Los bancos incrementan sus costes operativos y diluyen el efecto de los despidos masivos
Los gastos de las entidades en nuestro país sube un 1,3% en el primer semestre del año antes del incremento salarial a los trabajadores por la inflación
Los bancos están incrementando sus costes operativos en España como consecuencia de la inflación y han diluido por completo el efecto positivo de los despidos masivos del año pasado, cuando los ERE pactados afectaron a 19.000 trabajadores. Los últimos datos recabados por THE OBJECTIVE elevan un 1,3% en tasa interanual el conjunto de los gastos a los que tuvo que hacer frente el sector en el primer semestre de 2022, según el Banco de España.
La subida se ha producido tanto en la partida de costes generales como en los de personal, a pesar del ajuste de plantilla materializado en su mayor parte del ejercicio pasado y de más de 4.300 oficinas. Un proceso que tenía como objetivo mejorar la eficiencia y, por ende la rentabilidad, y adaptarse al entorno cada vez más digital. El dinero destinado por las entidades a la partida de los trabajadores ha crecido un 1,4% y pone en aprietos la consecución de las rebajas de gastos comprometidas.
En concreto, los bancos tuvieron que desembolsar 13.105 millones entre enero y junio para su funcionamiento, frente a los 12.930 millones de euros. De este importe, 6.253 millones fueron a parar a su personal, de acuerdo con las cifras recientes del organismo supervisor.
Los gastos de personal de los bancos se pueden descontrolar
El crecimiento de los costes de las entidades, pese a la subida, se mantiene relativamente contenido, pero se espera que puedan descontrolarse de nuevo si finalmente aceptan las peticiones de un aumento salarial realizadas por los sindicatos para los próximos años como consecuencia de la pérdida de poder adquisitivo por la remontada del IPC. Las patronales han abierto un observatorio para llevar a cabo las negociaciones pertinentes. Una de las asociaciones, la AEB, tiene previsto poner sobre la mesa esta semana su primera propuesta.
Los bancos son conscientes de que tienen que hacer un guiño a sus empleados para evitar un conflicto laboral. Los representantes de los trabajadores están reclamando el aumento de determinadas partidas, como las compensaciones por kilometraje, y sueldos extraordinarios que contrarresten el aumento de los precios y la mayor carga de trabajo de los ERE.
Por el momento, las entidades por lo general descartan un nuevo proceso de ajuste. Pero los recortes futuros de plantilla de los bancos dependen en gran medida de las consecuencias de la crisis energética y la recesión, aunque temporal, que se avecina en nuestro país y en Europa. Hasta hora, tras las salidas de 2021, algunas entidades, como BBVA y el Santander, han tenido que llevar a cabo contrataciones para poder ejecutar la ampliación de horarios en las sucursales para atender a los jubilados.
Pese al alza de los costes, los bancos han logrado mejorar claramente la eficiencia. Pero su nivel aún está lejos de lo que aconseja el Banco de España. Esta mejora se debe principalmente al crecimiento de los ingresos, que se han visto impulsados por el avance del euribor y por la venta de deuda pública con fuertes plusvalías. El ratio de eficiencia del conjunto del sector se sitúa en el 52,27% frente al 58,8% del primer semestre de 2021.
El Banco de España recomienda que este porcentaje se quede muy por debajo del 50%. Es decir, que para facturar 100 euros se tienen que gastar mucho menos de 50 euros. Las entidades llevan muchos años recortando los costes operativos, pero no han conseguido desde el boom inmobiliario de principios del nuevo siglo situar la eficiencia en los niveles que pide el supervisor.
La subida de los costes en España, al igual que en otros países donde operan los grupos financieros de nuestro país, va a complicar los objetivos de eficiencia prometidos en los planes estratégicos de los bancos. Máxime si finalmente en nuestro país llevan a cabo finalmente la subida de salarios a la plantilla, como ya han hecho en otros mercados.
Sin embargo, van a contar con un incremento sustancial y más de lo previsto por el euribor y la subida de tipos del BCE. Los bancos contarán con unos ingresos adicionales de 12.500 millones en dos años por el encarecimiento de los intereses de los préstamos, principalmente hipotecas variables. Eso si, unos 3.000 millones irán a las arcas públicas por el impuesto lanzado por el Gobierno a las principales entidades.