BBVA vende por 200 millones el 12% de la mayor 'teleco' turca al fondo de Erdogan
El grupo español se desprende de la participación que tenía en Turk Telekom, que recibió por canje de una deuda impagada en 2018
BBVA, junto a otros bancos, ha alcanzado un acuerdo con el fondo soberano controlado por el presidente de Turquía, Recep Tayyp Erdogan, para la venta del 55% del capital de la mayor ‘teleco’ otomana. El grupo español, que ostenta el 12% de las acciones a través de su filial Garanti, ingresará con la operación casi 200 millones de euros, de acuerdo con el precio pactado.
De esta manera, se pone fin a las negociaciones iniciadas a finales del año pasado, tal y como publicó THE OBJECTIVE. Según el acuerdo, la sociedad conjunta creada por los bancos para ostentar más de la mitad del capital de Turk Telekom recibirán 1.650 millones de dólares (1.520 millones de euros). Un dinero que abonará el fondo otomano.
La operación se completará en las próximas semanas tras la obtención de las autorizaciones necesarias y, una vez completada, el vehículo inversor turco percibirá los dividendos de la compañía de telecomunicaciones de 2021. Es decir, que no serán los bancos, entre ellos la franquicia de BBVA, la que reciba la retribución de la firma de telefonía.
Fuentes del banco español sostienen que la venta tendrá un impacto positivo en su filial, aunque no cuantifican de qué magnitud es. El cierre de la misma, además, esperan en el grupo que se haga a finales de este mismo mes.
Una participación que se remonta a 2018
En 2018, en plena crisis del país, distintos grupos financieros tuvieron que reestructurar una deuda contraída por la familia libanesa Hairi de 4.000 millones. BBVA era acreedor con 850 millones de euros. Fruto de esta operación Akbank también tomó el 17% del capital de la compañía de telefonía e Isbank, un 6,7%. Entre todos los bancos sumaron el 55% de las acciones, para lo que crearon un vehículo patrimonial, LLY Telekomunikasion.
La compra compensará en parte los efectos de las bajadas del precio oficial del dinero en las entidades del país y convertirá el Estado en socio controlador de la operadora. Hay que tener en cuenta que el Gobierno ya es dueño del 25% del capital de la ‘teleco’ y que el propio fondo ostenta ya otro 7% de los títulos. De esta manera, las arcas públicas tendrán en su poder el 87% de la compañía.
Un fondo de 30.000 millones
Erdogan constituyó en 2016 un vehículo inversor similar al de países que tienen grandes explotaciones de materias primas, como los árabes con el petróleo, con el fin de tomar participaciones en diferentes compañías estratégicas otomanas. El propio presidente es quien está al mando del mismo y durante varios años el vicepresidente del fondo ha sido su yerno. Éste dejó el cargo en 2020 tras la tensión desatada entre ambos como consecuencia de las injerencias políticas en el seno del Banco Central y su caída en desgracia después de ser destituido como ministro de Finanzas.
La última adquisición del brazo inversor del Estado ha sido la toma del 51% de Turkcell, otra gran operadora otomana que estaba bajo la influencia de la sueca Telia. El dinero global invertido por este vehículo asciende a unos 30.000 millones.
En plena oferta por el control de Garanti
La venta de Turk Telekom tiene lugar en un momento en el que BBVA está en el foco de los inversores por su intención de hacerse con el control total de Garanti. Esta operación elevará sus riesgos por la situación delicada por la que atraviesa el país del Bósforo. A mediados de noviembre anunció una oferta de compra por el 50,15% de las acciones que aún no tiene de su franquicia turca.
No obstante, el consenso de los analistas descartan por completo que pueda llegar al 100% del capital y que alcanzará 76% en una primera fase. Ya en 2023 podría alcanzar el 84%. Esta propuesta de adquisición no ha sido bien acogida por los inversores, ya que Turquía está envuelta en una crisis monetaria que está provocando un cataclismo en su divisa y, por ende, una fuga de capitales extranjeros.
BBVA, en 2018 y 2019, no solo tuvo que hacerse con parte de las acciones de Turk Telekom, por las dificultades de las empresas para abonar sus compromisos financieros. También asumió por insolvencias, por ejemplo, el mayor complejo turístico del país, que era propiedad del expresidente de la Federación de Fútbol.
En la actualidad el país se encuentra en la antesala de otra probable ola de impagos, debido a las dificultades por las que atraviesa la economía, el hundimiento de la lira y la inflación por las nubes. Pese a ello, el banco español confía en que la tasa de morosidad caiga en los próximos años en su filial ayudado por la recuperación del PIB.
Para BBVA el mercado turco es esencial, ya que supone en torno al 18% de sus beneficios. Con la opa lanzada pretende que esta contribución se eleve hasta el 25%, en niveles similares a España, una vez que ha ha abandonado el segmento minorista de Estados Unidos tras la venta de su franquicia texana el año pasado.