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La invasión de Ucrania costará 1.200 millones de euros a los bancos españoles

El sector tendrá que provisionar este dinero ante el deterioro de la economía tras la guerra en vísperas de que la morosidad suba por los créditos ICO

La invasión de Ucrania costará 1.200 millones de euros a los bancos españoles

Los presidentes de Caixabank, José Ignacio Goirigolzarri; de Santander, Ana Botín; y de BBVA, Carlos Torres. | EFE

Los bancos españoles afrontan unas pérdidas de 1.200 millones por los efectos de la guerra de Ucrania. Un agujero que podría aumentar en función de la evolución del conflicto bélico y de las consecuencias. En una primera estimación, según calculan expertos consultados por THE OBJECTIVE, estas son las provisiones que el conjunto del sector tendrán que realizar para cubrir impagos.

Este importe ha sido realizado teniendo en cuenta las dotaciones que ya han anticipado tanto Caixabank como BBVA en el primer trimestre del año. El primero ha reservado 214 millones y el segundo, 200 millones. Unos fondos que servirán para atender el eventual deterioro de los activos por la ralentización de la economía y la subida de los precios.

Ambas entidades cuentan con un tamaño similar, Caixabank tiene una menor diversificación geográfica. Apenas tiene presencia en Portugal. Por su parte, BBVA está presente en México, Turquía y otros mercados latinoamericanos, que contribuyen con la mitad de su balance. Y del total de las provisiones que ha realizado, 97 millones corresponden a su negocio en España.

Santander, el más afectado

Teniendo en cuentas estas diferencias y algunos aspectos de la actividad de cada banco, los analistas consultados por este periódico, señalan que el Santander tendría que materializar un colchón de unos 400 millones; el Sabadell, de unos 75 millones; y el resto de bancos –Bankinter, Unicaja, Abanca, Kutxabank, etc-, de cifras inferiores, que no llevan de forma individual a 50 millones.

Esta hucha se sumará en parte a las provisiones extraordinarias que todos los bancos tuvieron que llevar a cabo en los primeros meses de la pandemia, que ascendieron a unos 8.000 millones. Un colchón con el que ahora el sector respira tranquila, ya que los efectos serán menores de los previstos y este dinero cubrirá de sobra el alza de la morosidad. Un crecimiento que empezará a aflorar a lo largo de este verano, una vez que las insolvencias de los créditos avalados por el Estado (ICO). Además, los impagos ya están repuntando en las hipotecas.

Dos factores, a los que ahora se une, la pérdida de poder adquisitivo de las familias por la escalada de la inflación y la menor capacidad de las empresas para invertir. Los bancos han comenzado a hacer cálculo sobre este impacto en sus carteras de financiación tanto a compañías como a particulares.

Estos serán los efectos más significativos por la invasión de Ucrania, que tienen que ver con el menor crecimiento de la economía. Hay que destacar que los bancos españoles, a diferencias de otras europeas, tienen una exposición directa prácticamente insignificante a clientes rusos, que son los que están afectados por las sanciones impuestas por la Comisión Europea y otros países.

En conjunto, el sector financiero nacional tiene préstamos con usuarios soviéticos por importe de 700 millones. Del total, Caixabank tiene el riesgo más elevado, que alcanza los 185 millones. Este importe es más del doble de la financiación que tiene otorgada a dicho colectivo tanto BBVA como el Santander.

La mayor parte de los bancos asume que la morosidad, que hasta ahora se mantenido controlada y a la baja, experimentará a partir de ahora un ascenso. Las estimaciones apuntan a que, sin tener en cuenta los efectos de la invasión de Ucrania, el ratio de dudosidad alcanzará el 6 o 7%.

En la actualidad, este parámetro se encuentra ligeramente por encima del 4%, tras haber mantenido una tendencia positiva desde el inicio de la pandemia. Los pronósticos son mucho mejores que los llevados a cabo al comienzo de la covid, ya que las previsiones vaticinaban que el ratio podría alcanzar el 12%, cerca de los niveles máximos de la crisis financiera.

Trasvase de dotaciones

Ante esta mejora de las expectativas, algunos bancos se planteaban liberar parte de las provisiones extra efectuadas en 2020. Sin embargo, la incertidumbre derivada de la guerra ha modificado en parte algunos planes. Aunque no todos. Por ejemplo, Caixabank traspasado dotaciones de la pandemia para llenar la hucha para hacer frente a los efectos de la invasión.

Otras podrían hacer lo mismo y podrían trasvasar dinero de un colchón a otro. El Santander, de hecho, había apuntado a que tenía intención de liberar entre 700 y 1.000 millones de provisiones covid, ya que las consecuencias no iban a ser tan negativas como las anticipadas en un primer momento. Un dinero que, en principio, iba a servir para impulsar su beneficio y que ahora podría tener que destinar al nuevo fondo por la guerra. O al menos una parte importante.

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