El Barça abre fuego y pasa la presión al Real Madrid
Laprovittola y Sanli le quitan protagonismo a un Mirotic resiliente
El Barça ganó este viernes al Real Madrid (97-88) en el Palau Blaugrana en el primer partido de la final del Playoff de la Liga Endesa y con el 1-0 pasa algo de presión a los blancos, que ofrecieron mucha resistencia en un feudo blaugrana donde los mejores fueron Sertaç Sanli y Nico Laprovittola y donde Nikola Mirotic, de menos a más, recibió el cariño de su todavía afición.
Había cierta tensión en Barcelona e incertidumbre por saber cómo reaccionaría Nikola Mirotic y el equipo ante la bomba del jueves. Pero ese estira y afloja entre jugador y club no se trasladó a la pista. Ovaciones varias para el hispano-montenegrino, y el Barça fue como un bloque a por el primer triunfo, para destensarse en este arranque de final y ganar, esta vez sí, a su gran rival.
Se rompió el partido en el último cuarto, tras una técnica a Chus Mateos que disparó al Barça a un 74-64 que se acabó convirtiendo en una losa para los blancos. Ya despegaba el Barça antes de esa acción, que no hizo más que confirmar la tendencia. Además, Sertaç Sanli completó su gran partido (14 puntos) y contribuyó a que el Barça retuviera el triunfo y abriera en positivo la serie final.
El año pasado la final, con mismos protagonistas y escenario, empezó con 75-88 para el Real Madrid. Esta vez, el Barça sí pudo empezar fuerte ante su gente y poner un 1-0 que desestresa, que espanta fanstamas y que aleja el foco de Nikola Mirotic. Victoria muy importante, más de lo que ya de por sí era, para los de Sarunas Jasikevicius, que el domingo intentarán poner más tierra de por medio.
El partido llegó igualado al descanso, con ligera ventaja (47-50) para un Real Madrid que empezó fuerte, con un Williams-Goss inspirado y que supo encajar mejor que el Barça el intercambio de liderazgo en el marcador. El Barça se recuperó de un +8 para los blancos y se puso con +7 a su favor, pero fueron los de Chus Mateo los que volvieron a remontar para irse arriba al vestuario.
Hubo mucho ritmo en la primera parte; eléctrico, por momentos. En la reanudación bajaron las revoluciones y hubo más parones. Dos escenarios distintos pero con ese denominador común de la igualdad. Ningún equipo se pudo distanciar en un marcador con varios intercambios de superioridad.
Al Barça le faltó acierto para romper antes el equilibrio. Cuando por buenas defensas parecía secar momentáneamente al Real Madrid no encontraba agua en ataque. Ello impidió a los de Sarunas Jasikevicius dar el salto necesario para que el factor Palau hiciera de las suyas. El Madrid, quizá no tan fino, sobrevivía al tercer cuarto para jugárselo todo en los último diez minutos (63-61).
De nuevo, como en la Final Four de la Euroliga, Tavares fue determinante en el juego blanco. Además, hizo una gran pareja con Yabusele, intimidando ambos a un juego interior blaugrana en el que destacó, y fue por sus triples y no por su juego en la pintura, un inspirado Sertaç Sanli que mantuvo a flote al Barça durante muchos minutos de este primer episodio de la final. Eso sí, la dupla interior blanca fue a menos y el mejor de los de Mateo fue el ‘Chacho’ Rodríguez, con 16 puntos.
Y eso que el Barça no se puso por delante en el marcador, por primera vez, hasta un ‘alley-oop’ de Rokas Jokubaitis a Oscar da Silva para poner el 22-21 a falta de 1:28 para el final del primer cuarto. El Barça entró erróneo pero rápido encontró el acierto y ese ritmo matador que, todo sea dicho, también le va bien al Real Madrid de Chus Mateo, que estuvo acertado con una zona 2-3 con la que frenó a tiempo al Barça, cuando los blaugranas parecían estar más inspirados.
Pero en el momento clave, cuando entran en juegos los detalles, sí estuvo mejor un Barça que se quitó la presión de encima y se escapó de verse engullido por el ‘caso Mirotic’. No fue ni de lejos el mejor partido del hispano-montenegrino, pero el Palau estuvo a su lado, evitó cualquier conflicto y ello ayudó a que el Barça se centrara en la lucha contra el Real Madrid y, finalmente, la ganara.
Nikola Mirotic, lejos de su mejor versión
Un día después de hacer saltar la banca con la bomba de que se irá este verano del Barça, pese a tener firmado hasta 2025 y por expreso deseo del club –según él, contra su voluntad–, Mirotic estaba en el foco, en el centro de atención. Y quizás no brilló tanto en la pista (14 puntos y 7 rebotes), pero aportó trabajo y un triple (para poner el 85-77) que fue clave para cortar una racha ‘merengue’ a 2:30 para el final.