Las grandes promesas del deporte femenino español de cara a los JJOO de París 2024
Del atletismo al fútbol pasando por el tiro, España tiene grandes esperanzas en sus deportistas olímpicas este verano
Año bisiesto y año olímpico, un fenómeno que ocurre religiosamente cada cuatro años. Este año, París acogerá los Juegos de la XXXIII Olimpiada. O, lo que es lo mismo, los Juegos Olímpicos de verano de 2024. Un evento mayúsculo que paralizará el mundo entre el 26 de julio y el 11 de agosto. Noah Lyles, Yulimar Rojas, Kylian Mbappé o Simone Biles son algunos de los nombres que prometen llenar muchas páginas el próximo verano. España, por su parte, apunta maneras. La compañía Gracenote, que proporciona previsiones y metadatos de la industria del entretenimiento y el deporte, ha publicado su previsión para los Juegos de París. A la delegación española le otorga nada más y nada menos que 22 medallas, las mismas que en Barcelona ’92. De cumplirse la previsión, serían unas olimpiadas especialmente memorables para el Comité Olímpico Español (COE).
La mayoría de los metales proyectados serían en categoría masculina. Sin embargo, varias de esas medallas –algunas de deportes tan populares como el fútbol–, tanto de disciplinas individuales como por equipos, corresponden a mujeres. A continuación, nos fijaremos en algunas de las grandes promesas del deporte femenino español con la vista puesta en los Juegos Olímpicos de París 2024. Algunas de ellas ya tienen el billete para volar a la capital francesa, otras todavía deben ganárselo en sus respectivas clasificaciones en estos primeros meses del año.
María Pérez, marcha
España es la reina absoluta de la marcha mundial. La marcha atlética es una disciplina del atletismo en la que se intenta caminar lo más rápido posible (marchar) sin llegar a correr, y es olímpica desde Londres 1908. En el pasado Mundial de Atletismo de Budapest, celebrado el pasado verano, dos españoles se alzaron con la medalla de oro tantos en los 20 como en los 35 kilómetros marcha: Álvaro Martín y María Pérez.
Después de proclamarse campeona del mundo en 20 kilómetros, la granadina anunció que tenía dudas de competir en los 35 kilómetros. Sentía molestias físicas. Sin embargo, se lanzó al vacío y logró repetir la gesta junto a su compañero de batalla. Gracenote prevé para María Pérez una medalla de plata, aunque en THE OBJECTIVE creemos que es candidata firme al oro. De momento, está lesionada. Se encuentra en plena recuperación de la fractura de estrés en el sacro. La meta es llegar en plena forma a los Juegos Olímpicos, por lo que piano, piano, si va lontano. Si sigue cuidándose así, será una de las medallas prácticamente aseguradas para la delegación española en París 2024.
Selección española de waterpolo
El deporte por equipos femenino promete darle grandes alegrías a la delegación española. El primero de los combinados que se ha clasificado para la cita olímpica en París es el de waterpolo. La actual subcampeona olímpica aseguraba su clasificación a los Juegos Olímpicos del próximo verano al meterse en la final del Mundial de waterpolo femenino. En aquel partido cayó ante Países Bajos por la mínima, 17-16. Además, por los penaltis. Una lotería. Judith Forca, la máxima goleadora del torneo con 23 goles, es una de las grandes promesas del equipo entrenado por Miki Oca.
Ahora, la selección española femenina de waterpolo se prepara para su cuarta participación en los Juegos Olímpicos, después de debutar con una medalla de plata en Londres 2012. Repitieron la hazaña en Tokio 2020, enfrentándose nuevamente y perdiendo ante Estados Unidos. Desde su primer billete olímpico, el equipo ha acumulado dos platas olímpicas, un oro, dos platas en Mundiales y tres títulos europeos, consolidándose como una potencia mundial. En París 2024 podrían alcanzar, al fin, el ansiado oro olímpico. Gracenote, sin embargo, prevé un podio, pero en este caso un tercer puesto.
Fátima Gálvez, tiro olímpico
Otra de las grandes esperanzas para España en París 2024 es Fátima Gálvez, quien ya ha saboreado anteriormente las mieles del éxito olímpico. Fue en 2022 cuando consiguió asegurar su plaza en tiro en los Juegos Olímpicos de París 2024, gracias a su medalla de plata en el Mundial.
La tiradora cordobesa ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 en la modalidad de foso por equipos mixto junto a Alberto Fernández. Posee, además, dos diplomas olímpicos, uno con el cuarto puesto en Río 2016 y otro con el quinto puesto en Londres 2012. Además de sus logros en las Olimpiadas, posee un extensísimo palmarés: es campeona del mundo y dos veces campeona de Europa, posee cinco medallas en Mundiales, ocho medallas en Europeos y tres en los Juegos Europeos, de los que es bicampeona. Además, se ha proclamado campeona de España absoluta en siete ediciones y ha ganado seis veces la Copa del Rey. Gracenote prevé que en París se llevará, una vez más, el oro.
Selección española de fútbol
El combinado más mediático de todos los equipos españoles femeninos con opciones a participar en los Juegos Olímpicos. Al contrario que en la disciplina masculina de fútbol –en las que vemos a una mayoría de futbolistas sub.23–, en la femenina las selecciones encargadas de representar a su país en los Juegos son las absolutas. Y España tiene a su mejor baza en la actual campeona del mundo y número uno del ranking FIFA.
