El colapso también alcanza a la construcción: parálisis y retrasos en cientos de obras clave
El sector de la construcción experimenta desde hace meses fuertes tensiones por el encarecimiento de los costes de la energía y la falta de materiales
Materias primas de construcción.
«Era lo que nos faltaba», aseguran fuentes de una destacada constructora a este diario. El sector, a pesar de vivir un buen momento en lo que a trabajo se refiere, experimenta desde hace meses fuertes tensiones por el encarecimiento de los costes y la falta de materiales. La guerra de Ucrania y los paros de los transportistas no han hecho más que agravar esta situación que el sector arrastra desde mitad del año pasado dejando cientos de obras paralizadas o con retrasos.
«Hay muchas obras que se están paralizando o retrasando unas semanas y la huelga está tensionando más la situación», reconocen fuentes del sector. Se trata de obras de todo tipo, del sector privado al público. «Algunas obras están paradas, las menos, aunque lo que sí se ha ralentizado bastante es la ejecución ante la falta de suministros», aseguran a THE OBJECTIVE.
La Asociación Nacional de Distribuidores de Cerámica y Materiales de Construcción (Andimac) ha alertado de que los problemas de desabastecimiento, provocados tanto por las tensiones en la cadena de suministro debido al covid-19 como por la guerra en Ucrania y por el paro de transportistas, podrían provocar a partir de la próxima semana un parón en muchas obras.
«Es imposible cuantificar en estos momentos la incidencia de la huelga de transportes sobre los materiales o si esta ha paralizado más obras pero es evidente que, lejos de ayudar, puede dificultar el panorama que rodea a la construcción», aseguran a THE OBJECTIVE fuentes de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC).
La energía pasa factura a las obras
Para la patronal de la construcción, la huelga de los transportistas, que suma hoy su undécimo día, es importante, pero lo realmente preocupante en estos momentos «es el insoportable encarecimiento de la energía cuya escalada, particularmente impulsada por la guerra en Ucrania, ha disparado los costes de las obras». En este sentido, la huelga de transportes -que obedece a la misma causa- «es un agravante más de la situación tan crítica que atraviesa el sector», aseguran fuentes de la patronal.
La energía, según cálculos de la patronal, puede suponer alrededor del 30% de los costes en muchos tipos de obras, lo que estaría poniendo en riesgo muchos proyectos y que muchas constructoras se encuentren «asfixiadas» por sobrecostes cuyo origen es ajeno a su actividad.
Los costes para construir viviendas de obra nueva despidieron 2021 con una subida anual del 15,3%, hasta los 1.155 euros/m2, según se desprende del informe de Tendencias del Sector Inmobiliario elaborado por Sociedad de Tasación. Datos, sin tener en cuenta ni la guerra en Ucrania ni los diez días de paros de transportistas.
La parálisis de las obras en forma de retrasos, cancelaciones o licitaciones desiertas, tal y como contamos en THE OBJECTIVE, es un fenómeno que ya se estaba produciendo por la subida de precios de los materiales básicos para la construcción desde la segunda mitad de 2021, problema del que CNC venía advirtiendo desde finales del pasado año. «El conflicto en Ucrania ha tensionado todavía más la espiral inflacionista y dificultado la posibilidad de conseguir el suministro de materias primas como la madera, cerámicas, productos bituminosos, hormigón y acero, según advierten las empresas», añaden.
Medidas extraordinarias
La patronal de las empresas que suministran los materiales para construcción, rehabilitación y reforma pide un plan de choque con medidas urgentes para garantizar la circulación en los puntos clave de acopio, lo que implica asegurar el acceso de sus transportistas a fábricas y centros logísticos.
«Si a la tensión límite que nos provoca el incremento de los precios sumamos el coste de paralizar una obra, o mantenerla al ralentí, muchas empresas constructoras pueden colapsar y arrastrar de nuevo al conjunto del sector. Para evitarlo, el Gobierno debe tomar medidas urgentes», señala el secretario general de Andimac, Sebastián Molinero.
Por otra parte, desde el sector insisten en que el Real Decreto Ley aprobado el pasado 1 de marzo con medidas de carácter extraordinario para los precios de los contratos públicos de obras afectados por la subida de los materiales, se queda corto. Por ello, ven conveniente mejorarlo, fundamentalmente para no afectar a la obra pública.
«Esto podría lograrse, entre otras vías, con la ampliación de las medidas para incluir en su cálculo más materiales, sobre todo de la energía, y dando estabilidad a la norma en el tiempo, permitiendo su vigencia durante los próximos ejercicios», añaden estas fuentes. Dentro de su propuesta de mejora, la patronal sugiere matizar la Ley de desindexación de la economía española para que su contenido no se aplique a la contratación pública. Desde CNC recuerdan que el sistema de revisión de precios vigente desde 1965 dotó de estabilidad a la contratación pública hasta su entrada en vigor en 2015.
