Los ministros de Finanzas de la Eurozona han optado este jueves por el Paschal Donohoe para presidir el Eurogrupo. El conservador irlandés se ha impuesto así a los otros dos candidatos en liza, el luxemburgués Pierre Gramegna y la española Nadia Calviño, que contaba con el apoyo declarado de los siete países que representan el 80% del PIB de la Eurozona: Alemania, Francia, España, Portugal, Italia, Finlandia y Grecia. La votación, secreta, se produjo durante la reunión telemática del Eurogrupo.
En contexto: A pesar de las mayores economías de la Eurozona habían mostrado públicamente su apoyo a Calviño, cada país tiene un voto en la elección del presidente del Eurogrupo. Es decir, de Alemania vale tanto como el de Malta. Y, pese los apoyos con los que supuestamente contaba, Calviño se enfrentó en las últimas semanas a «mucha oposición» liderada por Países Bajos, para los que «mejor morir» que verla como presidenta del Eurogrupo, según una fuente europea.
La batalla por suceder al portugués Mário Centeno tras su dimisión llegaba en un momento de tensión entre países del norte, liderados por La Haya, y los del sur sobre el multimillonario plan de la Comisión para relanzar la Unión Europea (UE), actualmente en negociación. Es en este contexto en el que cobraba fuerza el ministro irlandés de Finanzas, de 45 años, reconducido en el nuevo Gobierno de coalición en Dublín y que recibió el apoyo del Partido Popular Europeo (PPE), la principal fuerza conservadora de la Unión. Y es él quien finalmente ha logrado obtener al menos 10 de los 19 votos necesarios para llegar al cargo.
El tercer candidato era el liberal luxemburgués Pierre Gramegna, de 62 años, cuyos partidarios lo presentaban como «capaz de reunir al norte y al sur» por su apoyo a estos últimos «durante la crisis sanitaria», según una fuente diplomática.
Voto secreto
«Vemos los anuncios de apoyos de unos y de otros, pero, de todas formas, el voto es secreto. Incluso las intenciones declaradas públicamente no se hacen realidad necesariamente durante la votación», ha añadido esta fuente.
Según un diplomático europeo, Calviño contaba con el apoyo de las citadas España, Portugal, Grecia, Francia, Alemania, Italia y Finlandia, mientras que Donohoe partía con la aprobación de Irlanda, Letonia, Austria, Chipre, Eslovaquia, Eslovenia y Lituania. Gramegna, quien ya perdió en diciembre de 2017 contra Centeno después de que los otros dos candidatos se retiraran, contaba supuestamente con el apoyo de Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo, Estonia y Malta, según esta fuente.
«Esta ajustada carrera y el nivel de las candidaturas demuestra que el Eurogrupo es más importante e influyente que nunca«, dijo antes de la reunión el actual titular, quien renunció a optar a un nuevo mandato de dos años y medio. El sucesor de Centeno deberá de hecho recuperar el peso perdido bajo el mandato de este (2018-2020) y afrontar la profunda recesión del 8,7% del PIB que la Comisión proyecta para la zona euro en 2020 por el coronavirus[contexto id=»460724″]. El nuevo presidente también tendrá sobre la mesa a partir del 13 de julio, cuando asuma el cargo, completar la Unión Bancaria y el presupuesto de la zona euro, una iniciativa congelada por la pandemia.