Superequipos, un 'alien' y poquísimos españoles: vuelve el baloncesto NBA
La mejor liga del mundo regresa este martes con varios candidatos al título y una magra representación hispana
La NBA está de vuelta. Esta misma madrugada arranca la para muchos mejor liga de baloncesto del mundo con dos partidos: uno enfrenta al vigente campeón, los Denver Nuggets, con una de las mayores potencias de la liga, Los Ángeles Lakers; mientras que el otro se disputa entre dos sempiternos candidatos al título, los Golden State Warriors y los Phoenix Suns. Pero el campeonato que comienza este martes es muchísimo más que algunos encuentros estelares: la temporada 2023/2024 contiene una de las carreras por el título más apasionantes de los últimos años, con un gran número de equipos con varias estrellas en su plantilla que certifican el impresionante estado de forma de la liga en cuanto a talento disponible, aunque, eso sí, también haya una gran sequía de figuras españolas. Y supone también la llegada de un auténtico extraterrestre al baloncesto estadounidense, el joven francés Victor Wembanyama, llamado a dominar la liga con unos 2,24 metros de altura y no le impiden moverse como un base y tirar triples como un alero.
Pero antes de entrar en lo qué puede suponer para el baloncesto mundial este chaval de 19 años y seleccionado en primer lugar del draft por los San Antonio Spurs, vamos a analizar —al igual que hicimos el año pasado— cuáles son los equipos que más opciones de alzarse con el título a comienzos de junio. Y para ello vamos a fijarnos en Las Vegas, una ciudad que aunque no tiene su propia franquicia —todavía, ya que se especula con que la NBA planea ampliarse a dos equipos más en un futuro no muy lejano— sí concentra el mayor número de apuestas del mundo y permite hacerse una muy buena idea, a través de las enormes cantidades de dinero en juego, del sentir de aficionados y profesionales de todo el mundo. Y aquí hay cuatro favoritos claros: Boston Celtics, Milwaukee Bucks, Denver Nuggets y Phoenix Suns.
Curiosamente, el actual campeón no es el que tiene la mejor cuota para repetir título, apareciendo justo detrás de los dos grandes de la Costa Este. Pero vamos a empezar el análisis por ellos por una simple cuestión de respeto al que es sin duda el mejor jugador del mundo actualmente: Nikola Jokic. El pívot serbio ya demostró en los anteriores playoffs ser una ofensiva de un solo hombre imparable para cualquiera. Su visión de pase, su capacidad de organizar el equipo en torno él, su facilidad para tomar siempre la mejor decisión en el momento correcto… Nada puede compararse a este jugador enorme pero algo rechoncho que parece doblegar sin esfuerzo a cualquier rival mientras va al trote cochinero. Si a eso sumamos un equipo diseñado para sacar el máximo partido a las habilidades del serbio con jugadores de clase mundial como Jamal Murray, Aaron Gordon o Michael Porter Jr., todo parece jugar a favor de que los de Colorado repitan como ganadores, especialmente si tenemos en cuenta que en los pasados playoff nadie pudo hacer sombra a los Nuggets.
Eso sí, en la Costa Este hay dos equipos que han puesto toda la carne en el asador para intentarlo y que por eso son los favoritos en Las Vegas. El primero es los Boston Celtics, finalista hace dos temporadas gracias en gran parte a un combo de aleros —Jayson Tatum y Jaylen Brown— que siguen siendo el alma del equipo, aunque su alrededor todo ha cambiado para que todo siga igual. En temporada regular todo el mundo espera que arrasen, pero, cuando empiece la fase final, los equipos cierren espacios y los nervios salgan a flor de piel, todavía hay dudas en torno a unos jugadores que parecen tan capaces de arrollar a quien se les ponga por delante como de sufrir bloqueos paralizantes que les impiden anotar canastas durante largos periodos. En este sentido, los fichajes del pívot letón Kristaps Porzingis y del base Jrue Holiday buscan darle un aire distinto a una franquicia que, aunque ha llegado lejos en playoff en cada una de las últimas temporadas, también se ha quedado siempre con la miel en los labios y no ha sido capaz de lograr ese trofeo que le devuelva al primer lugar de los equipos más laureados de la NBA.
