Cien empresas familiares tributan el doble de lo que se pretende recaudar con grandes fortunas
Sánchez vuelve a ignorar una cita anual de empresarios que ha inaugurado Felipe VI y que este lunes cuenta con la presencia del líder del PP, Núñez Feijóo
El presidente del Instituto de la Empresa Familiar, Andrés Sendagorta | Zipi (EFE)
Las 100 empresas asociadas en el Instituto de la Empresa Familiar (IEF) pagan 3.000 millones solo en el Impuesto de Sociedades, además de unos 5.200 millones en contribuciones sociales, resumió este lunes el presidente del IEF, Andrés Sendagorta, en el Palacio de Congresos de Cáceres, en la cita anual de los empresarios familiares, que este año vive su XXV edición, patrocinada por KPMG, Santander y con la colaboración de la Asociación Extremeña de la Empresa Familiar (Aeef), bajo el lema El Latido de España.
Así, sólo las cien empresas familiares del Instituto -del millón de compañías familiares que existen en España- ingresan al Fisco, sólo por Sociedades, el doble de los 1.500 millones que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, pretende recaudar con el nuevo tributo de Solidaridad a través del 0,1% de los contribuyentes de mayor riqueza, unos 23.000, según cifras de la Agencia Tributaria. Por ello, zanjó Sendagorta, «cuando a las empresas familiares les va bien, a España le va bien».
Eje troncal del tejido productivo
Por ello, Sendagorta reclama un reconocimiento público y social del papel clave que desempeñan las empresas familiares en la realidad española. De hecho, sólo esas cien empresas asociadas en el IEF brindan 1,1 millones de empleos en el mundo y facturan 172.000 millones de euros, generando un valor añadido bruto de 43.500 millones de euros.
Además, el conjunto de las compañías familiares del país sostienen el 60% del PIB patrio y proporcionan el 70% del empleo en España, siendo por volumen el principal baluarte del tejido productivo español. Por ello, el colectivo reivindica su papel en la creación de riqueza y manifiesta, en un vídeo promocional: «No nos vamos a esconder ni nos van a asustar», en alusión a las políticas que afean la generación de beneficios empresariales. De hecho, en su alocución Sendagorta manifestó el compromiso de los empresarios familiares de «seguir trabajando, a pesar del ruido, para que nuestras empresas sean cada vez mejores y nuestro país avance por la senda del progreso y la prosperidad».
«Sólo las cien empresas familiares asociadas en el Instituto IEF emplean a 1,1 millones de personas y pagan 3.000 millones en Sociedades y 5.200 en contribuciones sociales»
Andrés Sendagorta, presidente del Instituto de la Empresa Familiar (IEF)
Ignorados por Sánchez
El Congreso de la Empresa Familiar congrega a cerca de 600 directivos que, por tercera vez, han sido ignorados por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El jefe del Ejecutivo ha vuelto a declinar la invitación del IEF al Congreso anual, algo que sucede desde que, en la edición de 2018, cuando la puesta de gala anual del empresariado fue en Valencia, Sánchez recibió duras críticas de los empresarios por la deriva populista de sus políticas azuzada por las cesiones a su socio de Gobierno, Unidas Podemos.
Sí participó en la inauguración del Congreso el barón socialista y presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, quien reivindicó que se trabaje por un país más justo, con mejores empleos y mejores salarios, y que se dirija a una nivelación entre regiones que permita competir con las mismas estrategias y bajo la premisa de la solidaridad. Ensalzó Fernández Vara las cualidades físicas y productivas de Extremadura y su desempeño y potencial en el desarrollo de proyectos energéticos.
Mensaje de Felipe VI
Por su parte, Su Majestad celebró el lema del XXV Congreso de la Empresa Familiar (El Latido de España) al entender que transmite con fuerza la relevancia del más de un millón de empresas familiares de nuestro país. Hizo referencia el Rey a las circunstancias adversas que afrontan las empresas derivadas de la pandemia, de la elevada inflación, los efectos de la invasión rusa de Ucrania, y ensalzó el liderazgo de los directivos representados en el Palacio de Congresos de Cáceres.
Por encima de todo, Felipe VI destacó los valores del empresariado familiar. Son, a su juicio, un «activo intangible» de enorme importancia» en aras de «la prosperidad y la ambición de querer hacer mejor las cosas, a pesar de las dificultades de cada momento».
El Rey animó a los empresarios y manifestó su aprecio y reconocimiento por el hecho de que su liderazgo implica «no sólo llevar adelante un proyecto empresarial, sino conseguir que ese proyecto beneficie a los empleados, a los proveedores, a los clientes, en definitiva, al entorno más cercano, generando y manteniendo un ecosistema de proximidad con un impacto positivo para todos cuantos participan en el mismo».
La jornada de gala de la Empresa Familiar continúa este lunes con la intervención del presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo. También harán sus ponencias la ministra de Educación y Formación Profesional, Pilar Alegría; el presidente de KPMG en España, Juan José Cano, el consejero delegado de Banco Santander España, Antonio Simões; el presidente de Gestamp, Francisco Riberas; el presidente de Ferrovial, Rafael del Pino; y el consejero delegado de Inditex, Óscar García Maceiras, entre otras figuras de la esfera política y empresarial.
