Orange hace números para pujar por MásMóvil
El principal freno a la operación es el elevado coste que podría generar la abultada deuda de 6.644 millones de euros de la operadora amarilla
La matriz de Orange en Francia hace números para intentar pujar por MásMóvil y consolidar así su posición de segundo operador del mercado español. Según ha podido confirmar THE OBJECTIVE con fuentes del sector, la operación está en una fase inicial y de estudio, pero existe un interés real de consolidar el movimiento si es que los números encajan en un contexto de fusiones a nivel europeo.
Entre las opciones que están sobre la mesa se encuentra la posibilidad de adquirir MásMóvil mediante una fusión por absorción, pero el elevado coste de un movimiento de este calado podría llevar a otro escenario en el que se pueda establecer un canje de acciones, aunque siempre con los franceses al mando del grupo resultante. La nueva CEO mundial de Orange, Christel Heydemann, no asumirá el cargo hasta abril, aunque esto no sería impedimento para comenzar a mover ficha.
Desde Francia ya se han establecido contactos para medir la voluntad de las autoridades comunitarias y españolas respecto de una operación de este tipo, y la retroalimentación recibida ha sido positiva. Esta adquisición sería un movimiento que responde al interés de los fondos de inversión liderados por KKR -y dueños de la operadora amarilla- de hacerse con Vodafone España.
Orange se defiende
En Orange se ha llegado a la conclusión de que no pueden ser pasivos ante la oleada de integraciones que se avecinan en Europa y que en España pueden realizar un buen movimiento para no perder la segunda plaza a manos de MásMóvil-Vodafone y, sobre todo, detener la arremetida de KKR en España y en el continente.
Las fuentes con las que ha hablado este diario sitúan al fondo como el principal protagonista de un proyecto paneuropeo de gran calado y que quiere plantar cara a los gigantes del sector: Telefónica, Orange, British Telecom y Deutsche Telekom.
KKR quiere utilizar la compra de Vodafone España -por la que ya ha comenzado contactos- como trampolín para consolidar otras operaciones que le conviertan en uno de los mayores actores de telecomunicaciones del continente, con activos en redes de fibra óptica, redes móviles y comercialización.
Infraestructuras críticas
No obstante, desde el punto de visto de la gestión de las infraestructuras críticas de las operadoras de telecomunicaciones -que en el caso de España son claves para el Plan de Recuperación y Resiliencia de Pedro Sánchez– las autoridades prefieren una compañía fuerte controlada por un socio industrial antes que dejar en manos de fondos de inversión ajenos a la UE el futuro de la digitalización de nuestro país.
El movimiento tendría además una doble vertiente: eliminaría a MásMóvil como competidor –es la operadora que más líneas le ha arrebatado en los últimos tres años– y además anularía a Vodafone, que se quedaría como tercer operador en España, ya muy atrás del consolidado segundo lugar de Orange.
Esto permitiría además poner freno la guerra comercial y el low cost entre las grandes operadoras. Sin MásMóvil en el mercado con precios a la baja y con Vodafone lejos de la cuota de mercado de Orange, lo normal sería que se relaje la presión competitiva y las operadoras podrían comenzar a recuperar sus márgenes y a generar mayores recursos para afrontar los miles de millones de euros que necesitan para desplegar las nuevas redes de 5G.
Orange y Vodafone
En el sector también se ha especulado con una fusión entre Orange y Vodafone en España, aunque las restricciones regulatorias serían muchos mayores y el movimiento tendría que encuadrarse en una operación en la que participen otras filiales del continente. En el sector se considera que con el estado actual del sector y dado el estado financiero de las operadoras en España, los caminos apuntan a MásMóvil y no a Vodafone.
De hecho, dentro de todas las quinielas que se barajan en las integraciones en España, la compra de MásMóvil por Orange es la que tendría más sinergias. Orange factura cerca de 5.000 millones al año en España y MásMóvil supera los 2.500 millones tras su integración con Euskaltel, lo que generaría un gigante de 7.500 millones por los 4.000 de Vodafone y los 12.000 de Telefónica España.
Por clientes, Orange finalizó 2020 con 15.913.000 de telefonía móvil, 4.032.000 clientes de banda ancha fija y 725.000 de televisión, mientras que MásMóvil cerró el curso con 12 millones de accesos de los que dos millones son banca ancha. La suma les deja lejos de Vodafone que cerró su año fiscal con 11,4 millones de clientes de móviles de contrato, 3,2 millones de banda ancha y 1,6 millones de televisión.
Redes mayoristas
Orange es el proveedor mayorista de la compañía amarilla y su recién adquirida Euskaltel y, de hecho, a finales del pasado mes de noviembre las dos operadoras actualizaron un macro-acuerdo de alquiler de la red de fibra óptica y la cobertura 5G de los naranjas.
Dicho de otra manera, si Orange compra MásMóvil no tendría ningún coste de migrar las redes de la nueva compañía fusionada, algo que sí tendrían que afrontar si compran Vodafone. Desde el punto de vista de la competencia las duplicidades entre los naranjas y los amarillos son mucho menores que con los británicos. Esto supondría que los remedies o condiciones para la operación serían mucho menores a la hora de que se vean forzados a desprenderse de activos.
El único freno a la operación sería el coste. KKR y sus socios adquirieron MásMóvil en 2020 por 2.963 millones de euros y posteriormente hicieron lo propio con Euskaltel por otros 2.000 millones en 2021. A esto hay que sumarle la deuda de la operadora española que se sitúa en los 6.644 millones de euros, un volumen que ha crecido fundamentalmente para costear las dos primeras operaciones.
Coste de la operación
Las valoraciones en torno a MásMóvil son diversas pero no bajaría de los 7.000 millones, solo para costear una deuda que tiene unos intereses de 300 millones al año. Esto abre la puerta a un canje de acciones en los que Orange tenga el control, pero en el que Lorca Capital pueda ser un socio importante y con un paquete de acciones que les permita rentabilizar en el futuro su inversión vendiéndolas a un tercero.
En cualquier caso, todas las fuentes consultadas por este diario apuntan a una dura lucha y a un baile de sillas que se podría mantener durante todo este año y en el que todas las puertas están abiertas. La clave está en la rapidez con que se muevan los tres principales actores: Orange, Vodafone y MásMóvil.