El segundo es los Milwaukee Bucks, un equipo que ha sido sinónimo de candidato al título desde la explosión de su estrella, el griego Giannis Antetokounmpo, que este mismo lunes renovó su compromiso con la franquicia con la que ya fue campeón en 2021. El inclasificable ala-pívot había expresado por primera vez en su carrera dudas sobre su continuidad en Milwaukee, pero el estelar fichaje del base Damian Lillard parece haberle convencido. Y no es para menos: Lillard es un jugador que, a pesar de estar ya en el tramo final de su carrera, es garantía de anotación y capacidad para encestar en el clutch —ese momento final del partido en el que los balones queman—, lo que ha valido ser nombrado uno de los mejores 75 jugadores de los 75 años de historia de la NBA a pesar de nunca haber estado cerca de un título en Portland. La única duda en torno a este dúo a priori imparable es si el resto del equipo acompañará, ya que el fondo de armario se ha resentido y las lesiones han acompañado casi invariablemente a muchos de sus jugadores en los últimos dos años.
Queda un favorito más a ganar la NBA y es otro superequipo: los Phoenix Suns. Los finalistas de 2021 precisamente contra los Bucks ya ficharon a mitad de la temporada pasada a Kevin Durant y han añadido este verano a Bradley Beal, formando por tanto junto a Devin Booker una hidra de tres cabezas capaz de anotar en cualquier momento y situación. Además, han incorporado a un técnico experto en gestionar egos y ganar campeonatos como es Frank Vogel, junto a otras pequeñas pero prometedoras piezas como el pívot bosnio Jusuf Nurkic o la incógnita Bol Bol. ¿El problema? La defensa: al tiempo que tienen a varios jugadores a los que se les caen los puntos de las manos, no disfrutan de nadie capaz de frenar el ritmo anotador del otro equipo, un defecto que ya les costó en parte la eliminación contra Denver en los playoff del año pasado. Además, su apuesta por tres estrellas les ha dejado con tan poco fondo de armario como Milwaukee, lo que podría hacer descarrilar rápidamente la temporada si sufren alguna lesión importante.
Otros candidatos a ganar la NBA
Detrás de esta terna de cuatro claros favoritos aparecen dos equipos más a tener en cuenta como candidatos al título, tanto por su desempeño en las últimas temporadas como por los jugadores con los que cuentan: los Golden State Warriors y Los Ángeles Lakers. Dos franquicias con la vitola de contendientes —como demuestra su participación en la jornada inaugural de este martes— que bien podrían proclamarse campeones en junio gracias, principalmente, a dos jugadores tan longevos como especiales: Stephen Curry y Lebron James. El base de los de San Francisco sigue siendo con permiso de Jokic el mejor jugador ofensivo de la NBA, con triples y dribles imposibles que ya alzaron a los Warriors en las finales de 2022 contra Boston. Sin embargo, el resto del equipo le tiene que acompañar y es ahí donde empiezan las dudas: Klay Thompson y Draymond Green empiezan a tener muchos años —y lesiones— en sus piernas, y el fichaje del ultraveterano Chris Paul no hace sino añadir más leña al fuego de la incertidumbre. Pero un equipo con Steve Kerr de entrenador y Curry de estrella tiene que ser siempre candidato al título, sobre todo si el de este año puede ser una especie de último baile para el trío que llevó a la gloria a la franquicia.
En la otra punta de California, en Los Ángeles, las dudas son menores: aunque El Rey LeBron James va a cumplir 20 temporadas en la NBA y sus capacidades no son las de antaño, el equipo ha hecho un gran trabajo rodeando a su veterana estrella, que sigue siendo perfectamente capaz de decidir partidos por el sólo a pesar de haber batido ya incluso el perenne récord de anotación de Kareem Abdul Jabbar. A su lado tiene una bestia como el pívot Anthony Davis, que si se mantiene sano es uno de los mejores jugadores de la liga, además de buenos secundarios como Austin Reaves o D’Angelo Russell que pueden ayudar a James a pujar por un último título que cimente su leyenda y la de los Lakers, que mantienen su duelo con Boston para desempatar el título de franquicia más laureada de la historia.
