Daniel Lacalle: «En España queremos la rigidez laboral de Grecia y el gasto público de Bélgica»
El economista publica el libro ‘Haz crecer tu dinero’, en el que ofrece fórmulas para invertir al pequeño capital y repasa la actualidad con su acentuada vis liberal
Daniel Lacalle analiza las oportunidades que ofrecen los mercados, así como la situación de la economía española, europea y mundial sin paños calientes. Economista reconocido por su acentuada vis liberal, Lacalle acaba de publicar un nuevo libro en el que, bajo el título Haz crecer tu dinero, no solo ofrece fórmulas para invertir al pequeño capital, sino que hace un repaso por las grandes autoridades económicas y se muestra crítico con el BCE.
En la charla que mantiene con THE OBJECTIVE, Lacalle pone también bajo su lupa la acción del actual Gobierno de Pedro Sánchez y de su ministro de Seguridad Social, Jose Luis Escrivá, de quien subraya que hubo un antes y un después y afirma que él prefiere el Escrivá de antes, cuando dirigía la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF). También se refiere a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, a la que hace prácticamente una enmienda a la totalidad en sus políticas. Entre sus consejos a los pequeños ahorradores destaca que ninguna cantidad es pequeña para invertir, ni tiene que proceder de un gran esfuerzo de ahorro.
Pregunta.- Usted anima a invertir en su último libro, Haz crecer tu dinero, pero… ¿no se ha convertido en algo casi inalcanzable en España, donde muchos ni siquiera para quienes tienen capacidad de ahorro?
Respuesta.- Para invertir no tienes que tener una cantidad preasignada para ahorrar. Es parte del error: la gente cree que no se puede invertir si no tienes una cantidad grande de ahorro, pero en España hay más de un billón de euros en depósitos. La gente acumula una gran cantidad de ahorro en depósitos. Creen que si invierten no tienen disponible su dinero, cosa que no es cierta, porque puedes retirar tu dinero el mismo día -si lo necesitas- de tus fondos de inversión. Por otra parte, también se cree que tener el dinero en depósitos te da más seguridad, cosa que tampoco es cierta: entre la inflación y los costes de los depósitos, se viene abajo esta teoría. Es una percepción de hace relativamente poco, porque los españoles, históricamente, con bastante menos capacidad de ahorro, invertían en ladrillo, para protegerse de la inflación, de la depreciación de la peseta, etc. Con el euro estable, tipos bajos y a la vez baja inflación, tus depósitos no perdían valor. Pero es que tus depósitos el año pasado perdieron un 6,5% y éste te perderán un 8%.
P.- Pero sigue habiendo gente que no tiene grandes cantidades para invertir, ni siquiera para tener el dinero en depósitos…
R.- No hay cantidad pequeña para invertir. Todo el mundo ha empezado a invertir cantidades pequeñas. Además, mantener el dinero en depósitos es una decisión de inversión muy arriesgada con este nivel de inflación.
P.- En el libro señala usted el papel inexistente del sector público cuando se habla del pacto de rentas, como instrumento para luchar contra la inflación…
R.- ¡Claro! Nos están hablando todos los días de un pacto de rentas que en el sector público no está. Te están diciendo que hay que bajar los salarios de los ciudadanos en términos reales y los márgenes de las empresas, en términos reales y nominales, pero el sector público no está. Está aumentando su gasto, su déficit…¿Qué clase de pacto de rentas es ese en el que el 50% del PIB no entra? ¡Eso no es un Pacto de nada! Pero el pacto de rentas en sí mismo no tiene ningún sentido, cuando los márgenes empresariales están destruidos por la inflación y las empresas están un 20% por debajo de sus niveles de beneficios antes de la pandemia. Las empresas han tenido en estos últimos años aumentos de los costes laborales. No se puede hablar de un pacto de rentas en el que paga el sector privado y el público cobra mucho más, porque las estimaciones hablan de entre 12.000 y 13000 millones de euros de recaudación más, simplemente por no deflactar la tarifa.
P.- ¿Las medidas que ha tomado el Gobierno hasta ahora se quedan cortas o más bien cree que van en la dirección contraria a las que debieran tomar?
