilizando tecnología propia de los teléfonos móviles como es la Realidad Aumentada (RA) y así poderlas disfrutar, aunque no las tengamos delante».

«Es muy interesante cómo ahora se abre un debate sobre algo que existe en soporte físico, cuando no solo el soporte digital puede permitirnos seguir apreciando esas obras, sino que, con las nuevas tecnologías, esas obras digitales podrían ser tan únicas como si fueran físicas», abunda.

La Piedra de Rosetta o el Templo de Debod

Si bien hay un elemento de poder en el ostentar físicamente las obras, la experiencia del pasado también demuestra que muchas de las grandes obras, como la Piedra de Rosettta, en el Museo Británico, o el Templo de Debod, en la plaza de España de Madrid, se han conservado gracias a que no han permanecido en sus países de origen.

«No siempre fue cuestión de llevarse piezas de arte, muchas veces las circunstancias hicieron que fuesen malvendidas por sus propietarios originales o que movimientos migratorios provocados por circunstancias como las guerras o el hambre, hayan permitido que ciertas obras no estén ahora donde deberían estar si no hubiesen ocurrido. Un ejemplo muy gráfico de esto es la piedra de Rosetta que no solo fue descubierta por soldados napoleónicos sino que acaba en un museo británico por la derrota del emperador», explica Sánchez.

En el caso del Templo de Debod, añade Sánchez, es un «ejemplo muy claro» de «los templos egipcios que debieron ser cedidos para que se salvasen cuando iba a ser construida la presa de Asuán. Muchos países aceptaron ese llamamiento y, por ello, podemos apreciarlo en España».

Metaverso

Una de las limitaciones es que la tecnología nunca podrá competir con la autenticidad de la obra. Pero el valor añadido de la Inteligencia Artificial, la Realidad Virtual o el Metaverso es que las hacen más accesibles: «A lo mejor, va siendo el momento de considerar los espacios virtuales para algo más importante que para el mero entretenimiento. Pueden ser espacios de encuentro, de estudio y, sobre todo, espacios en los que compartir las obras. La revisión que ha de hacerse, no se verá frenada, no debería, sino que debería ser más fácil de realizar, si las obras, aunque sea de forma virtual, pueden ser compartidas».

El Metaverso es la evolución de internet con entornos virtuales vinculados entre sí, donde las personas conectadas podrán interactuar en una experiencia vivencial. Esto abre la puerta que desde distintos puntos del planeta puedan apreciar y también interactuar sobre una misma obra. Es, quizás, una manera más efectiva y menos polémica que la «descolonización» que pide el ministro.

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