El sindicato de Jenni Hermoso fue acusado de presionar a jugadoras para que fingiesen
La AFE denunció que Futpro empujó a varias futbolistas a impostar «afectación emocional»
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se reúne con la presidenta de FUTPRO, Amanda Gutiérrez. | Pool Moncloa
La Asociación de Futbolistas Profesionales (Futpro), el sindicato del balompié femenino que ha defendido a Jennifer Hermoso tras el beso robado por parte del entonces presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales, fue acusada en 2022 de presionar a jugadoras para que fingieran una situación de «afectación emocional» y así obtener un informe médico que les permitiera no ser convocadas para integrar la selección nacional.
Quien interpuso la denuncia fue la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), que, en un duro comunicado, señalaba las «presiones a las que fueron sometidas las futbolistas de la Selección Española absoluta de fútbol femenino por parte del sindicato Futpro». Dicha entidad se remitía a las informaciones publicadas por el diario Marca, en las que se informaba de cómo se presionó a las jugadoras más jóvenes para apoyar a las 15 que en su día decidieron abandonar la selección mientras Jorge Vilda siguiese en el cargo de seleccionador.
En una «tensa reunión» organizada por el sindicato, según informó el citado diario deportivo y denunció la AFE a posteriori, se presionó a las sustitutas para «que fingieran una situación de afectación emocional para obtener un informe médico que les permitiera no ser convocadas para integrar el combinado nacional».
Una «actuación ilegal»
En la citada información se subrayaba que «el papel de Futpro fue contundente, tratando de que las jóvenes siguieran el mismo camino de rebeldía para dejar vía libre al regreso de las quince», y la presidenta de dicho sindicato, Amanda Gutiérrez, se dirigió a las futbolistas en los siguientes términos: «Lo que tenéis que hacer es ir a ver al psicólogo de vuestro club y luego hacer el paripé».
Esto, a juicio de la AFE, suponía un «hecho intolerable». «Conocemos el desgarro que provocan en cualquier persona y la gravedad de las mismas como para que la presidenta de un sindicato trivialice con algo tan delicado», abundaba la denuncia, que iba más allá y acusaba a Gutiérrez de estar «induciendo a las futbolistas de la Selección Española a cometer una actuación ilegal».
Jenni Hermoso, «abducida»
Un episodio que cobra relevancia al calor de los últimos acontecimientos. Y es que Jennifer Hermoso no denunció públicamente el beso no consentido que le dio Luis Rubiales hasta que lo hizo a través de su sindicato, que emitió un duro comunicado pidiendo «medidas ejemplares» contra el mandatario. La Real Federación Española de Fútbol se defendió entonces arguyendo que la futbolista había sido «abducida» por Futpro, y manifestó sus dudas sobre «a qué intereses responden» lo que consideraron un «cambio de versión». Finalmente la RFEF retiró su comunicado.
El sindicato
El sindicato Futpro vio la luz en noviembre de 2021, un año antes de la rebelión de las futbolistas internacionales contra el actual seleccionador nacional, Jorge Vilda. La central fue creada por la abogada Amanda Gutiérrez, que es la actual presidenta, a instancias de la exjugadora del Barcelona Andrea Pereira, que ejerce de secretaria, y su compañera Patri Guijarro, todavía en el club azulgrana. Ambas participaron en la sonada renuncia de las 15 integrantes de La Roja femenina por el presunto trato vejatorio que recibían de Vilda al frente del conjunto nacional.
Por tanto, una de sus primeras funciones se centró en la defensa de las disidentes, aunque tres de ellas decidieron cambiar su postura para poder disputar el Mundial, y coronarse como campeonas. Las dos fundadoras se mantuvieron firmes en su decisión y renunciaron a la competición al fracasar su -supuesto- intento de echar al técnico. Desde entonces, han centrado su actividad en pedir una mejora de las condiciones laborales a través de la negociación del convenio colectivo.
Con este fin el sindicato mayoritario de la Liga femenina de fútbol se reunió este pasado lunes con la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo en funciones, Yolanda Díaz. Pero también con el propósito de allanar el camino a futuras subvenciones, según fuentes conocedoras de la reunión. Futpro solicitó el año pasado 556.088.000 euros en ayudas para «programas de inserción y/o gastos de funcionamiento». Un importe excesivo si se tiene en cuenta que por aquel entonces contaban con 61 asociados y solicitaban una cantidad casi idéntica a la que pedía la Asociación de Futbolistas Españoles, que cuenta con más de 13.000 socios.
No obstante, esta petición fue desestimada porque el sindicato no contaba con casi ninguno de los requisitos. Entre ellos, «no estar al corriente de las obligaciones con la Agencia Tributaria». El impulso mediático que ha supuesto para Futpro el caso Rubiales podría suponer, sin embargo, un 2023 diferente en cuanto a subvenciones.
