Los bancos españoles se embolsarán 7.500 millones en dos años gracias al euribor
Las entidades mejorarán un 25% la facturación que consiguen por los préstamos y neutralizarán por completo el golpe de los últimos seis años
Los bancos españoles se ‘forrarán’ con la escalada del euribor. Tras muchos años esperando a que el Banco Central Europeo (BCE) suba los tipos de interés, todo apunta a que esta vez es la vencida. Y el indicador que mide la mayor parte de los créditos variables ya lo refleja en su cotización, un hecho que supondrá una fuerte subida en las cuotas que pagan los clientes. El mercado estima que este índice alcanzará a finales de 2023 el 1,5%. Un nivel que, de confirmarse, permitirá a las entidades embolsarse 7.500 millones más en dos años.
De acuerdo con las estimaciones de las propias entidades y de los analistas recabadas por THE OBJECTIVE, estos serán los ingresos adicionales que obtendrá el conjunto de los bancos de nuestro país por este efecto. Un dinero que elevará en un 25% la facturación que suma en la actualidad el sistema nacional por su operativa tradicional. El ejercicio pasado esta partida sumaba casi 30.000 millones, tras haberse reducido considerablemente desde 2016. Desde entonces y hasta abril de 2022, el euribor ha estado en terreno negativo, lo que ha tenido un efecto demoledor para las cuentas de las entidades. Lo recaudado por los créditos ha bajado un 18%.
Las tornas ha cambiado considerablemente a raíz de la invasión de Ucrania, que ha disparado la inflación y va a obligar al BCE a mover ficha mucho antes de lo esperado hasta entonces. Con ello, los bancos en 24 meses neutralizarán todo este impacto e, incluso, ingresarán por los productos financieros más dinero que en 2016.
2.800 millones, prácticamente garantizados
Con el nivel alcanzado por el euribor hasta la fecha (ha pasado de un 0,48% negativo a un 0,28% en un año) las entidades conseguirán unos ingresos de unos 2.800 millones. Un botín que irán acumulando con tiempo con el aumento de las cuotas y las revisiones de la condiciones de los contratos. Los créditos hipotecarios que se actualicen en julio, por ejemplo, se encarecerán de media 600 euros.
El mercado, además, da por hecho que este indicador seguirá al alza y no se descarta, incluso, que avance más de las previsiones actuales. No descarta que el aumento de los tipos por parte del BCE llegue a ser mayor de lo pronosticado ahora. Eso sí, prevé que ya en 2024 se estabilice y apenas crezca.
Los bancos españoles serán los grandes beneficiados por la acción del BCE al tener en cartera un porcentaje más elevado de préstamos variables, sobre todo por el peso de las hipotecas. En torno a un 53% de la financiación que tiene concedida tiene que ser revisada cada cierto tiempo. Y, por tanto, las cuotas de los clientes suben o bajan. En el caso de los préstamos inmobiliarios, el porcentaje es aún superior y alcanza el 75% del total.
Los ingresos de los bancos podrían ser mayores en los próximos dos años si hubieran seguido impulsando la comercialización de financiación variable. Desde que el euribor entró en terreno negativo todas las entidades potenciaron la venta de los créditos fijos, lo que ha llevado a éstos a representar cerca de la mitad del total, frente al menos del 30% de hace seis ejercicios.
Este giro en su política comercial tenía el propósito de garantizarse un mínimo de facturación durante la etapa del euribor bajo cero. Ahora, han vuelto a modificarla y apuestan por los préstamos variables, bajando sus precios y subiendo el de los créditos fijos.
La entidad que logrará buena parte de la facturación adicional será Caixabank, que podrá ingresar unos 3.000 millones adicionales. Esta mejora ha tenido su reflejo en el nuevo plan estratégico, que le facilitará repartir un dividendo de 9.000 millones hasta 2024, incluida una recompra de acciones de 1.800 millones.
De entre los grandes, BBVA llenará su bolsillo con unos 1.400 millones, mientras que el Santander, con unos 1.200 millones. Ambos captarán este dinero adicional solo por su negocio en España. En otras geografías, como Estados Unidos, Reino Unido o México, sumarán otros importes en función de la evolución de la política monetaria de dichos países. En el caso del Sabadell, al menos 17o millones. Por último, Bankinter aumentará la partida en cerca de 130 millones.
En los últimos ejercicios, los bancos han reclamado en reiteradas ocasiones al BCE a que incrementara los tipos de interés y dejara a un lado la política monetaria expansiva. Esta situación estaba lastrando considerablemente su cuenta de resultados y, por ende, su rentabilidad. En julio está previsto que el organismo comunitario realice la primera de las subidas.