Elisa Aguilar, la primera mujer al frente de un baloncesto español que ya es centenario
La exinternacional española agranda su leyenda al suceder a Jorge Garbajosa, actual presidente de FIBA Europa
Elisa Aguilar, elegida nueva presidenta de la Federación Española de Baloncesto. | Daniel González (EFE)
Elisa Aguilar (Madrid, 1976) empezó a jugar al baloncesto con nueve años. Optó por este deporte porque, por aquel entonces, el fútbol –su favorito hasta ese momento– no era una actividad practicada por las niñas. A pesar de que su padre y sus tíos se habían dedicado al deporte rey, el baloncesto era una opción de futuro mucho más realista para ella. Con 14, debutó con la Selección española como base. En total, 222 internacionalidades en una carrera que la catapultó a la leyenda baloncestística patria. Ahora, a sus 46 años, agranda esa leyenda. Es la primera mujer al frente de la Federación Española de Baloncesto (FEB), un ente deportivo que este año cumple su centenario.
Candidata única
El pasado lunes se confirmaba un secreto a voces. Con una línea continuista con la gestión del expresidente Jorge Garbajosa, la nueva presidenta de la FEB era elegida prácticamente por unanimidad. Quien fuera jugadora de la Selección, primero, y directora de competiciones de la FEB, después, no tuvo competencia. Era la única candidata en las elecciones celebradas en la Asamblea Extraordinaria de la FEB. Participaron 79 de los 120 asambleístas, y 77 votos a favor y dos en blanco.
Elisa Aguilar es solo la tercera mujer que dirige una federación deportiva nacional en España. Lo hace en un deporte, el baloncesto, que es el segundo más practicado en nuestro país. Además, en el caso de las mujeres, la FEB lidera el ranking con más de 130.000 federadas. Es la práctica deportiva favorita de las mujeres en España, tener a una como faro nacional no es baladí.
Continuar el legado de Garbajosa
Su primera decisión al frente de la FEB no podía ser otra: concederle a Jorge Garbajosa, su predecesor, la insignia de oro de la institución. De él, con quien trabajó mano a mano mientras estuvo al frente de la FEB, destaca sus «siete años de una gestión brillante que ha devuelto a España a lo más alto del baloncesto mundial». «Gracias por el cariño de todo este tiempo, por la confianza y el apoyo. Sé que contamos contigo en la distancia. También tú cuentas con esta Federación. Y recuerda que ésta será siempre tu casa», le dijo su sucesora al entregarle la insignia dorada.
Jorge Garbajosa renunció al puesto el pasado 24 de agosto después de haber sido elegido presidente de FIBA Europa en mayo. Antes de dar el salto a Europa, el campeón del mundo en 2006 con España ha tratado de colocar los cimientos de una nueva era dorada del baloncesto español. En categoría absoluta masculina, la Selección española de baloncesto ha ganado, durante la presidencia de Garbajosa, una medalla olímpica (2016), un Mundial (2019), un Eurobasket (2023) y otro bronce continental (2017). En categoría absoluta femenina, otros tantos triunfos: una medalla olímpica de plata (2016), una medalla de bronce en el Campeonato del Mundo (2018), dos Eurobasket (2017 y 2019) y un subcampeonato europeo en 2023.
A todo esto hay que añadir todos los éxitos de las categorías inferiores. Además, destaca la mejora en competiciones domésticas como la Liga Femenina Endesa, dependiente de la federación. Seguir trabajando en este sentido y continuar con el legado de su predecesor es una prioridad para la nueva presidenta de la FEB.
Una oportunidad para transformar el mundo federativo
Antes de este reto, Elisa Aguilar fue un pilar de la Selección, con la que la base madrileña logró seis medallas, y se preparó concienzudamente para colocarse al frente del baloncesto español. Pasó de las canchas a las aulas, concretamente a las de la George Washington University, donde se licenció en Económicas. Está más que preparada para ser la primera mujer al mando en los primeros 100 años de la Federación Española de Baloncesto.
Su nombramiento definitivo –como decíamos, este era un secreto a voces desde hace meses– ha llegado en un momento muy particular. En concreto, en pleno estallido del caso Rubiales. Una polémica que ha sacudido los cimientos de la más importante federación deportiva en España, la de fútbol. Tanto, que en prácticamente la totalidad de las entrevistas que ha concedido Elisa Aguilar desde que es presidenta de la FEB se ha colado alguna pregunta al respecto. Prefiere no pronunciarse, no interferir en asuntos de otras federaciones. Pero lo tiene claro: todo lo que sea levantar la alfombra y, de paso, apostar por el deporte femenino, es lo mejor para el deporte español. Un deporte español que tiene ahora una nueva referente de gestión en el cuerpo y la cabeza de una mujer.
La designación de Elisa Aguilar, su elocuencia al hablar, su formación, su forma de proteger el deporte femenino, del que ella viene, ponen en evidencia a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Una RFEF que se encuentra en plena transformación tras el grito de las campeonas del mundo, que han dicho «se acabó». Esta causa y el nombramiento de Elisa Aguilar como mandamás de la segunda federación más importante de España son, para muchos, dos excusas perfectas. Dos puntos de partida para una necesaria transformación del mundo federativo. Por lo menos, para conseguir que las federaciones sean más transparentes y protejan a sus deportistas por igual, sea cual sea su sexo.
