Madrid, el paraíso de los autónomos: ofrece hasta mil euros de rebaja en el IRPF por darse de alta

En plena incertidumbre sobre la reforma del régimen de cotización de los autónomos, la Comunidad de Madrid se erige como la más generosa con las deducciones en el IRPF. En la campaña del Impuesto sobre la Renta 2021, que comenzará el próximo 6 de abril, los autónomos que se hayan dado de alta en la región y sean menores de 35 años podrán rebajar su factura fiscal en 1.000 euros.

Esta deducción de la Comunidad de Madrid busca incentivar el autoempleo entre los más jóvenes y atraer emprendedores a la región. Según un informe de TaxDown al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, solo Asturias puede igualar esa deducción de 1.000 euros para los autónomos, pero en el caso asturiano existe un requisito extra y es que los trabajadores se establezcan en zonas rurales con riesgo de despoblación durante más de un año.

Como explica Álvaro Falcones, cofundador de TaxDown, a este diario, «ser autónomo sigue siendo una aventura» y en tiempos de movilidad laboral de carácter digital la fiscalidad es un factor clave para atraer trabajadores a los territorios, tarea en la que la Comunidad de Madrid, dirigida por Isabel Díaz Ayuso, es la más espléndida.

Solo en cinco autonomías

Solo cinco autonomías ofrecen deducciones en IRPF para los autónomos: Madrid, Asturias, Cantabria, la Comunidad Valenciana y Canarias. Estas rebajas fiscales oscilan entre 1.000 y 300 euros. En las dos primeras se puede alcanzar la desgravación máxima, de 1.000 euros.

En Cantabria existe un tope de deducción de 500 euros para los gastos derivados de trasladar la residencia habitual a lugares de la región que pierden habitantes. Pueden beneficiarse de este incentivo fiscal tanto los autónomos como trabajadores asalariados. Pero en Cantabria las condiciones son más exigentes que en Asturias: se requiere que la residencia dure el año del traslado y los tres siguientes. Además, aprovecha a trabajadores con ingresos inferiores a 22.946 euros que hagan la declaración de la renta individual o a 31.485 euros en tributación conjunta.

En la Comunidad Valenciana, la deducción para autónomos es de 418 euros por cada hijo mayor de tres y menor de cinco años y sus beneficiarias son exclusivamente las madres trabajadoras, tanto por cuenta propia como por cuenta ajena. Como en la deducción cántabra, también opera solo para unos tramos de ingresos: 25.000 euros en declaración individual y 40.000 en declaración conjunta. En este caso, la deducción no depende del lugar de residencia dentro de la comunidad.

Requisitos de residencia

Canarias es otra de las cinco autonomías que ofrece deducciones en IRPF para alentar el autoempleo. La bonificación en Canarias es de 300 euros por trasladar la residencia habitual del contribuyente al archipiélago, y aprovecha tanto a autónomos como a asalariados. Exige el Gobierno canario, como el cántabro, mantener la residencia el año del alta en la región y tres más. Los topes de ingresos para acceder a la deducción son 39.000 en tributación individual y 52.000 en la conjunta.

Falcones destaca que los 3,4 millones de autónomos que hay en España son los grandes olvidados de las deducciones en IRPF y refleja, además, su desamparo ante la falta de herramientas técnicas para oficializar sus gastos e ingresos o para conocer las bonificaciones tributarias que les atañen, ya que no aparecen automáticamente en el borrador de la Agencia Tributaria.

Una reforma incipiente

Esta situación, que viene poniendo de manifiesto THE OBJECTIVE, supone uno de los mayores escollos para la puesta en marcha de la reforma de las cotizaciones del colectivo en función de los llamados «ingresos reales». Como explica el presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, ante la inminente reforma del régimen especial de trabajadores autónomos (RETA) que pilota el Ministerio que encabeza José Luis Escrivá, existe una divergencia entre los ingresos que Hacienda atribuye a la persona y los que figuran en el CIF de su empresa en el caso de los autónomos societarios que son prácticamente la mitad del colectivo, alrededor de 1,6 millones.

Además, los economistas y fiscalistas aprecian que la volatilidad de ingresos que aqueja a los autónomos complica la fijación de una cotización estable en el tiempo, como pone de manifiesto el hecho de que dos tercios del colectivo actualmente escoja la cuota mínima de la Seguridad Social para apuntalar sus pensiones.