Pacto Moncloa-Rabat: España vende un 800% más de gas a Marruecos en solo seis meses
Las exportaciones a través de la tubería del Magreb se han disparado unos meses después del acuerdo comercial entre ambos países
Pedro Sánchez saluda a Mohamed VI. | La Moncloa
El 7 de abril de este año, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el rey de Marruecos, Mohamed VI, protagonizaron en Rabat una cumbre de alto nivel para mejorar las relaciones económicas y comerciales entre ambos países. Sánchez eligió al reino alauí como su nuevo socio en el norte de África en detrimento de Argelia, su hasta entonces principal suministrador de gas. Unos meses después de esa cita, los acuerdos económicos se traducen en una exportación de gas natural sin parangón de España a la monarquía alauita. Así, desde junio hasta noviembre la venta del hidrocarburo a través del gasoducto del Magreb se ha disparado un 821%.
El pasado mes de junio comenzó a transportarse gas natural procedente de España a Marruecos. La operación se realizó a través del gasoducto Magreb, una instalación que comienza en los yacimientos de gas natural de Hassi R’Mel (en Argelia) y que atraviesa Marruecos hasta llegar a Tarifa (Cádiz), sumergido bajo las aguas del Mediterráneo. En junio de este año, se exportaron 60 Gw/hora. Una cantidad que con el paso de los meses ha ido creciendo de forma paulatina hasta los últimos datos que se recogen en el mes de noviembre y alcanzan ahora los 553 Gw/hora.
Noviembre no ha sido un mes aislado, sino que representa el culmen de una nueva estrategia entre Marruecos y España. De hecho, en el mes de julio el número de gigavatios hora vendidos fue de 172. Una cantidad que, aunque disminuyó en agosto, situándose en 119 Gw/h, volvió a aumentar en el mes de septiembre, alcanzando los 123 Gw/h. Por último, en octubre, el penúltimo mes del que se conservan datos actualizados, la cifra llegó a los 328 Gw/h.
Esta nueva relación bilateral entre españoles y marroquíes, en cambio, parece no haber afectado a la relación comercial entre España y Argelia a través del gasoducto del Medgaz. Las importaciones hasta el mes de noviembre, de hecho, se han incrementado. Sin ir más lejos, en octubre aumentó un 8% con respecto al mismo mes del año anterior y en agosto esta subida fue de hasta un 38%. Sin embargo, en el último mes la importación se ha reducido un 21% con respecto a noviembre de 2021. Una volatilidad que empuja a pensar que se pueda deber a razones propias del mercado.
Hasta ahora, el tubo del Magreb servía a España para recibir el hidrocarburo argelino. Sin embargo, tras el deterioro de las relaciones diplomáticas entre Marruecos y Argelia, el suministro de gas se cortó. De esta forma, esta tubería -que contaba con más de 1.000 kilómetros de longitud- quedó inutilizada. Una realidad que cambió tras el nuevo marco de relaciones entre España y la monarquía alauí. El Gobierno español acordó suministrar a Marruecos con el gas que recibía a través de los metaneros que desembarcaban en nuestro país.
Esta última decisión no pasó desapercibida en Argel, que amenazó con cortar el suministro de gas español a través del otro gasoducto (Medgaz) si ese gas que se enviaba a Marruecos procedía de sus yacimientos. La tensión se redujo cuando el Ejecutivo confirmó que procedía de otros países, como EEUU.
Tras el pacto de 2021, el presidente Sánchez dejó algunas pinceladas de lo que sería el futuro acuerdo. «Buscamos comunicación permanente, transparencia y respeto mutuo. En la audiencia hemos coincidido en abordar y definir una hoja de ruta duradera y ambiciosa en la nueva fase de relación de ambos países. Es un momento histórico y necesario para la definición de nuestras relaciones bilaterales. Si la cooperación avanza, será siempre en beneficio mutuo. Hay que recuperar los flujos fronterizos de personas y mercancías y redefinir el comercio con la restauración de los puestos aduaneros. En la hoja de ruta están trabajando grupos de trabajo para conseguir intereses en común en el ámbito económico«, apuntó Sánchez.
La relación con el reino alauita ha mejorado de forma drástica en el último año. En abril del pasado año, Sánchez sufrió uno de los momentos más complejos de su mandato en política internacional. Unos 10.000 inmigrantes saltaron la valla de Ceuta provocando el caos en la ciudad autónoma durante varios días. Un escenario que los analistas achacaron al desdén del presidente hacia un socio estratégico como Marruecos. Desde entonces, Sánchez no ha dudado y ha apostado por Marruecos como su nuevo aliado. Ve en el país un territorio que no solo le proporciona seguridad sino que además le puede abastecer en un futuro con gas. De hecho, Marruecos logró un acuerdo con Nigeria para la construcción de un gasoducto que podría unirse al Magreb. Un plan que aceptó el gobierno nigeriano tras desestimar una oferta parecida que le proponía Argel, pero en lugar de atravesando el Atlántico recorriendo el inestable Sahel.
