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El 2022 de Marco Asensio: de flirtear con la titularidad a convertirse en el plan D

Si llegara una buena oferta por él que rondase los 30 millones de euros (a principios de verano se pensaba en 50), el club la valoraría

El 2022 de Marco Asensio: de flirtear con la titularidad a convertirse en el plan D

Marco Asensio durante un amistoso en Estados Unidos. | Europa Press

Faltan 16 días para que finalice el mercado de verano y Marco Asensio aún no tiene definido su futuro. Un porvenir que, si nos atenemos a la cruda realidad, no puede ser menos halagüeño: dos partidos oficiales disputados por su equipo y cero minutos jugados sin, ni siquiera, salir a calentar a la banda.

Lo de la final de la Supercopa en Helsinki podía ser relativamente esperable ya que Ancelotti advirtió públicamente de su criterio para elaborar el 11 inicial. Ya saben, aquello de «hay que tener en cuenta a los que ganaron la Champions». Lo de Almería en el debut liguero ya es más extraño. Carletto avisó sobre su intención de «rotar y refrescar al equipo» y así lo hizo: cinco cambios con respecto a Finlandia entre los que no se encontraba el balear. Cuando llegó el momento de las sustituciones (otras cinco), Marco no se planteó ni como opción. Los hechos demuestran que, ahora mismo, Asensio es el plan D del técnico italiano cuando, hace no tanto, entre febrero y abril de este mismo 2022 llegó a flirtear con la titularidad.

Asensio es el plan D 

Basta con analizar las variantes existentes en la banda derecha para confirmarlo. Valverde (aunque incrustado entre el medio y la cal diestra) es la primera alternativa. Rodrygo (ahora lesionado) es la segunda solución, el revulsivo e incluso el considerado «jugador número 12» por el staff merengue. Sorpresivamente, Eden Hazard se ha convertido en la tercera pata del banco. En Valdebebas están «esperanzados» con la pretemporada del belga y, el domingo, pese a no ser titular, contó con más de media hora para refrendar las buenas sensaciones emitidas en los últimos encuentros. Esta radiografía del ataque del Madrid nos confirma a Marco Asensio como el plan D en el eje goleador del ataque madridista. 

Una situación que choca frontalmente con las aspiraciones del de Calviá. Me consta que Asensio siempre se ha percibido como un potencial titular en esta plantilla y así lo reclama verbalmente siempre que puede: «Quiero continuidad, esa confianza y regularidad es importante para mí. En el Madrid la he tenido a tramos». Estas declaraciones fueron realizadas por Marco en junio y en un contexto nada casual.

Era su regreso a una concentración de la Selección española de Luis Enrique. Su gran anhelo, por decirlo suavemente. Su gran obsesión, para ser más claro. Todo el que está cerca del mallorquín sabe lo que le quita el sueño: «Ir al Mundial de Catar». Algo que pinta realmente complicado si su papel en el Madrid no vira radicalmente.

Sin «efecto Mendes»

Marco es plenamente consciente de ello y, desde hace tiempo, ha tomado cartas en el asunto. En el mes de abril dijo adiós a Horacio Gaggioli, su manager de toda la vida, para comenzar una nueva etapa junto a Jorge Mendes. Una declaración de intenciones que, por entonces, emanaba cambio de aires asegurado pero lo cierto es que nada reseñable ha sucedido desde la nueva dirección de su carrera. Cantos de sirena desde Italia e Inglaterra, pero cero concreciones. El «efecto Mendes» no se produce y su realidad se encuentra en una vía muerta.

Carlo, preguntado hasta la extenuación por el asunto, no se muestra especialmente preocupado en público por su posible salida: «Hasta el 31 está aquí, igual que Ceballos, si algo cambia en sus cabezas nos adaptaremos», dijo en la previa. Cuestionado de nuevo en el post insistió: «Tenemos que esperar al 31 a ver que pasa y lo que él decide».

Aún así, es importante no perder la perspectiva. He entrevistado en numerosas ocasiones al técnico italiano y sé de primera mano lo que opina de Asensio: es un futbolista «que le gusta», que además «le ofrece muchas soluciones durante la temporada» y «que tiene una piedra en su pie izquierdo». Al igual que conozco estas percepciones de Carletto, me atrevo a sentenciar que nunca le va a asegurar la titularidad que tanto desea.

Entretanto, las oficinas de Castellana parecen dormidas, pero no lo están. Mensajes exageradamente ambiguos cuando uno descuelga el teléfono: «Nada se descarta» y «todo puede pasar». Mi intuición me dice que si llegara una buena oferta que rondase los 30 millones de euros (a principios de verano se pensaba en 50), el club la valoraría. La tozuda realidad me invita a pensar que se acaba el tiempo y que Marco Asensio acabará cumpliendo ese contrato que expira en 2023. Seguiremos informando.

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