R.- No son medidas para controlar la inflación. Son una combinación de actuaciones que buscan preservar o aumentar la demanda, por lo que no reducen la inflación y sí aumentan el gasto público. Y todo eso impacta en la inflación estructural, o subyacente. Lo que habría que hacer es reducir masivamente los impuestos.
P.- Justo el Gobierno dice que no se puede hacer, porque eso aumentaría la inflación…
R.- ¿Y aumentar el gasto sí se puede hacer? Primero: Reducir los impuestos no es aumentar la cantidad de dinero, que es la misma, sino permitir que permanezca en los bolsillos de los que lo ganan. Segundo: aumentar el gasto público sí aumenta la
inflación, porque se financia con deuda y con mayor uso de reservas monetarias. España tiene más inflación subyacente que la media de la eurozona y otros países comparables, porque tiene toda una cadena de gasto que consume muchas más
reservas monetarias de las que genera. Eso es inflacionario. Devolver un poco del
dinero que ya han pagado los ciudadanos no lo es.
P.- ¿Qué va a pasar en España cuando el Banco Central Europeo deje de comprar deuda, el próximo mes de junio?
R.- Lo primero es que España se va a financiar mucho más caro. Eso no significa que la deuda total ya emitida vaya a costar más cara, pero el gran problema con el que nos encontraremos es que el Gobierno ha duplicado el déficit estructural desde que llegó. Ahora mismo, el déficit estructural de España es superior a los 50.000 millones de euros. No solo aumenta la cantidad que gasta, sino que el coste de la financiación es cada vez más alto. Por tanto, la insostenibilidad de las cuentas públicas es mayor. Lo que ha demostrado este Gobierno y el anterior también, es que la consolidación fiscal vía ingresos, es decir, aumentando los impuestos, no ocurre y el déficit estructural, que se genera, crezcas o no, se multiplica.
P.- ¿Tiene sentido la propuesta de Fedea de revalorizar pensiones y salarios de funcionarios de acuerdo con la inflación subyacente y no con la el IPC general?
R.- Bueno, la subyacente es un 4,4%. En cualquier caso, lo que está poniendo en evidencia Fedea en su tradicional estatismo es que es imposible revalorizar pensiones y salarios públicos con la inflación, como venimos diciendo. Esas dos partidas te arrastran el déficit estructural a un nivel mayor todavía.
P.- Tal como dibuja el panorama ¿animaría a comprar deuda pública española?
R.- Hay mejores opciones que la deuda pública española y que la europea, también. Porque la deuda pública, tanto española como europea, tiene cupón o rentabilidad anual muy inferior a la inflación y, en algunos casos, es hasta negativa en términos nominales. Hasta ahora, los que compraban bonos con rentabilidad negativa, apostaban a que, como los compraba todos el BCE, el precio del bono compensaba que el cupón fuera negativo. Pero eso ya no ocurre y la rentabilidad va a seguir siend negativa, por lo que recomendaría mejores inversiones fuera de la deuda soberana.
P.- ¿Qué consejo de inversión le daría a un pequeñísimo ahorrador español, que se inicia en la inversión de su poco capital?
R.- Primero, que no le tenga miedo a invertir. Todos los patrimonios del mundo se han creado desde cantidades pequeñas, tomando un riesgo calculado y aprendiendo de los errores. En segundo lugar, que no piense que todo va a ir mal.
P.- Pues si vuelve sus ojos al Ibex en los últimos tiempos…no parece que anime a invertir.
R.- Como digo en el libro, pensar en el Ibex como un índice de alta revalorización es una equivocación, pero dentro del Ibex hay valores que estaban a máximos históricos hasta hace relativamente poco. Es importante ser selectivo, no mirar al índice como cualquier cosa que hay en el Ibex y, por último, en aquellas empresa del Ibex que son muy maduras, que no son de crecimiento, pero son maduras, tienes buenas oportunidades en renta fija.
P.- ¿Cómo detectar esas oportunidades?
R.- En la propia estrategia de muchas de esas empresas te lo están explicando. Si el objetivo de una gran empresa es reducir endeudamiento, mejorar el balance y fortalecer la estructura financiera de la empresa, te está diciendo claramente que es una excelente oportunidad comprar sus bonos, pero a lo mejor, no sus acciones. El Ibex se entiende desde el ciclo que siguen todas las empresas: nacimiento, crecimiento, maduración y obsolescencia. En el Ibex casi todas las empresas están en maduración. Los inversores, que tenemos cierta edad, hemos visto cuando esas empresas estaban creciendo en el exterior y entonces cogían mucho, no van a seguir haciéndolo ahora. Hay que ser conscientes de lo que son bancos, empresas muy sujetas a regulación, etc. Pero no solo le pasa al Ibex; le pasa al CAC 40, en Francia, por ejemplo.
