Indra pierde interés para los inversores: se deja 240 millones en bolsa tras el asalto de Moncloa
Esta semana se han publicado una serie de informes de analistas preocupados por la crisis de gobernanza y que desaconsejan invertir en la tecnológica
El daño reputacional que el Gobierno ha hecho en Indra con el cese de cinco consejeros independientes se ha transformado en un grave perjuicio para el negocio de la compañía. Siete días después de la Junta de Accionistas en la que la Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI), junto con Amber y SAPA, dio un golpe de timón, la tecnológica ha perdido 240 millones de euros de capitalización bursátil, un 13% de su valor previo al asalto del Ejecutivo.
Es una «moción de censura del mercado en toda regla», dice un inversor a THE OBJECTIVE. El problema, explica, es que no solo se ha tenido que asumir una caída de hasta el 21% el día posterior a la Junta de Accionistas, sino que durante las cinco jornadas bursátiles restantes el valor no se ha recuperado.
De hecho, las fuentes consultadas indican que el sentir de los inversores puede influir en la investigación que está llevando a cabo la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para determinar si hubo acción concertada entre los tres socios que votaron a favor de la salida de los independientes cesados –Alberto Terol, Enrique de Leyva, Ana de Pro y Carmen Aquerreta– y de Isabel Torremocha, que no fue renovada.
Renuncia de consejeros
Esta investigación continúa su marcha -con varios requerimientos que irán a más durante esta semana- y según ha sabido este diario, sin plazo para dar alguna resolución, algo que podría intranquilizar al mercado y a las decenas de voces que piden que se obligue al Gobierno a lanzar una opa sobre el total de Indra. Esto supondría equiparar su poder dentro del consejo con el control accionarial de la compañía tecnológica.
El viernes pasado, la CNMV ya pidió información a Indra, al mismo tiempo que el Partido Popular (PP) exigió una investigación por acción concertada. El lunes y el martes se conocieron las salidas de dos nuevos consejeros (Ignacio Martín y Silvia Iranzo) que renunciaron porque no estaban de acuerdo con el asalto; y este mismo martes se publicaron cartas de los consejeros cesados denunciando esta concertación de acciones.
Si se demuestra que hubo acción concertada, el panorama de la compañía, que actualmente tiene una valoración en bolsa llega a los 1.600 millones de euros, podría cambiar radicalmente. La SEPI tiene el 25%, Amber el 4,2% y los vascos de SAPA el 5% y se verían obligados a lanzar una oferta pública de acciones por la totalidad de Indra que no controlan, el 66% entre los tres o el 75% si solo se obliga a la sociedad pública.
Inversores e Indra
De esta manera, todas las fuentes consultadas coinciden en señalar que la CNMV debe enviar al mercado una señal de que se está intentando corregir este situación. Lo normal sería que se obligase a la SEPI a realizar la opa en cumplimiento de la Ley del mercado de valores, pero -indican- debe resolverse lo antes posible para evitar no solo la sangría de reputación y de credibilidad, sino también asegurar los futuros contratos y negocios que tiene la tecnológica en los campos de defensa y ciberseguridad.
Advierten además de que cualquier cosa que no sea una respuesta en este sentido de la CNMV sería un duro golpe para su credibilidad. En este caso, el Gobierno es el investigado -porque a través de la SEPI lanzó el órdago a Indra junto a otros dos accionistas- pero también es quien nombra, a través del Ministerio de Asuntos Económicos, al presidente de la CNMV. Rodrigo Buenaventura fue designado por la ministra Nadia Calviño en diciembre de 2020, aunque la independencia del regulador es una de las claves para el correcto funcionamiento del mercado.
Por otro lado, esta semana se ha publicado una serie de informes de inversores que han mostrado su preocupación por este movimiento y que desaconsejan invertir en la compañía tecnológica, «lo peor» que le puede pasar a una cotizada, dicen las fuentes consultadas. Los inversores no solo piden restablecer la gobernanza con el nombramiento cuanto antes de sustitutos para los consejeros independientes cesados, sino que además han pedido que la CNMV mueva ficha para poner coto a esta situación.
Cae el precio objetivo
UBS informó a sus clientes hace unos días de que existe «riesgo sobre la gobernabilidad puede persistir por algún tiempo» en la compañía. Por su parte, Banco Santander sacó a Indra de su selección de mejores valores de pequeña y mediana capitalización de la península Ibérica «por cuestiones de gobierno corporativo«. En esta misma línea, el banco de inversión Renta 4 insistió en la idea de que «se abre una etapa de incertidumbre en torno a Indra y a la evolución de su cotización”.
Del mismo modo, el consenso de analistas de Bloomberg ha rebajado en una semana el precio objetivo de Indra desde 12,11 a 11,37 euros, aproximadamente un recorte del 6%. El precio de cierre del jueves fue superior a los 9 euros en la Bolsa de Madrid. En esta línea, Bestinver ha pasado su recomendación de «comprar» a «en revisión», GVC Gaesco ha pasado de «comprar» a «neutral», Oddo ha pasado de «sobreponderar» a «neutral» y Mirabaud y Kepler han pasado de «comprar» a «retener».
Indra facturó 3.390 millones de euros durante 2021, lo que supuso un 12,7% de crecimiento. Ello pese a que la contratación cayó un 2,7% hasta los 3.714 millones. El Ebit alcanzó los 256 millones y el beneficio neto llegó a los 143 millones, frente a las pérdidas de 65 millones del año anterior.