Orange España redujo sus ingresos un 2,8% hasta septiembre aunque mejoró tras el verano
La compañía ingresó en el tercer trimestre de este año 1.178 millones de euros, un 0,2% más que igual periodo del año anterior
Orange ha vuelto a aumentar sus ingresos en un trimestre después de más de dos años de travesía en el desierto. Los resultados reportados por su matriz en Francia este martes indican que la compañía ingresó en el tercer trimestre de este año 1.178 millones de euros, un 0,2% más que igual periodo del año anterior. Es la primera cifra positiva en más de siete trimestres aunque no ha sido suficiente para lograr un acumulado anual positivo.
Nuevamente los ingresos mayoristas tiraron de la compañía con una facturación de 237 millones en el trimestre, un 4,2% de crecimiento, que compensa los 781 millones de ingresos residenciales y empresas (-1,4%). La asignatura pendiente sigue siendo la marcha de la compañía en el mercado de los hogares.
En un escenario de fuerte competencia en el sector y creciente peso de las ofertas low-cost, Orange ingresó en los primeros nueve meses del año 3.444 millones de euros, un 2,8% menos, pero una mejora de 2,1 puntos porcentuales respecto a la caída del 4,9%
registrado en el mismo periodo del año anterior. Se completan así siete trimestres en los que se reduce paulatinamente la caída de ingresos. Por sectores, se ingresaron 2.347 millones entre enero y septiembre en el mercado residencial (-2,5%); mientras que el mercado mayorista se quedó en 644 millones, un retroceso del 4%.
Datos de clientes
Orange concluyó el tercer trimestre de 2022 con un total de 3.999.000 clientes de banda ancha fija (-0,9% interanual). Del total de la cartera, el 85,2% disfruta tiene ofertas convergentes. La cartera FTTH de Orange roza ya el 89% de la base de banda ancha fija, alcanzando la cifra de 3.554.000 clientes, lo que representa un crecimiento del 2,3% frente a septiembre del año anterior.
A 30 de septiembre de 2022, Orange cuenta con cerca de 16,9 millones de clientes de telefonía móvil, de los que 15,1 millones son clientes de contrato (+4,4%) y casi 1,8 millones de (-0,5%). Solo en el último trimestre la compañía ha sumado 157.000 clientes a su base de contrato móvil, la de mayor valor. Los clientes de 5G han crecido hasta 1.470.000 clientes tras añadir más de 850.000 clientes en un año. En televisión se ha llegado a los 1,1 millones, tras sumar a los abonados de descodificadores los que tienen televisión a través de OTT.
Orange se encuentra en medio de un proceso de fusión de sus negocios en España con MásMóvil. La compañía envió el expediente a Bruselas hace unas semanas y en estos momentos se encuentra en fase previa de estudio, tres meses en los que la Comisión Europea les solicita toda la información que considere pertinente para comenzar oficialmente el proceso antes de que finalice el año. Se espera que se le impongan condiciones aunque no lo suficientemente restrictivas como para tumbar el acuerdo de fusión.
Expediente en Bruselas
Si no hay demasiados requerimientos posteriores se espera que el proceso se resuelva antes del tercer trimestre del próximo año 2023. En el expediente también participará la CNMC, la autoridad de competencia española, que solicitó participar activamente en su estudio. Su papel será consultivo, pero sus decisiones no serían vinculantes.
Respecto de la fusión, una de las pocas novedades que se ha conocido recientemente es el nombramiento del actual CEO de la compañía en España, Jean-François Fallacher, que será el presidente de la futura entidad fusionada. Una decisión que se interpreta como un golpe sobre la mesa de Orange Francia que sitúa al mando de la joint venture al hombre que más conoce actualmente el mercado español dentro de su equipo directivo.
Los acuerdos cerrados en verano implican que MásMóvil debe proponer al consejero delegado -probablemente el CEO actual Meinrad Spenger- y los franceses al presidente y al director financiero en un esquema de gobernanza en que las decisiones se toman al 50%. Con la designación de Fallacher queda claro que Orange no será un simple espectador y que espera vigilar todos los movimientos del próximo CEO que probablemente no tenga las manos tan libres como se pensaba en el comienzo de las negociaciones para la integración.
Control de la fusión
El objetivo de Orange es poder tomar el control de la compañía fusionada en el mínimo tiempo posible, un plazo que se estima entre dos o cuatro años después de que sea autorizada la integración por las autoridades regulatorias. Será en ese momento cuando la compañía salga a bolsa, Orange Francia adquiera un paquete mayoritario y se dé salida a los dueños de MásMóvil, los fondos KKR, Providence y Cinven. Los directivos de la francesa también pasarán a controlar la gestión.
Entre tanto, Orange intenta seguir con su hoja de ruta intentando minimizar la pérdida de clientes, mejorar los ingresos y reducir pérdidas. En los últimos meses ha mejorar sus altas de portabilidad, pero no ha sido suficiente para dar la vuelta a pérdidas acumuladas de los dos últimos años, al menos en términos acumulados.