P.- ¿Le preocupa la inversión y gestión pública que vaya a hacer de las pensiones en España, cuando se canalice todo hacia el superfondo?
R.-¡Claro! En los países donde el sector público gestiona una parte del sistema público de pensiones ¿quién gestiona esos fondos? No son políticos, sino profesionales y empresas privadas, en su gran mayoría. Me parece muy peligroso. Decía el ministro Escrivá que esperaba una rentabilidad media del superfondo de pensiones del 3% anual, cuando la rentabilidad del Ibex es negativa…
P.- Entonces el ministro Escrivá está partiendo de supuestos falsos …¿se trata de una mentira con dolo, una mentira piadosa o, sencillamente, no ha echado las cuentas antes de lanzar esas propuestas?
R.- Había una película de los años 80 que se llamaba Kramer contra Kramer y yo, cada vez que escucho declaraciones de Escrivá pienso en Escrivá contra Escrivá: las cosas que decía en la AIReF y las que dice en el Gobierno. Hay un proceso de divorcio intelectual. Yo prefiero al Escrivá de la AIReF, que sabe perfectamente que la rentabilidad de los fondos de pensiones, de por sí es baja, porque están invertidos en renta fija, pero además, que no tienen ninguna intención de gestionar los fondos de pensiones como lo hace Norges, con el fondo de pensiones noruego, donde son profesionales independientes, del sector privado, quienes toman las decisiones. No vienen dictadas por los poderes públicos. En Noruega no hacen política con los fondos
de pensiones.
P.- En la comisión de expertos que ha asesorado al Gobierno para una futura reforma fiscal ¿se ha pasado de puntillas por determinados aspectos que desincentivan la inversión, como la fiscalidad de los planes de pensiones, o la demonización de las
Sicav?
R.- ¡Claro! Los expertos que eligió cuidadosamente María Jesús Montero, para que dijesen exactamente lo que ella quería, ¡y encima le salió mal!, porque se le fueron dos… Ha ocurrido algo muy típico de España: se centra todo el debate en que exigen una brutal subida del Impuesto de Sucesiones y el Impuesto sobre el Patrimonio, pero no se está hablando sobre la penalización del ahorro a través de esa demonización. El caso de las sicav es paradigmático en España. Se ha dinamitado a casi todas las sicav, se han perdido casi el 70%, y el efecto recaudatorio ha sido inexistente. El problema es que hablan de medidas fiscales que hacen mucho más daño que lo que van a generar. ¿Por qué no hacemos como en Francia, que se han generalizado las sicav? El problema del intervencionismo es que siempre piensa que la situación actual es natural; no viene generada por toda una cadena de incentivos y que si te ponen escollos, no pasa nada. ¡Y claro que pasa!
P.- Menciona usted en su libro determinados frenos a las inversiones, regulatorios o de todo tipo. ¿Cree que se están frenando esas inversiones en España?
R.- El impacto de este tipo de cosas no se ve en el primer mes, pero es evidente que España va perdiendo peso en tanto que foco de inversión adicional. Los gobiernos, con el riesgo regulatorio, te dicen que este año ha subido la inversión, pero no están comparando ni con la tendencia global, ni con la tendencia europea ni con el potencial que había. Suelen decir eso de «si no miras el año en el que perdimos un 10,8 de PIB, estamos creciendo más que nadie»… Los Gobiernos perciben que el riesgo regulatorio es algo que las empresas tienen que aguantar y, si no lo aguantan, es mejor que no inviertan. La consecuencia es que tenemos un déficit de inversión, comparado con países de nuestro entorno con los que deberíamos compararnos. Pero los Gobiernos, tras un hachazo regulatorio, tienden a decir que no ha pasado nada. Y lo dicen en España, que sigue teniendo el nivel de paro y de déficit de inversión que tiene.
