Fernando Alonso está ante su última gran oportunidad para lograr la '33'
El asturiano afronta el Gran Premio de Singapur con confianza: «Me conozco y daré más que en otros circuitos»
Fernando Alonso durante el Gran Premio de Italia, en Monza. | Hoch Zwei (Zuma Press)
Fernando Alonso alberga una característica muy poco apreciada, pero constante en toda su carrera: ganar carreras que no debería haber ganado. En muchas ocasiones ha partido en posiciones poco favorables, o con un coche inferior, y rara vez se ha descolgado tabla abajo para acabar peor de lo que arrancó.
Este año, y tras las catorce citas del calendario disputadas, la esperada trigesimotercera victoria se le resiste. Le quedan ocho ocasiones en las que alcanzar la ansiada cifra, y hacer enloquecer a sus seguidores. Pero pocas veces lo va a tener tan a la mano como en Singapur, carrera que se disputa este fin de semana en la ciudad-estado asiática.
Trazado favorecedor
Los pilotos con experiencia suelen tardar poco en saber dónde funcionan bien sus coches y donde se comportarán peor. Para Alonso, y por ende sus ingenieros, tuvo que ser fácil detectar las bondades del Aston Martin AMR23 en trazados lentos, con curvas muy pronunciadas, secas, y arrancadas desde velocidad baja. En recta y curvas de alta velocidad su verde monoplaza sufre. Por otra parte, no maltrata a coces sus neumáticos como hace el Ferrari de Carlos Sainz, aunque tampoco los acaricia como el Red Bull de Max Verstappen.
Ante el despiste general de las primeras carreras, a Alonso le fue bien de forma circunstancial, pero debido a las bondades de su maquinaria, en el revirado Mónaco le fue muy bien, donde logró un meritorio segundo puesto en el podio final. Se esperaba un resultado afín en la segunda pista más lenta, la de Hungaroring, pero pinchó en hueso. Algo pasó allí que según avanzaba el fin de semana, se fue descolgando de los mejores tiempos, para acabar noveno. Fue el último piloto que no fue doblado por el implacable Verstappen.
Singapur es una pista urbana sin concesión alguna. No se trata de un parque usado por ciclistas y patinadores, sino las calles de una ciudad, que pasan a ser invadidas por el tráfico nada más acabar el evento. Esto arroja sus particularidades. Una le ocurrió al monoplaza de Mark Webber en las primeras ediciones. El corredor australiano de Red Bull, notaba que muchos de sus sistemas de a bordo fallaban al pasar por ciertas zonas del trazado. Llegaron a la conclusión que se trataba de interferencias generadas por la cercanía al metro de la ciudad, que pasaba justo por debajo.
Cambios en el asfalto
El circuito es un encadenamiento de fuertes frenadas y volantazos de 90 grados, típico de este tipo de pistas. Muy técnico, no premia especialmente la potencia en ausencia de una larga recta de meta, ni un rendimiento superior en el plano aerodinámico, sino la capacidad de traccionar bien gracias a unas suspensiones capaces de transmitir la energía al suelo. En eso el AMR23 es bastante bueno y las manos de Alonso prometen poner el resto.
A pesar de ello, hay algún nubarrón en el horizonte. El organizador ha homologado algún cambio referido precisamente a algo que no le viene bien al bicampéon: la carrera tendrá menos curvas de las habituales. Las 16, 17, 18 y 19, un encadenamiento de izquierda y derecha, y luego derecha para volver a la izquierda como en una parada de autobús, desaparecerán para hacer más rectilíneo el sector número 3. Las cuatro curvas mutan para convertirse en una recta de 400 metros, y la longitud total pasa de 5.063 a 4.928 metros; será más rápido.
Alonso saca pecho
El asturiano no es especialmente conocido por disfrutar de su fama y popularidad. Los encuentros con la prensa no especializada son escasos, casi nulos, y en las ocasiones que ha de acercarse al público lo hace a regañadientes. Sin embargo, desde su vuelta a las pistas en 2021 parece más dispuesto a ceder en el plano de las relaciones públicas. Esta tendencia se ha incrementado más aún desde que viste de verde. De un tiempo a esta parte es más frecuente verle en actos promocionales, expresarse de forma más generosa, y participar en tertulias deportivas, radiofónicas o de espacios deportivos, algo muy de agradecer.
En sus últimas comparecencias públicas, ya sean en videoconferencias, en eventos de sus patrocinadores o entrevistas, se ha mostrado muy locuaz y esperanzado en que Singapur puede ser un gran sitio donde dar la campanada. Por eso afirma «me conozco, sé que voy a arriesgar, y daré más que en otros circuitos. Es un circuito que me gusta, un urbano donde se puede arriesgar».
Tras el sufrimiento padecido en Monza, donde no tuvo opciones y acabó noveno, en la salida del Viejo Continente se muestra ambicioso. «Sin duda será mejor que Monza. Lo teníamos marcado en el calendario con una cruz negativa y por desgracia se confirmó. Singapur no es que lo tengamos marcado de forma positiva, pero sí tenemos más esperanzas de hacerlo bien», afirma el de Oviedo, y añade «aparte de lo que piense el equipo, es un circuito que me gusta, un urbano donde se puede arriesgar, siempre se me ha dado bien».
Fernando Alonso continua encaramado en la tercera posición de la tabla de pilotos, aunque su equipo perdió esa misma plaza en favor de Ferrari. Hay quien culpa a su compañero, Lance Stroll, ante su limitado rendimiento y aportación en forma de puntos al equipo propiedad de su progenitor. Si Alonso está lejos del subcampeonato, tiene a otro tiburón a apenas seis puntos: Lewis Hamilton, con un equipo Mercedes algo perdido esta temporada. En el plano de los constructores, Ferrari sigue estando al alcance a pesar de que les hayan superado, con una diferencia de apenas once puntos. El quinto clasificado, McLaren, tiene la mitad, y no se les valora como una amenaza.
Tanto Alonso como su equipo tienen ya puesta la cabeza en el año próximo, donde todos suponen que deberían ir a más. Si los equipos buenos, grandes, suelen hacer coches que van bien en todas partes, los monoplazas de los equipos de atrás no corren en casi ninguna parte. El comportamiento del AMR23 es el típico de los bólidos de la zona media, que suelen ir bien en pistas lentas o rápidas de forma alternativa y excluyente, pero no en destinos de tipología diversa. Los técnicos de su escudería han prometido a Fernando que el año que viene irán mejor en pistas rápidas. Mientras, a pelear en Singapur. Con Alonso nunca se sabe, pero de aquí a final de año, pocas veces va a tener la 33 tan cerca. El domingo por la noche sabremos que tal le ha ido.