Más allá de estos seis equipos aparecen, como siempre, un gran número de franquicias que, si todo juega a su favor, podrían dar la sorpresa y alzarse con el título de la NBA en junio, como los Dallas Mavericks, Los Ángeles Clippers, los Cleveland Cavaliers, los Philadelphia 76ers y los Miami Heat. Empezando por el último, los de Florida ya han demostrado que, aunque nadie cuente con ellos, son perfectamente capaces de vencer a equipos a priori más fuertes que ellos y plantarse en las finales, como ya ocurrió el año pasado. Y aunque no hayan podido fichar a Damian Lillard, la presencia de un Jimmy Butler inspirado y las instrucciones de un entrenador como Erik Spoelstra, que es capaz de sacar oro de debajo de las piedras, hace que nadie se quiera encontrar con los de South Bay en la fase final. En el otro lado de la balanza encontramos a los Mavericks de Luka Doncic, que han sido una decepción en los últimos años pero que siempre pueden sorprender y ganar gracias a la clase de su superestrella con pasado madridista.
En cuanto a los Clippers, todo dependerá de si, este año sí, sus estrellas Kawhi Leonard y Paul George son capaces de llegar sanos a primavera, algo que no ha ocurrido en ninguno de los últimos años. Por el camino, habrá que ver si consuman un traspaso por James Harden con otro candidato, los Sixers de Philadelphia, que a pesar de contar con el actual MVP, Joel Embiid, siguen teniendo uno de los presentes menos estables de la liga, con problemas y polémicas casi diarios. Quedan por tanto los Cavaliers, una franquicia que a pesar de contar con un quinteto especialmente atractivo y dos cuasiestrellas como Donovan Mitchell y Darius Garland, fue una de las grandes decepciones de la temporada pasada tras caer en primera ronda.
Mucho más lejos, aparecen opciones lejanas como los New Orleans Pelicans, los New York Knicks, los Sacramento Kings o los Minnesota Timberwolves. Todos ellos, equipos con buen juego y jugadores interesantes pero demasiadas incógnitas, aunque la temporada NBA es muy larga y un traspaso puede alterar en cualquier momento el equilibrio de la liga.
Wembanyama y los españoles
En cualquier caso, hay mucha vida en esta temporada NBA más allá de favoritos y candidatos al título, que además, como decimos, pueden cambiar en cualquier momento. Y quizás el punto que está atrayendo más atención es el debut del francés Victor Wembanyama, un auténtico «monstruo» de 2,24 metros de altura y 2,44 de envergadura que no juega para nada como el pívot tradicional que cualquiera reconocería en su altura: el galo bota y pasa como un base, tira triples e incluso hace crossovers a sus rivales, unas habilidades únicas para su tamaño que han disparado el hype en torno a su debut.
Solo con los partidos que ha jugado en pretemporada, los vídeos enseñando sus tapones y mates ya se han viralizado en prácticamente todas las redes sociales, ya que Wembanyama promete marca una época si el cuerpo les respeta, algo que no está para nada garantizado ya que los jugadores de su altura suelen sufrir lesiones de formas más habitual que la media. Por el momento, el francés juega además en un equipo sin presión pero con mucha historia: los San Antonio Spurs, dirigidos por el mítico Gregg Popovich, que seguro sabrá sacar lo mejor de un auténtico unicornio con unas características nunca antes vistas.
Más allá del Wembanyama, otros rookies a seguir serán el alero Brandon Miller, de Charlotte Hornets, o el base Scoot Henderson, de los Portland Trailblazers, en una temporada en la que se va batir el récord de jugadores internacionales, con 125 en total de 40 países o territorios diferentes, pero en la que la representación española brillará por su poca presencia. Solo Santi Aldama, en los Grizzlies de Memphis, tiene opciones de jugar minutos significativos en la NBA, mientras que Usman Garuba —que tiene un contrato dual para jugar entre los Golden State Warriors y su equipo b— y Ricky Rubio —lesionado aunque con contrato con los Cavaliers— son dos auténticas incógnitas.