P.- ¿Los cambios de regulación asustan a la inversión extranjera porque generan inseguridad jurídica?
R.- El problema no es la inversión extranjera, sino la inversión doméstica. Lo que realmente está pasando es que las empresas españolas invierten menos en España y más en el extranjero ¡Ese es el problema! En España, ir añadiendo riesgo regulatorio sobre riesgo regulatorio afecta al potencial de inversión, de empleo y de crecimiento no sólo del sector afectado por el cambio regulatorio, sino de todos, porque si el Gobierno anuncia que va a meter un hachazo a las renovables, hidráulicas y las nucleares. ¿Creéiss que el sector de las telecomunicaciones no va a pensar que ellos pueden ser los siguientes? Eso se ve en la tendencia. Y la tendencia de España es que, estando en la UE, nos vamos quedando atrás y nos va sobrepasando Eslovenia, el otro y el otro… Estamos en estancamiento y, para mí, el estancamiento no es una opción para un país que tiene alto potencial de crecimiento. Se nos vende el estancamiento como el fruto del consenso, que hemos estado peor, etc. Tenemos que buscar ser mejores y estamos perdiendo muchas oportunidades.
P.- ¿Ser mejores cambiando nuestro modelo productivo? Todos los Gobiernos hablan de ello, de ese cambio de modelo productivo, pero luego no lo materializan…
R.- El concepto de modelo productivo, en sí mismo, es un poco estalinista. Parece que se va a reunir un Consejo de Ministros y van a saber exactamente dónde va a estar el país dentro de 20 años. Felipe González cuenta que él reunió a los mejores expertos en Economía, para identificar los sectores en los que había que apostar en España y no se pusieron de acuerdo. En lo único que hubo consenso fue en que había un sector que no tenía ningún futuro, el sector textil. Y, desde aquella época ¿cuál es la mayor
multinacional que ha surgido? ¡Inditex, el textil! El objetivo de un Gobierno no debe ser decidir la aparición de un determinado modelo productivo, sino facilitar el desarrollo del que surja. ¿Acaso el Gobierno de EEUU sabía que Facebook, Tesla, Amazon, Google, etc. iban a ser lo que son? No. Pero dejaron que ocurriera. El problema, en España es el dirigismo. Hay que dejar que respire el talento y la inversión y ya vendrá el cambio de criterio de patrón de crecimiento.
P.- La cuestión es que, si dependemos del turismo, el sol y las playas, llega una pandemia y se nos cae el PIB a plomo…
R.- Yo nunca he visto en Arabia Saudí o en Emiratos quejarse porque dependen mucho del petróleo. El turismo es nuestro petróleo. Y el turismo es nuestra tarjeta de presentación. Denostar el turismo es una locura, pero no es que dependamos del turismo, sino que no estamos permitiendo vía fiscal, burocrática, etc. que otros muchos sectores funcionen y tiren con fuerza. La excusa de que caemos más porque dependemos más del turismo se rompe cuando comparas con Grecia o con Portugal, que lo han hecho muchísimo mejor durante la pandemia y dependen muchísimo del turismo. La culpa no es del turismo, que es un sector innovador, con un valor añadido maravilloso.
P.- Ha citado dos países -Grecia y Portugal- cuya economía fue intervenida por las autoridades europeas y que no han sido dueños de todas sus decisiones económicas no hace mucho…
R.- Yo prefiero que los políticos a los que elegimos se equivoquen y poder echarles la bronca a que me digan que esto lo dicen los hombres de negro, de azul o de verde. Pero la idea de la intervención tiene doble cara. Hay países a los que se intervino, como Irlanda, que ha salido mucho más fuertes y mejor, bajando impuestos y conteniendo el gasto y hay países, como España, en los que hemos tenido una intervención limitada al sector financiero, que no salimos mejor. No es la intervención la que mejora la economía, sino las políticas que se llevan a cabo para ajustar los problemas estructurales.
P.- Menciona usted en su libro el riesgo de que un banco central, en lugar de ser proveedor de liquidez de último recurso lo sea de primer recurso ¿Se refiere al BCE? ¿Qué está haciendo peor el BCE que la Reserva Federal de EEUU?
