El banco público guineano Bange desembarca en España antes de dar su salto a Europa
La entidad pone en marcha una financiera de consumo en nuestro país, con un capital de ocho millones, tras analizar durante cinco las oportunidades de negocio
El banco público de Guinea Ecuatorial, Bange, desembarca en el mercado español. Ha puesto en marcha una financiera de consumo, con el objetivo de, entre otras actividades, comercializar préstamos para la adquisición de bienes, hipotecas y financiación para transacciones comerciales.
La entidad, que operará en nuestro país a través de Bange Credit, inicia así su proyecto de expansión en Europa, donde en un primer momento tiene previsto llegar a Francia. Según los datos consultados por THE OBJECTIVE en el Registro Mercantil, esta financiera ha arrancado con un capital de ocho millones de euros una vez que el año pasado recibiera el visto bueno pertinente del Banco de España y otras autoridades.
Bange prosigue así con sus planes de crecimiento en el exterior y concretamente en España. En 2017 el banco instaló en Madrid una oficina de representación para analizar el mercado y ver las oportunidades de negocio. Además, a través de ella podía ofrecer determinados servicios a sus clientes a través de distintos socios locales. Entre estos se encuentran el Sabadell y Caixabank.
Sede de Bange en la calle Serrano de Madrid
La oficina de representación y la sede de la financiera de consumo que acaba de lanzar se encuentran en la céntrica calle Serrano de Madrid, en pleno Barrio de Salamanca. Desde ahí pretende dar su servicio a los usuarios, que principalmente serán las compañías que tienen relaciones comerciales con la antigua colonia española y la población guineana que vive en la Península. Las últimas cifras indican que el colectivo de ciudadanos del país africano que habitan en España supera las 11.000 personas, principalmente en la región madrileña y en Cataluña.
Bange es una entidad que está controlada por el Estado del Gobierno de Teodoro Obiang. La participación pública alcanza el 60%, mientras que el resto está en manos privadas. Un 11% del accionariado del grupo financiero de Guinea es propiedad del filipino Bank of Commerce.
El banco fue fundado en 2006, con lo que su historia es aún relativamente corta, siendo eso sí la única entidad de origen nacional que opera en la excolonia española. El resto son filiales de conglomerados extranjeros, como el galo Société Générale. Sus intenciones siempre han sido llegar a otros mercados, especialmente con los que tiene lazos.
En la actualidad, además de en el territorio hispano, Bange está presente en Camerún y proyecta extenderse por Costa de Marfil y África Central, China y Europa. En el Viejo Continente su propósito es adentrarse en Francia en un primer momento, de acuerdo con sus planes estratégicos.
El año pasado, dentro de su estrategia, el banco público de Guinea Ecuatorial también lanzó una escuela de negocios para ofrecer formación para empresas, profesionales y estudiantes mediante cursos especializados. Para ello, llegó a acuerdos con otros centros de estudios internacionales, entre ellos la Universidad a Distancia de Madrid (Udima).
La irrupción de Bange en el sector financiero español se produce a las puertas de una posible recesión económica por la escalada de la inflación y la subida de los tipos de interés. Una coyuntura que afectará a la capacidad de pago de las familias y las empresas. Se espera que la morosidad crediticia avance a partir de ahora y los expertos ponen el foco en el segmento del consumo y las hipotecas. Las financieras ya han venido notando en los últimos tiempos un alza de los impagos, hasta superar la cota del 7%.
No es el primer grupo extranjero que apuesta por adentrarse en este terreno. A principios de año, antes de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, el francés Credit Agricole relanzó su filial para préstamos de bienes en España. Otros conglomerados extranjeros también están reforzando sus plantillas para intentar arañar negocio a las entidades de origen nacional, que han vivido dos años de ajustes de personal y cierre de oficinas.
Desde la pasada crisis, sin embargo, ha sido una tónica general la salida y venta de las actividades de particulares por parte de los bancos foráneos en nuestro país, donde pocos han conseguido hacerse con un hueco relevante. Así, Barclays o Citi colocaron esta operativa y se centraron en los nichos más especializados de inversión. Tan solo han desembarcado bancos digitales o fintech.