Las Finanzas Descentralizadas (DeFi), una revisión del sistema tradicional
Estas herramientas eliminan la figura del intermediario para la prestación de servicios financieros y bancarios gracias a la tecnología ‘blockchain’
¿Qué son las Finanzas Descentralizadas? ¿Cómo funcionan? ¿Por qué se están convirtiendo en una opción atractiva para muchos usuarios? No son pocas las preguntas que despiertan las también llamadas DeFi, por cómo están comenzando a cambiar las reglas del juego
Eliminar la figura del intermediario
Las finanzas descentralizadas, también referidas simplemente como DeFi, eliminan la figura del intermediario para la prestación de servicios financieros y bancarios. De forma llana, es lo que algunos expertos han calificado como «la banca sin banco». Este acercamiento es posible gracias a la tecnología blockchain, que permite crear un sistema peer-to-peer, o lo que es lo mismo, de usuario a usuario, donde los usuarios pueden interactuar directamente entre sí.
Aunque el planteamiento es cuanto menos disruptivo en su propuesta de valor, es necesario conocer cuál es su alcance real para el usuario de a pie. Conocer si más allá del concepto disruptivo es una alternativa, o cuanto menos, un complemento viable para el extenso y maduro sistema financiero tradicional.
Algunas aplicaciones de las DeFi
Existen varias aplicaciones para las Finanzas Descentralizadas, entre las que se encuentran los servicios de intercambio de criptomonedas, de préstamo de activos o incluso seguros. Las herramientas que permiten la compra venta de criptomonedas, comúnmente conocidas como exchanges, son en su versión descentralizada una plataforma donde los usuarios se conectan con sus billeteras para intercambiar activos. Aquí la gran diferencia con respecto a las alternativas centralizadas es que los exchanges no custodian fondos, estos se intercambian de usuario a usuario saliendo de las arcas de liquidez a las que tenga acceso el exchange.
Dicho de otro modo, la plataforma pone el mercado donde se cruzan los activos, pero en ningún momento los guarda. Un ejemplo de exchange descentralizado es Uniswap, que actualmente tiene unos fondos de clientes bloqueados por valor de más de 4.000 millones de dólares y es la plataforma de este tipo con mayor volumen de mercado, con casi 1.000 millones negociados en las últimas 24 horas.
Un acercamiento muy similar al de los exchanges descentralizados es el de las plataformas de préstamos, que permiten a los usuarios hacer de prestamistas o prestatarios con sus criptomonedas. De nuevo, la plataforma conecta la oferta y la demanda, retribuyendo a quien presta los fondos con una parte del interés pagado por los solicitantes de crédito. En cierta medida es una forma de hacer partícipe del negocio de préstamos al depositante de fondos, y esto es posible gracias a la mínima intervención de un ente central y los costes derivados de ello. Uno de los grandes alicientes de estas herramientas es que los usuarios pueden solicitar y recibir préstamos de forma instantánea y sencilla. Aquí el proyecto líder es AAVE, que cuenta en este momento con más de 5.000 millones de dólares en activos en préstamos.
En cuanto a los seguros, estos también pueden contratarse a través de plataformas online descentralizadas que ofrecen este tipo de servicios. Los seguros son un producto muy útil para proteger nuestros activos financieros, ya que nos brindan una cobertura ante posibles imprevistos.
Operativamente hablando, el acceso de los usuarios a este tipo de servicios se realiza mediante una billetera descentralizada, como Metamask. Estas herramientas informáticas, que pueden usarse desde mediante aplicaciones de móvil hasta extensiones del navegador de internet, permiten que un usuario se conecte con su billetera de forma privada a estas plataformas, y en cuestión de minutos pueda contratar cualquier tipo de servicio como los anteriormente descritos. Este acercamiento supone una verdadera revolución en cuanto a la agilidad y disponibilidad de los servicios financieros, aunque colisiona frontalmente con el planteamiento del modelo tradicional y las distintas medidas de identificación de usuario (KYC) o blanqueo de capitales (AML).
De ahí a que la futura ley que regule los activos digitales en Europa, la conocida como ley MiCA, haya puesto el ojo en las Finanzas Descentralizadas. Aun así, no se espera que su aplicación llegue antes de la publicación revisada de la regulación, no antes del año 2026.
Más allá de la incertidumbre regulatoria, las DeFi se sustentan sobre la tecnología blockchain, que si bien es cierto que cuenta con una serie de beneficios como la eficiencia de recursos y automatización de procesos, también ha sufrido diversas fallas de seguridad en sus aplicaciones descentralizadas. De forma recurrente se publican proyectos cuya seguridad ha sido quebrantada por ciberataques, y esto ha llevado al robo de fondos de los usuarios. De ahí la importancia de utilizar estas herramientas con prudencia y sólo mediante plataformas reconocidas y con trayectoria en el mercado.
La oportunidad de las DeFi y su creciente ecosistema
Más allá del complejo marco regulatorio asociado a las DeFi, que sin duda tendrá mucho que decir sobre su adopción futura en los países occidentales, la ausencia de barreras de entrada para utilizarlas las hace potencialmente accesibles a cualquier persona del planeta. Teniendo en cuenta que aproximadamente un tercio de la población mundial no cuenta con acceso a un sistema bancario, la opción de disponer de servicios financieros desde un simple teléfono móvil, sin ningún tipo de limitación ni restricción, resulta cuanto menos interesante. De hecho, esta ha sido la razón por la que Bitcoin, entendido como moneda y red de pagos, se utiliza también en países en vías de desarrollo, desde América Latina hasta el continente africano, para enviar fondos entre personas dentro y fuera del país.
Con todo ello, la industria de las Finanzas Descentralizadas está en auge y cada vez hay más proyectos y aplicaciones descentralizadas que utilizan la blockchain para ofrecer servicios financieros. DeFi permite que los usuarios participen en una amplia variedad de actividades, desde el préstamo y el ahorro remunerado a la inversión, todo ello sin la necesidad de intermediarios. Incluso bajo el planteamiento descentralizado se están creando todo tipo de aplicaciones en campos que van desde las apuestas, a los mercados de activos digitales o plataformas de juego en línea. De ahí a que haya varios centenares de proyectos lanzados, y el ritmo de crecimiento no cese.
Esto significa que las DeFi están revolucionando el sistema financiero tradicional, permitiendo que más personas tengan acceso a servicios financieros básicos. También están reduciendo los costos para el usuario, ya que no hay intermediarios involucrados. Y por último, pero no menos importante, las DeFi son más seguras que el sistema tradicional, ya que no dependen de terceros para almacenar o transferir fondos. Esto no significa que las DeFi vayan a acabar con el sistema tradicional, ni siquiera en el largo plazo, pero sin duda proponen un punto de vista interesante que cuenta cada día con más adeptos.