Huelga de transportistas: consecuencias del paro para la industria alimentaria

El pasado lunes 14 de marzo dio comienzo una huelga de transportistas, de carácter indefinido, convocada por la Plataforma de Defensa del Sector del Transporte de Mercancías por Carretera Nacional e Internacional. Entre los motivos de la convocatoria destacan el aumento del coste de los combustibles, que han experimentado un crecimiento del 20% desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania, y las malas condiciones laborales de los trabajadores.

La plataforma sostiene que hasta el 90% de las pequeñas y medianas empresas relacionados con el sector del transporte se encuentran en situación de quiebra total y busca defender a todos los conductores asalariados que se enfrentan a una gran precariedad laboral. Sin embargo, la huelga no cuenta con el apoyo de las principales patronales. El Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC), la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer) y la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) han mostrado sus reticencias ante este paro.

Reivindicaciones del paro de transportistas

Los convocantes piden al Gobierno la prohibición de la contratación de servicios de transporte de mercancía por carretera por debajo de los costes de explotación y la limitación de la intermediación en el contrato de transporte a un solo contratista. También exige, de nuevo, una ley que prohíba participar a los conductores en las operaciones de carga y descarga y un decreto que limite esas labores a un tiempo máximo de una hora desde la llegada.Además, piden al Ministerio de Trabajo y Economía Social la jubilación de los conductores profesionales a la edad de 60 años, así como el reconocimiento de las enfermedades profesionales.

Todo ello, después de que a finales de 2021, el Ejecutivo llegara a un acuerdo con las patronales por el que se comprometía a poner fin a la participación de los conductores en las operaciones de carga y descarga, así como a reducir a la mitad los tiempos de espera, a partir de los cuales el transportista tendría derecho a una indemnización. Unas medidas que no se llevaron a cabo y que desde la Plataforma de Defensa del Sector del Transporte consideran insuficientes para solventar la situación de los trabajadores.

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Consecuencias para la industria alimentaria

El paro de los transportistas ha comenzado a hacer visibles sus primeras consecuencias a nivel nacional. Mercamadrid ha notificado este viernes haber recibido tan solo el 68% de su mercancía habitual, en un descenso que ha afectado, mayoritariamente, al sector de las frutas, las hortalizas y el pescado. Estas cifras suponen una mejoría respecto a otras jornadas, a pesar de que la plataforma logística siga sin poder reexpedir producto a causa de la huelga.

Por su parte, la Federación Nacional de Industrias Lácteas ha informado en las últimas horas de la paralización de la industria láctea en España mientras otras patronales hablan ya de una escasez de productos. La Alianza por la Competitividad de la Industria Española ha denunciado también graves problemas en el funcionamiento de las industrias y ha solicitado al Ministerio de Interior que garantice el respeto a la actividad empresarial voluntaria y a la libre circulación de mercancías.

La huelga ha afectado directamente al sector ganadero, puesto que ha puesto en jaque la llegada de pienso para la alimentación animal. En Cataluña, la Asociación Catalana de Fabricantes de Alimentos Compuestos (Asfac) ha pedido al Govern que garantice el acceso de los camiones de los fabricantes de piensos a los puertos catalanes ante los problemas que tienen para abastecerse de materias primas. Mientras, Cooperativas agroalimentarias de Asturias, Galicia y Cantabria piden unos servicios mínimos que permitan alimentar a los animales y mantener activa la producción del sector. En la agricultura, los productores de frutas y hortalizas de Almería calculan pérdidas de 10 millones de euros al día en la provincia por la huelga de transporte.

Actuaciones por parte del Gobierno ante la huelga

El Ministerio del Interior volverá a movilizar este viernes a 23.600 agentes entre guardias civiles y policías nacionales para evitar «actitudes violentas» de los piquetes y escoltar a los convoyes que han optado por continuar con el transporte de suministros y mercancías a pesar del paro. El Gobierno ha anunciado que no está dispuesto a negociar con los convocantes de la huelga al considerar que son «un grupo de radicales que únicamente actúa con violencia». Sin embargo, las asociaciones empresariales afectadas por las agresiones a camiones y bloqueos a las fábricas han protestado contra la acción del Ejecutivo al considerar que no está actuando con la contundencia necesaria.

Asimismo, desde el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana han hecho un llamamiento a la calma después de asegurar que, a pesar del paro, la cadena de distribución de suministros está garantizada. Por su parte, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha señalado que el Gobierno actuará con firmeza para restablecer lo antes posible el abastecimiento alimentario.