Antes de pensar en París, la Selección española comandada por Montse Tomé debe pensar en Andalucía. Concretamente, en Cádiz y en Sevilla, que han sido las ciudades elegidas por la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) para jugar los dos partidos que le resta a la Selección española en la Nations League. Las dos selecciones finalistas –o una finalista y una semifinalista– serán las clasificadas para los Juegos. Lo explicamos: ya que Francia ya está clasificada para los Juegos, en el caso de que la Selección gala pasara a la final de la Nations –se enfrentará en la semifinal a Alemania–, España tendría opción de clasificarse todavía, siempre que consiga un tercer puesto. En cualquier caso, la ambición de las españolas es ganarlo todo: la Nations League, primero, y los Juegos Olímpicos, después. La primera prueba será el 23 de febrero contra Países Bajos. Un dato curioso: aunque la Selección española de fútbol todavía no está clasificada, Gracenote le otorga una medalla de oro en París 2024. Además, tenemos a la mejor jugadora del mundo en nuestras filas: Aitana Bonmatí.
Adriana Cerezo, taekwondo
La actual subcampeona olímpica de taekwondo también está entre las principales apuestas de la delegación española. La deportista española fue una de las grandes sorpresas de Tokio 2020, cuando ganó la primera medalla para España de aquellos Juegos. Con solo 17 años, recogía la medalla de plata después de un ajustadísimo combate que se ha resolvió por 11 – 10 frente a la tailandesa Panipak Wongpattanakit, número uno del mundo.
«He visto muchas veces los últimos 15 segundos de aquel combate… y eso es horrible. Cuando gane en París, ya me veré el vídeo entero», dijo en una entrevista reciente para el diario As. De momento, lo que ha hecho es clasificarse para la cita olímpica, gracias a su plata en el Grand Prix de París del pasado mes de septiembre. Gracenote prevé un bronce para ella, pero: ¿por qué no intentar superar esa plata de Tokio? Ganas no le faltan y, además, ahora cuenta con más experiencia.
María Vicente, atletismo
Es la primera de nuestra lista que no está en las previsiones de Gracenote, pero es que tenemos muchas esperanzas puestas en la joven atleta catalana María Vicente. Con tan solo 20 años, hizo su debut en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 en la prueba de heptatlón. Ahora, con la perspectiva puesta en París 2024, donde tendrá 24 años, la atleta busca sorprender al mundo tras una destacada carrera juvenil que incluyó títulos mundiales y europeos en heptatlón y triple salto.
A pesar de su 18ª posición en Tokio, Vicente considera que esos fueron solo los primeros pasos hacia sus Juegos ideales en París 2024, expresando su determinación de disfrutar la experiencia y adquirir valiosa experiencia. Ahora, al fin recuperada de las lesiones y molestias que le han lastrado últimamente, prepara ya la temporada olímpica con la vista en París 2024. Ganas no le faltan. Para lograr su objetivo, se centra de nuevo en las pruebas combinadas. De momento, todavía tiene que clasificarse.
Selección española de baloncesto
España es una de las grandes potencias del baloncesto femenino mundial. Esa es una realidad incontestable. La Selección española atesora ya 11 medallas europeas en las últimas tres décadas: cuatro de oro, dos de plata y cinco de bronce. También posee una plata y dos bronces mundiales. En cuanto a las participaciones olímpicas, el resultado es un poco más tímido: una plata en Río 2016.
La actual subcampeona de Europa todavía tiene que jugarse su clasificación para París 2024, por lo que no aparece aún en las previsiones de Gracenote. Las de Miguel Méndez se jugarán el billete a la capital gala del 8 al 11 de febrero en Hungría. Participarán 16 equipos, divididos en cuatro grupos, en los que los dos primeros de cada grupo conseguirán el billete y se unirán a Francia, anfitriona, y Estados Unidos, campeona del mundo, en la cita olímpica. Los rivales de las españolas, serán Hungría, Japón y Canadá. Le llaman el «preolímpico de la muerte». La flamante presidenta de la Federación Española de Baloncesto (FEB), Elisa Aguilar, lo tiene claro: «Lo más importante es que nuestra Selección llegue en las mejores condiciones». En eso están. De clasificarse, el podio es un objetivo más que alcanzable. Habrá que confiar en jóvenes promesas como María Conde, Raquel Carrera o Paula Ginzo, que se unen a veteranas como Alba Torrens o Silvia Domínguez.
Carolina Marín y otras grandes bazas
Ni son todas las que están, ni están todas las que son. Seguro que nos dejamos en esta lista alguna que otra promesa, esperanza o baza de la delegación española. Tenemos en mente, por ejemplo, a la leyenda del bádminton, Carolina Marín, que espera poder sacarse las espinita de Tokio 2020. También a Antía Jácome o a Maialen Chorraut, en piragüismo, y a todas nuestras opciones en la vela. El desarrollo del deporte femenino en España es el resultado de una gran inversión de los últimos años que, poco a poco, va dando sus frutos. Esa inversión, unida al talento y sacrificio de nuestras deportistas –a menudo en condiciones desiguales comparadas con sus compañeros–, es la mejor de las noticias de cara a París 2024.
Ahora solo queda esperar. Es año bisiesto, año olímpico. Un año para volver a soñar.