Las 'telecos' presionan a la UE para que Netflix y Amazon paguen por usar sus redes en 2025
La Comisión Europea anunció que realizará una consulta pública para abordar la nueva fiscalidad en el primer trimestre del año 2023
Las telecos europeas se enfrentan probablemente a su mayor desafío regulatorio en décadas. La Comisión Europea anunció la semana pasada que durante el primer trimestre de 2023 realizará una consulta pública en la que se abordará si las grandes compañías tecnológicas estadounidenses deben o no financiar las redes e infraestructuras. Un anuncio que ha sido bien recibido por las operadoras de telecomunicaciones, pero que les obliga a redoblar sus esfuerzos para que una normativa de estas características pueda salir adelante.
Las operadoras con las que ha hablado THE OBJECTIVE reconocen que el gran objetivo del sector es que las grandes plataformas como Google, Amazon, Netflix, Facebook, Twitter o Disney puedan pagar parte del coste de utilizar sus infraestructuras ya en 2025. Bruselas ha indicado que una consulta de estas características podría tardar hasta seis meses, por lo que su resultado se conocería bien entrado el segundo semestre de 2023. A partir de ahí, habría que poner de acuerdo a los países miembros y elaborar el reglamento correspondiente, un proceso que según la propia Comisión podría tardar entre uno o dos años.
Sin embargo, las telecos creen que en los gobiernos europeos son muy conscientes de que las grandes plataformas deben pagar por usar las redes y contribuir al despliegue de nuevas infraestructuras. Por otro lado, a comienzos de este año, diferentes miembros del Ejecutivo comunitario han enviado mensajes contundentes respecto de la necesidad de poner en marcha una legislación de estas características. Dos hechos que dan esperanzas para una aprobación en los próximos tres años.
Posición de la UE
En mayo, la vicepresidenta y comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, confirmó que Bruselas estaba en proceso de análisis acerca de cómo se podría lograr este objetivo. Indicó, además, que hay que considerar «con mucha atención» y garantizar que en Europa exista una contribución justa a la financiación de las redes.
Ese mismo mes Thierry Breton, comisario de Mercado Interior, fue más allá y apoyó abiertamente la revisión de la financiación de las redes. «Un puñado de actores ocupan ellos solos más del 50% de la banda ancha mundial. Ahora es el momento de reorganizar la financiación de las redes», dijo en un claro guiño a las telecos que llevan un par de años exigiendo esta revisión.
Recordemos que la Comisión Europea no es precisamente benevolente con las grandes tecnológicas. Así ha quedado demostrado en la reciente multa a Google de 4.125 millones por considerar que aplicó restricciones ilegales a los fabricantes de dispositivos que utilizan su sistema operativo Android para afianzar su posición dominante. Hace dos semanas también se ratificó una sanción de 450 millones a Instagram (Facebook) con 405 millones de euros por su gestión de los datos de menores y está a la espera de resolver otra millonaria multa a Amazon.
Campaña de las ‘telecos’
Bruselas es consciente de los monopolios de estas compañías y es proclive a legislar para que aporten a la financiación de las redes de telecomunicaciones continentales. En este escenario, los cálculos que hacen las telecos indican que podríamos estar hablando de una tramitación exprés de la normativa, incluso inferior a los dos años que han tenido otras regulaciones como la Ley de Servicios Digitales.
Esto supondría tener una nueva legislación en el año 2024 o a más tardar en 2025. Incluso prevén que podrían ya recibir eventuales pagos o financiación de estas plataformas este mismo año o en 2026. Con este objetivo están extremando los esfuerzos de lobby en Bruselas. La demanda de las telecos no es nueva, pero ahora cobra mucho más fuerza porque por primera vez Bruselas ha abierto la puerta a su concreción.
En febrero de este año Deutsche Telekom, Orange, Telefónica y Vodafone, las cuatro de las principales operadoras de telecomunicaciones europeas, emitieron un comunicado conjunto urgiendo a la Unión Europea a aprobar normas que obliguen a las plataformas y gigantes tecnológicos a pagar por su uso de las redes.
Nueva fiscalidad
Señalaron que el consumo de vídeo, videojuegos y redes sociales ya supera el 70% del tráfico y continúa en aumento, mientras que los operadores tienen dificultades para rentabilizar sus inversiones en infraestructura. Consideraron que hay un «poder de negociación asimétrico» con las plataformas debido a fuerte posición en el mercado con lo que consideran necesaria la mediación pública.
Las telecos recordaron además que son necesarias cuantiosas inversiones para alcanzar los objetivos de conectividad de 2030 y han advertido del peligro de que Europa «quede atrás» en este campo respecto a otras regiones del mundo. Precisamente para esta fecha, las operadoras esperan que las eventuales tasas o aportaciones de los gigantes digitales estén a pleno rendimiento y sufragando una parte importante de su consumo de las infraestructuras.
En este contexto, ahora los equipos de Bruselas de las telecos europeas se encargarán de hacer pedagogía en la Comisión y en cada país de la Unión Europea con el objetivo de allanar el camino a la consulta y sentar las bases para las fórmulas que se podrían adoptar para abordar esta nueva fiscalidad. Se juegan mucho ya que solo en España las nuevas inversiones en las nuevas redes de 5G requieren una inversión mínima de 4.500 millones de euros.
REUNIÓN DE TELEFÓNICA.- En la misma línea de estas demandas de las operadoras de telecomunicaciones, el presidente de Telefónica, José María Álvarez Pallete, se ha reunido este miércoles con la vicepresidenta y comisaria de Competencia de la Comisión Europea, Margrethe Vestager, y el comisario de Comercio Interior, Thierry Breton. En pleno debate sobre si las tecnológicas deben pagar por usar las redes, las grandes operadoras europeas han encabezado varias iniciativas para demandar a la Unión Europea que imponga a las grandes tecnológicas un pago por el uso de sus redes, ya que la inmensa mayoría del tráfico en Internet procede de menos de una decena de actores.