Los concesionarios denuncian que las ayudas a los coches eléctricos se retrasan un año

Gerardo Pérez es presidente de la Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (Faconauto) desde 2017. Cogió los mandos de la patronal en uno de los momentos más dulces del mercado automovilístico español y será recordado como el presidente de la pandemia de la covid-19 y la crisis de los chips. Pérez habla con THE OBJECTIVE para abordar la situación del sector y se queja de que se ha confundido al consumidor con qué motorización comprar.

Denuncia también que las ayudas a la compra de coches eléctricos pueden acumular hasta un año de retraso y reivindica que los coches de combustión modernos deben ser «parte de la solución» para la renovación del parque automovilístico español, entre los más viejos de Europa con una edad media de 13 años.

Pregunta.- ¿Se recuperará este año el volumen de automóviles previo a la pandemia?

Respuesta.- Vamos a seguir con la crisis de los semiconductores durante la primera mitad del año, es muy posible que no se regularice hasta el segundo semestre. Como parte positiva, señalar que tenemos una cartera de pedidos muy importante. Nunca este país ha tenido una cartera como la que tiene ahora mismo y estos coches se terminarán entregando. También es muy importante que se le explique al consumidor que los motores de combustión e híbridos enchufables son parte de la solución hacia ese futuro eléctrico. Pensamos que podría solventar 2022 algo mejor de lo que parece, pero todo depende de que hagamos lo que tenemos que hacer.

P.- ¿Cómo es la cartera de pedidos?

R.- Al final de año pasado se situaba en 250.000 coches. Pensamos que se ha podido incrementar, ya que en estos tres meses se han hecho más pedidos que entregas. En marzo se han vendido unos 60.000 coches y calculamos que se han dado entre 90.000 y 95.000 pedidos. Tenemos así asegurados cuatro meses de venta y se entregarán durante este año en su mayor parte. La parte negativa es que el cliente espera más de la cuenta, pero en el segundo semestre podemos dar unas cifras de ventas que ayudará a las pymes a solventar el año.

P.- ¿Cuánto se tarda ahora en entregar un coche?

R.- En una situación normal se tarda un mes y medio en entregar un coche que no está fabricado. Ahora estamos entre cuatro y seis meses. Incluso en algunos modelos se alarga este periodo. El cliente está siendo paciente y entiende que la situación es muy complicada. No obstante, los clientes pueden estar tranquilos porque vamos a hacer lo posible para que los plazos se reduzcan.

P.- Ha dicho antes que no se espera recuperar este año las ventas prepandemia, pero con la crisis de los chips hasta la segunda parte del año, el paro de transportistas, la invasión rusa… ¿Cuál es la previsión?

R.- A principios de año hablábamos de alrededor de 900.000 unidades. Ahora mismo no vemos nada que nos permita mejorar esa previsión. Tendremos un mercado muy parecido al año pasado y que cae por tercer año consecutivo. Se cronifican las ventas por debajo de un millón, algo que no puede ser para un país moderno que quiere que se reduzcan las emisiones. El mercado natural de un país como el nuestro debe estar entre 1,2 y 1,4 millones de matriculaciones —de turismos y todoterrenos—.

P.- En este contexto y tras decir que se ha confundido al consumidor con qué motorización comprar, ¿qué está pasando con las ayudas a la compra de coches eléctricos?

R.- La generalización es que se está tardando muchísimo tiempo en devolverle al cliente las cantidades. Nosotros le cobramos al cliente el precio del coche y este luego solicita la devolución del importe que le corresponde como subvención del Moves. Se está tardando demasiado y, en muchos casos, el cliente cuando compra un coche eléctrico hace una inversión superior a lo que se puede permitir y necesita el dinero. Tramitar los planes a través de las comunidades autónomas está haciendo que se retrasen mucho las ayudas. Esto provoca que el futuro comprador de un coche eléctrico se eche para atrás porque alguien le ha dicho que las ayudas tardan demasiado. Si queremos que el vehículo eléctrico sea una realidad a corto plazo, tenemos que hacer que las ayudas estén rápidamente en la cuenta corriente del cliente y no establecer tantos trámites burocráticos, que hacen que el consumidor se desespere. En algunos casos, nosotros les tenemos que ayudar poniéndonos en contacto con las propias comunidades autónomas. Hay que subrayar que la parte de infraestructura de recarga del Moves está funcionando bien, pero no tanto en lo que se refiere a la compra de vehículos.

P.- ¿Qué opina sobre que los fabricantes empiecen a apostar por la venta directa?

R.- Es cierto que están testando la venta directa, más que apostando por ella. Lo que están haciendo es aprovechar la introducción del vehículo eléctrico para aumentar las vías directas de llegada al cliente. Nosotros aquí lo que decimos es que tienen que ser muy claros con sus redes de concesionarios para que los empresarios podamos tomar nuestras decisiones. Sabemos trabajar más allá de las marcas, pero bajo ningún concepto admitimos que a nosotros se nos deje la parte de inversión de ladrillo e inmobiliaria y que ellos pretendan quedar con la venta directa. No estamos dispuestos a asumir la parte más costosa. Pedimos a los fabricantes que trasladen a sus concesionarios sus intenciones y que demuestren que están con ellos, como dice la mayoría.

P.- ¿Qué pueden hacer en este sentido los concesionarios?

R.- El reclamo histórico de la patronal es que haya un marco regulatorio para el sector. Hay algunos fabricantes, y todos sabemos de los que hablamos, que tienen que reconsiderar su postura respecto a sus concesionarios. Todo Faconauto está unido en defensa de los concesionarios de Stellantis.

P.- También ha entrado recientemente en la junta directiva de la CEOE, ¿cómo defenderá el papel de los concesionarios desde dentro de la patronal de los empresarios?

R.- Entramos con dos objetivos fundamentales: defender a nuestros concesionarios en todos los ámbitos y que la CEOE defienda a la pyme española. También hay otros mecanismos como mantener una magnífica relación con el Gobierno y todo el arco parlamentario. Debemos mantener también una magnífica relación con todas las asociaciones que integran la CEOE.