Los bancos se abren a subidas de sueldos y nuevas contrataciones tras 19.000 despidos
Las patronales del sector se reunirán el 25 y el 8 de junio con los sindicatos para abordar ambas medidas con las que mejorar el clima laboral en el sector
Los presidentes de Caixabank, José Ignacio Goirigolzarri; del Santander, Ana Botín; y de BBVA, Carlos Torres. | EFE
Los bancos han decidido abrir mesas de negociación con los trabajadores para abordar una posible subida de los sueldos y llevar a cabo contrataciones de personal. Las patronales del sector, CECA y AEB, se sentarán en las próximas semanas para iniciar las conversaciones con los sindicatos. En concreto, la confederación que agrupa a las antiguas cajas de ahorros comenzará este proceso el día 25 de este mes. Por su parte, la asociación que engloba a la banca lo hará el 8 de junio, según ha podido saber THE OBJECTIVE.
Estas negociaciones se producen en plena recta final de los ajustes pactados a finales de 2020 y 2021 en los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE). Unos acuerdos que conllevarán la salida de más de 19.000 empleados en todo el sistema financiero. También se suceden tras el invasión de Ucrania y las consecuencias sobre la escalada de la inflación, que está reduciendo el poder adquisitivo de todos los trabajadores, también los del sector bancario.
En estas circunstancias y ante las constantes reclamaciones de los sindicatos, las patronales de los bancos han accedido a sentarse en una mesa para intentar acercar posturas. Si bien, ello no presupone de antemano que vaya a aceptar las propuestas planteadas. De hecho, fuentes financieras sostienen que las reuniones son un observatorio y que no significa que vaya a haber siquiera una negociación formal. No obstante, su actitud será positiva, ya que los bancos tienen la necesidad de solucionar el mal clima laboral denunciado en los últimos meses por los empleados.
Revisión de partidas extraordinarias
La plantilla, a través de las organizaciones sindicales, está pidiendo varias medidas. Por un lado, un aumento de las retribuciones del convenio sectorial. Un alza que se llevaría a cabo a través de una especie de dividendo social mediante varias partidas. La primera, la revisión de las partidas extraordinarias por kilometraje o por teletrabajo. Hace semanas, con motivo del encarecimiento de los carburantes, ya reclamó una subida de la compensación por el uso del coche propio para trabajar. También de los planes de pensiones.
Con esta medida se paliaría la brecha salarial y se premiaría el incremento de la carga laboral de los trabajadores. Algo que, a juicio de CCOO, es posible gracias a la mejora de los beneficios esperada por la repentina remontada del euribor ante el pronta subida de los tipos de interés. Unos tipos que llevaban en negativo desde hace seis años y que, tras su vuelta al terreno positivo, elevará los márgenes y, por tanto, los ingresos de los bancos.
La segunda, el aumento de los sueldos propuesto por los representantes de los trabajadores podría incluir un pago extraordinario; y la tercera, la eliminación de algunas restricciones a determinadas partidas.
Por otro, la contratación de personal para cubrir vacantes por las prejubilaciones y los despidos llevados a cabo en los últimos meses. De hecho, distintas entidades ya han tenido que poner en marcha procesos de selección de nuevos empleados, admitiendo así que en los recortes se pasaron de frenada. BBVA, por ejemplo, está inmerso en un plan para añadir 350 gestores comerciales y el Santander, a unas 300.
Por último, los sindicatos pondrán sobre la mesa de negociación un cambio en el modelo de negocio de los bancos para permitir que sean empresas laboralmente sostenibles. Al igual que se especifique de alguna manera condiciones para que los trabajadores puedan desarrollar una carrera profesional en el sector.
Los convenios de los bancos y de las antiguas cajas de ahorros, acordados el año pasado subidas salariales del 0,75% y un 1% para los empleados en 2022, respectivamente. Un alza que alcanzará el 1% y el 1,25% en cada caso, en 2023. Un nivel que se aleja sustancialmente de las proyecciones manejadas sobre la inflación para el conjunto de los dos ejercicios.
Según las estimaciones del Gobierno, los precios se incrementarán de media en 2022 un 6% y se reducirá hasta un crecimiento del 2% el próximo año. Unos cálculos dependerán en gran medida por las decisiones adoptadas por el propio Ejecutivo para mitigar los efectos de la guerra. Unas medidas que aún no han empezado a surtir un impacto positivo.
Necesidad de recortar gastos
La negociación entre los bancos y los sindicatos no será fácil y que lleguen a un entendimiento requerirá de flexibilidad en sus posturas. Hay que tener en cuenta que el sector financiero se enfrenta a un contexto de subida de costes como todos los sectores. Y los despidos los materializó para, precisamente, mejorar la eficiencia operativa a través de una disminución de gastos.
Las entidades ya han reconocido que mirarán con lupa cada uno de los costes para poder rebajar esta partida y, así, incrementar la rentabilidad con la que atraer inversores. De hecho, hay bancos que ya han adoptado medidas drásticas y sorprendentes. Así, BBVA ha quitado el agua envasado gratuito para los empleados con el fin de ahorrar y, también, de adaptarse al nuevo entorno cada vez más limpio con el medio ambiente.
