Marta Ortega, nacida entre costuras y destinada a liderar Inditex

«Siempre he dicho que dedicaría mi vida a desarrollar el legado de mis padres, mirando al futuro, pero aprendiendo del pasado y al servicio de la compañía, nuestros accionistas y nuestros clientes, en el lugar donde se considere que soy más necesaria», fueron las primeras palabras de Marta Ortega tras su nombramiento el pasado 30 de noviembre. El consejo de administración de Inditex, a iniciativa de su presidente Pablo Isla y de su fundador Amancio Ortega, aprobó el nombramiento de Marta Ortega Pérez como presidenta del grupo, nombramiento que será efectivo a partir del 1 de abril de 2022.

La hija de Amancio Ortega, fundador de Inditex, pasará a ser entonces la mujer fuerte del Ibex con apenas 38 años. Es la hija pequeña de Amancio, nacida entre telas, en Vigo en 1984, fruto del segundo matrimonio del multimillonario con Flora Pérez. Todo un reto para la joven que comenzó a trabajar en el gigante mundial del textil hace unos 15. Empezó desde el escalafón más bajo, de dependienta en una tienda de la marca en Londres. Su padre quería que aprendiese desde abajo el negocio familiar. Él así lo hizo, se inició como un empleado más de un establecimiento de ropa para pasar después a crear en 1963 una pequeña tienda de confección de albornoces y batas, el origen de todo lo que ha venido después.

Así, la hija del presidente de Inditex aprendía el liderazgo desde el primer peldaño, vendiendo prendas. Entonces Marta tenía 23 años y mucho por aprender. Cuenta la leyenda que Marta señaló en alguna ocasión que le imponía la seriedad de las tiendas Zara. Corría el año 2007, Inditex empezaba a despuntar en el mundo pero no era ni de lejos el mastodonte que es hoy. Tras esa experiencia en la City, Ortega ha pasado por diferentes departamentos hasta tomar ahora las riendas de Inditex.

Sus inicios doblando camisetas

A pesar de que la noticia del relevo sorprendió por el momento, era cuestión de tiempo, un paso que todo el sector esperaba antes o después. Y es que, en realidad, la hija de Ortega lleva toda la vida preparándose para presidir Inditex, para ello se ha formado. Se marchó en su adolescencia de su querida Galicia para estudiar el Bachillerato en Suiza. Del país del chocolate fue a Londres, donde se graduó en 2007 en International Business (Empresariales) en la European Business School. En la City tuvo, como hemos comentado, su primera experiencia laboral en las tiendas de su padre. Los idiomas siempre han estado muy presentes en su formación, una cualidad indispensable para presidir una multinacional que tiene presencia en más de 200 países. Ortega habla perfectamente inglés y francés y se defiende en italiano.

Tras su paso por la tienda de Londres, Marta Ortega ha pasado por otras sedes internacionales conociendo de lleno el negocio. En la actualidad trabajaba en la sede de Arteixo principalmente reforzando la imagen de marca y propuesta de moda de Zara. Bajo sus órdenes han visto la luz estos últimos años campañas con los más reputados creativos del sector como Steven Meisel, Fabien Baron, Karl Templer o Luca Guadagnino, así como el lanzamiento de nuevas colecciones premium, incluyendo Zara SRPLS y Charlotte Gainsbourg by Zara.

La influencia de su madre

Guarda un profundo parecido con su madre, Flora Pérez. De ella se comenta que «es muy inteligente y dirige más de lo que parece». Amancio y Flora se conocieron cuando éste aún estaba casado con su primera mujer y cofundadora de Inditex, Rosalía de Mera. La pareja tenía dos hijos, Marcos y Sandra. Tanto Flora como Rosalía eran costureras y de familias humildes y trabajadoras. Muy discreta, Mera, huía de los focos durante los más de veinte años que estuvo casada con Ortega. 

Xavier Blanco escribe la vida de Rosi Mera, así la llamaban desde que nació en su familia. Explica que Mera, aunque sospechaba, se enteró de la ruptura con su marido de una manera bastante abrupta: con el nacimiento de Marta. Lo demás ya es historia, un divorcio millonario pero la intención de mantener, en la medida de lo posible, la discreción hasta el final. Mera falleció en 2013 a causa de un repentino derrame cerebral.

Flora Pérez siempre tuvo claro que tendría su papel. «Es muy inteligente y ha intentado siempre orientar los pasos de su hija», cuentan a THE OBJECTIVE fuentes del sector cercanas a la compañía. También ha tenido siempre claro el carácter familiar de la compañía a pesar de su tamaño internacional. De hecho, hasta tres hermanos y un cuñado de Flora han trabajado y trabajan en cargos directivos de Inditex.

Al tiempo «tiene los pies en la tierra», dicen los que la conocen, y es su obsesión para con Inditex, que no pierda la conexión con el consumidor real.

Dos hijos de distintos matrimonios

Amante de la hípica desde niña, el primer marido de Marta Ortega, Sergio Álvarez Moya, con el que se casó en 2012, es jinete de profesión. Tuvieron un hijo, el pequeño Amancio, en honor a la relación que tiene con su padre. Pero el matrimonio apenas duró tres años. Pese a la separación, la expareja mantiene una muy buena relación.

A su pesar, la hija del hombre más rico de España y uno de los más adinerados del mundo, ha ocupado miles de páginas de revistas del corazón. Durante sus años de soltería, los fotógrafos intentaban adivinar sus relaciones, pero el carácter discreto de Marta lo hacía complicado. Hasta que llegó Roberto Torreta, el hijo del diseñador. El 16 de noviembre de 2018 se dieron el ‘sí quiero’ ante 400 invitados y vestido nupcial firmado por Valentino. En pleno confinamiento, el 21 de marzo de 2020, nació la que de momento es su segunda hija, Matilda. 

¿Preparando el terreno?

A pesar de la discreción de la que hace gala la familia Ortega, este verano se produjo un hecho insólito. La primera entrevista de Marta a un medio de comunicación. No lo hizo en uno cualquiera, fue portada del Wall Street Journal. El periódico americano tituló la premonitoria entrevista así: ‘Por qué Marta Ortega Pérez es el secreto del éxito de Zara’. ¿Casualidad o una forma de preparar el terreno?

Durante la charla con WSJ, Ortega habló de su primera experiencia laboral en la tienda de Londres: «La primera semana de trabajo en Zara pensé que no iba a sobrevivir, pero luego desarrollas una especie de adicción a la tienda».

En esta entrevista también avanzó que siempre estaría donde la empresa más la necesitara. Preguntada por si asumiría pronto un rol de liderazgo, Ortega explicó que «nunca sabes cuál va a ser tu futuro y estoy abierto a él. Honestamente, me gustaría estar cerca del producto. Creo que eso es lo que siempre hizo mi padre». Unas palabras que sin duda, meses después, son ya parte de la historia de la empresa más importante de este país.