El Santander pone fin a la fuga de clientes en España y capta 130.000 en el primer trimestre
El banco eleva a 13,7 millones el número de usuarios en nuestro país, pero continúa perdiendo cuota de mercado en el segmento de los créditos
El Santander ha puesto fin a la fuga de clientes de los últimos años en España y ha captado unos 130.000 usuarios en el primer trimestre de 2022. Con ello, el banco da un vuelco a la tendencia y consigue atraer a más de las cuarta parte de los 400.000 particulares y empresas que en 2021 decidieron darse de baja de sus productos y servicios.
Así, el Santander cuenta en la actualidad con 13,7 millones de clientes en nuestro país, según los datos recabados por THE OBJECTIVE. La entidad presidida por Ana Botín, con esta cifra, es el segundo mayor banco por volumen de usuarios. Solo superada por Caixabank, grupo que perdió unos 300.000 clientes el año pasado, tras la absorción de Caixabank.
Esta captación ha permitido al Santander a aumentar su actividad, clave para el alza de los ingresos. Su saldo de préstamos avanzó hasta marzo un 6% en tasa interanual, hasta 247.700 millones. Mientras, los recursos administrados (depósitos más fondos de inversión) experimentaron un crecimiento del 8,1%, hasta los 370.200 millones.
Los datos publicados por la entidad, incluidos en sus informes de resultados, reflejan que pese a este incremento del negocio tradicional, su cuota de mercado en créditos desciende en 46 puntos básicos, hasta el 17,1%. Sin embargo, en cuentas a la vista y a plazo, su dominio mejoró y asciende al 18,7% del total nacional.
Clientes vinculados y digitales
Gracias a esta ganancia de usuarios y a contratación de productos por parte de los ya existentes, el Santander ha podido seguir elevando el número de clientes vinculados. Un colectivo que en doce meses ha subido hasta los 2,8 millones (un 3%) y que es el centro de la estrategia comercial, debido a que aporta una rentabilidad muy superior al resto.
Asimismo, el banco cántabro también ha aumentado los usuarios digitales, hasta los 5,5 millones, que son también fundamentales para la mejora de los beneficios, ya que generan menores costes operativos en un momento de escalada de la inflación.
Varios están siendo los motores del avance del negocio del Santander en España. Un negocio, eso sí, que previsiblemente reducirá su velocidad por la incertidumbre generada por la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Por un lado las hipotecas, cuya producción registró un incremento del 11% en ratio interanual y duplicó la inversión con respecto al primer trimestre de 2021. Por otro el crédito al consumo, pese a la inestabilidad sobrepasó los niveles prepandemia. Y por último, el segmento de tarjetas y de transferencias del banco, al igual que determinados productos para las empresas -como factoring– experimentaron también fuertes ascensos.
Los nubarrones de la guerra de Ucrania, por contra, resintieron la actividad del Santander en fondos de inversión en los primeros compases de este ejercicio, como consecuencia de la volatilidad de los mercados. Su volumen cayó por primera vez en siete trimestres.
Menos optimismo
El banco confía en que toda esta incertidumbre se disipe en el corto o medio plazo y que la inflación vuelva a normalizarse, aunque se muestra menos optimista sobre la evolución de la economía que en ocasiones anteriores. Si bien, espera que España siga creciendo, aunque a ritmos menores de los estimados, y ayude a algunos sectores a recuperarse de la covid.
Una recuperación que, por ahora, permiten al Santander no preocuparse demasiado por la escalada de la morosidad, especialmente en la financiación avalada por el Estado, cuyos titulares han tenido que empezar a pagar la totalidad de las cuotas este mes de abril. «No soy particularmente pesimista», señaló ayer el consejero delegado del grupo, José Antonio Álvarez.
El directivo descartó, por otra parte, que la entidad vaya a ejecutar un nuevo plan de despidos ante la presión que está ejerciendo la inflación en los costes. Pero, Álvarez admitió que el Santander tendrá que analizar bien todas las partida para gestionar los gastos. Algunos de los competidores ya han adoptado algunas medidas.
Hay que recordar que en 2021 el banco materializó un ERE para unos 3.500 trabajadores y cerró un millar de sucursales en España. Una iniciativa que fue imitada por la mayor parte del sector, que puso en marcha salidas para 19.000 empleados y la clausura de más de 4.000 oficinas. El Santander también recortó su estructura en otros países donde opera, como Portugal, Reino Unido, Polonia y EEUU.