La guerra en Ucrania elevará el déficit por encima del 5% y destroza los planes del Gobierno

El déficit público va a galopar por encima del 5% previsto por el Gobierno antes de desatarse el conflicto en Ucrania, calculan los analistas consultados por THE OBJECTIVE . Si antes de la guerra en Ucrania el cumplimiento presupuestario era una quimera, tras el comienzo del conflicto la desviación será mucho mayor, explican. De este modo, el Presupuesto del Ejecutivo de Pedro Sánchez vuelve a quedar en entredicho y sus previsiones desfasadas.

La ralentización del crecimiento económico influirá en la recaudación fiscal de forma decisiva, explica el profesor del Centro de Estudios Financieros (CEF) Juan Fernando Robles, agravando el déficit público. Con un avance del PIB que tendrá difícil superar el 5% este año, los números rojos de las Cuentas Públicas previstos por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, se agravarán, indica.

Menor recaudación en IRPF

Ese menor avance económico estancará el mercado laboral en tanto reine la incertidumbre sobre la intensidad y duración del conflicto en Ucrania, y la recaudación del IRPF no podrá tener la fortísima expansión que se presupuestaba, de un 6,7%, pese al empujón que podría suponer la inflación galopante.

Robles considera que las subidas de precios van a influir negativamente en el consumo, que no se podrá expandir en casi un 7% como estaba previsto, quedando su crecimiento por debajo del 5% «como poco, si es que el temor a la inestabilidad global no lleva a los ciudadanos al ahorro, como ya sucedió durante los momentos más duros de la pandemia».

Efecto depresor sobre el consumo

De este modo, con el IRPF golpeado por el menor dinamismo económico se contendrán los ingresos, explican los expertos, agrandando el déficit. Al caer la renta disponible por efecto de la inflación y deprimirse el consumo habrá un doble efecto sobre la recaudación de IVA, el de girar el impuesto sobre una mayor base y la caída en las compras. Robles estima un alto riesgo de que gane el segundo efecto y cree que los ingresos por IVA no podrán crecer al 9,5%. Su previsión es que la recaudación crezca dos puntos menos.

Aunque sí se prevén mayores ingresos en los Impuestos Especiales, por la subida de los carburantes, Robles estima que no será suficiente para compensar las pérdidas en IRPF e IVA, lo que adelgazará las cuentas públicas.

El director eneral del Instituto de Estudios Económicos (IEE), Gregorio Izquierdo, concuerda en este análisis y aventura un saldo negativo de las Administraciones Públicas siete décimas superior al marcado por los planes presupuestarios del Ejecutivo. En línea con las previsiones de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), ubica los números rojos en el 5,7%.

El economista Miguel Ángel Bernal, de Bernal & Sanz Bujanda Despacho Patrimonial Privado, redunda en el argumento de que el menor crecimiento se situará entre 1 y 1,5 puntos menos de avance del PIB, lo que hará que la ratio de déficit público sea mayor de la prevista, lo que también podrá trasladarse a la deuda pública.

Subida del coste de financiación

Tanto Robles como Bernal llaman, además, la atención sobre el mayor coste que tendrá la financiación pública. El profesor de Finanzas del CEF advierte que «junto con la inestabilidad de los mercados financieros, el alza de los tipos de interés y la probable discriminación de los inversores ante la deuda de los periféricos, se abre el camino a que la financiación del Estado sufra por primera vez dificultades no vistas en la última década».

Bernal añade que en materia de coste de financiación será fundamental la posición y las medidas que el Banco Central Europeo (BCE) adopte sobre la compra de deuda pública. «Sería muy dañino que el BCE opte por no poner en vigilancia el recorte o finalización de las líneas de compras que tiene establecidas», indica.