R.- La Reserva Federal es el único Banco Central del mundo que mira constantemente a la demanda global de dólares. Está constantemente en el estatus de reserva de valor y de reserva mundial del dólar. En el pico máximo de recompras de la Reserva Federal siempre ha habido demanda del sector secundario. El problema del BCE es que ha ido aal 100% de las emisiones netas de los Estados durante demasiado tiempo. Por tanto, el BCE no sabe cuál es la demanda global de euros. La reserva Federal ve todos los días que sube el bono a diez años de EEUU y sube el índice del dólar, o sea que se fortalece el dólar. En cambio, el BCE ve cómo los bonos soberanos están subiendo y el euro baja. Eso es super peligroso, porque la idea de que un Banco Central puede jugar a ser la Reserva Federal sin prestar atención a la demanda global de su moneda es muy atractiva, pero es falsa.
P.- ¿Y quién le dice al BCE que se equivoca y que debe cambiar de rumbo?
R.-En Europa se ha establecido el ideario económico de que no se puede criticar al BCE. Pero se puede y se debe criticar y quienes lo hacemos queremos que el euro se fortalezca como moneda de reserva del mundo. Y estamos viendo que el BCE no solamente va muy por detrás de la Reserva Federal, sino que además se está poniendo en peligro al euro como moneda de reserva mundial, porque lo que se utiliza el euro no es ni la mitad de lo que se utiliza el dólar en las operaciones mundiales.
P.- ¿Percibe los créditos ICO como una ayuda o como una oportunidad perdida?
R.- El problema de los ICO y de los fondos europeos también es que es imposible que se cumplan los objetivos del que los diseñó, porque el dirigismo nunca da frutos. El que dirige siempre le echa la culpa del fracaso a cualquier cosa, excepto Alvargonzález sistema burocrático, etc. Los préstamos ICO son un parche, pero las tramas burocráticas y administrativas y los requisitos exigidos limitan quizás al 50% del posibles empresas solicitantes. La probabilidad de que las empresas que accedan sea zombifiquen es muy alta. Y la probabilidad de fracaso es muy alta, porque se suelen apuntar hacia los sectores donde ya hay un exceso de interés. Por ejemplo: tú planificas para digitalización y energías limpias ¿Cuándo ha habido problema para invertir dinero a mansalva para digitalización y para energías limpias? Nunca. Se reorientan fondos hacia sectores que no los necesitan, para ahogar a los sectores que sí los pueden necesitar.
P.- ¿Augura un fracaso de la gestión de los Fondos Europeos en España, entonces?
R.- Los fondos europeos aquí van fatal…Al bajo nivel de ejecución le añadimos las capas de burocráticas extremas… Los fondos europeos no van a funcionar en España, ni en Italia, ni en Portugal, ni en Francia ni en Alemania. Y todos por lo mismo…
P.- Las noticias que llegan es que Italia ha hecho bien el reparto de los fondos europeos hasta ahora..
R.- Italia es una economía maravillosa, porque llevan yendo bastante bien y son exportadores, con unas empresas excelentes, a pesar del Gobierno. Están acostumbrados a desarrollarse como economía hacia el exterior y a pesar del Gobierno. A Italia le va a ir bien. El problema somos nosotros. En España queremos la rigidez laboral de Grecia, la burocracia de Francia y el gasto público de Bélgica. Siempre comparamos nuestros parámetros con aquellos que los tienen peor. Tenemos que cambiar ese chip de que vendrá un Gobierno y decidirá que España sea lo mejor. Hay que facilitar a las empresas su actividad, no dirigirla.
P.- En este duelo de titanes que se está desarrollando entre EE.UU y China ¿En qué lugar queda la UE?
R.- La UE no es que haya perdido la batalla tecnológica, es que no se ha presentado. Eso es un problema muy grande a medio y largo plazo. Estados Unidos y China están condenados a entenderse. Y, siendo precisos, China no es realmente un competidor de EEUU, porque China tiene muchas cosas muy positivas, pero no tiene innovación y creación; tiene implementación, pero creación, muy poca. Ambas potencias van por su lado. China ha crecido sin que haya habido una planificación dirigida, sino porque se han incorporado una serie de casualidades, entre las que se incluye un problema entre EEUU y China de robo de propiedad intelectual. La UE, en medio de todo esto, está perdida. Tiene empresas tecnológicas que están haciendo cosas interesantes, pero su peso y su valor son realmente bajos.