El error que cometemos a diario al cepillarnos los dientes y por el que quedan amarillos
Los odontólogos recomiendan realizar el cepillado ates del desayuno para evitar el amarilleamiento dental
Cuidar la salud dental es esencial para mantener una sonrisa saludable y atractiva, pero incluso aquellos que son diligentes en su higiene bucal podrían estar cometiendo un error común que contribuye a tener los dientes amarillos. Este error, que muchos cometemos sin darnos cuenta, tiene que ver con la sincronización del cepillado en relación a las comidas, específicamente al desayuno.
Cepillarse los dientes es una actividad cotidiana que, realizada de manera incorrecta, puede tener consecuencias negativas a largo plazo. Cepillarse después de desayunar, especialmente tras consumir alimentos ácidos, es un error que contribuye al desgaste del esmalte y al amarilleamiento de los dientes. Al adoptar hábitos como cepillarse antes de comer y usar las herramientas adecuadas, podemos mejorar nuestra salud dental y mantener una sonrisa más blanca y saludable.
Dientes amarillos
El color natural de los dientes no es completamente blanco, como muchos piensan. En realidad, los dientes sanos suelen tener ligeros tonos amarillentos debido a la dentina, una capa interna que tiende a ser más oscura. Con el tiempo, el esmalte que cubre la dentina se desgasta, haciendo que el color subyacente de los dientes sea más visible.
Además de este desgaste natural, ciertos hábitos cotidianos pueden acelerar el hecho de que tus dientes adquieran un tono amarillo. Entre los más comunes se encuentran el consumo frecuente de bebidas como el café, el té, los refrescos con gas y el vino tinto, así como fumar. Estos factores tiñen el esmalte dental externamente contribuyendo a un aspecto amarillento.
¿Cepillarse antes o después de desayunar?
Una de las dudas más recurrentes en cuanto a la higiene bucal es si debemos cepillarnos los dientes antes o después de desayunar. Muchos optan por hacerlo después de comer, con la lógica de que esto elimina los restos de alimentos y deja la boca limpia. Sin embargo, los odontólogos advierten que esta práctica puede ser perjudicial, especialmente si los alimentos consumidos son ácidos.
Al ingerir alimentos como zumos de cítricos, café, infusiones o frutas ácidas, el esmalte dental se debilita temporalmente debido a los ácidos presentes en ellos. Si nos cepillamos inmediatamente después de comer, corremos el riesgo de dañar el esmalte en su estado más vulnerable, lo que puede provocar una erosión dental progresiva. Esto no solo contribuye a la sensibilidad dental, sino que también aumenta la probabilidad de que los dientes adquieran un tono amarillento con el tiempo.
Cuándo cepillarse
Los especialistas recomiendan hacerlo antes del desayuno. Durante la noche, las bacterias en la boca se multiplican, lo que provoca el famoso «mal aliento matutino». Al cepillarse antes de comer, se eliminan esas bacterias y se protege el esmalte con una capa de flúor, lo que ayuda a reducir el daño que los ácidos de los alimentos pueden causar en el esmalte.
Si prefieres cepillarte después de desayunar, los odontólogos sugieren esperar al menos media hora para permitir que la saliva neutralice los ácidos y el esmalte se recupere. De este modo, se reduce el riesgo de erosionar el esmalte y de aumentar las manchas.
Cómo cepillarse
Además del momento en que te cepillas, la técnica también juega un papel crucial en la salud de tus dientes. Cepillarse con demasiada fuerza es otro error común que puede desgastar el esmalte y afectar las encías. Las cerdas del cepillo de dientes están diseñadas para hacer el trabajo sin necesidad de aplicar mucha presión. Si las cerdas se desgastan rápidamente, es señal de que te estás cepillando con demasiada fuerza.
Es recomendable usar un cepillo de cerdas suaves y cambiarlo cada tres o cuatro meses. Además, el uso de hilo dental y enjuagues bucales también contribuye a una limpieza más completa, eliminando la placa y las partículas de comida que el cepillo no puede alcanzar.