La UE permitirá crear huertos solares de hasta 750 placas sin informes ambientales rigurosos
Los especialistas creen que es una medida controvertida y apuntan a «vigilarla» tras su puesta en marcha
La propuesta legislativa de la Comisión Europea para acelerar los permisos para impulsar la energía renovable ya tiene luz verde por parte del Consejo Europeo. Sin embargo, entre las decenas de medidas para el despliegue de las energías limpias, hay una que genera cierta controversia entre expertos y algunos legisladores: la creación de huertos solares de menos de 150 Kw (unas 750 placas solares) sin un desarrollo del impacto medioambiental riguroso.
Según se desprende del documento del Consejo Europeo, «se concederán autorizaciones para nuevas instalaciones con una capacidad eléctrica inferior a 150 kW, para la repotenciación de centrales y para las instalaciones de almacenamiento de energía coubicadas situadas en zonas propicias para las renovables, que no será superior a seis meses. Las nuevas solicitudes de centrales de energía renovable —a excepción de las centrales de combustión de biomasa— estarán exentas del requisito de llevar a cabo una evaluación de impacto ambiental específica con arreglo al artículo 2, apartado 1, de la Directiva 2011/92/UE (un artículo que recoge los siguientes principios: «quien contamina paga», «cautela» y «acción preventiva»)».
De esta forma, la UE permitiría tras un primer informe ambiental genérico (con una criba donde se elijan las zonas propicias) la construcción de huertos solares. «Habrá que investigar las áreas específicas de energía renovable que se definirán próximamente. En esos primeros terrenos que se elijan habrá que estar atentos por si se hacen trampas en los detalles«, apunta un experto.
Los especialistas consultados por este periódico expresan cierta incertidumbre sobre el futuro proyecto. «Yo me preocuparía si los estados decidieran ir a saco con esta iniciativa abusando de sus propias reglas. Aunque yo observo un reequilibrio razonable entre la necesidad de acelerar mucho y mantener ese mínimo de criterio medioambiental, pondría esta medida como un asunto a vigilar«, apunta un experto medioambiental. La misma fuente, no obstante, subraya el tamaño «importante» de kilovatios que ha puesto sobre la mesa la UE libre de estudios ambientales exigentes.
Esta medida europea va enfocada principalmente hacia la energía solar, en su afán de desplegar más placas solares en toda la zona. Aunque existen varios estudios que apuntan a que las placas solares generarán millones de residuos en el futuro, para los expertos es la energía cuya infraestructura es menos contaminante si se compara con otras tecnologías, como la eólica, la biomasa o la hidráulica.
Una medida sin criterio legal
Algunas plataformas han apuntado a la ausencia de un criterio legal en esta medida. «No puede entenderse razonablemente que las excepciones medioambientales propuestas puedan considerarse incluidas en el concepto de ayuda financiera a los Estados miembros establecido en el artículo 122 TFUE, elegido como base de la propuesta. Por otro lado, viola el principio de no regresión medioambiental implícito en el objetivo de alcanzar la sostenibilidad basada en un nivel elevado de protección y mejora de la calidad del medio ambiente y contradice el principio de integración establecido en el artículo 11 TFUE y en el artículo 37 de la Carta de los Derechos Fundamentales al impedir que las exigencias fundamentales de protección del medio ambiente se integren en la definición y aplicación de las políticas energéticas», aseguran fuentes del sector a THE OBJECTIVE.
Otra de las medidas que también ha generado cierta controversia ha sido el plan de permitir levantar instalaciones de menos de menos de 50 Kw sin informe medioambiental. A esta propuesta se le unió, por otro lado, la posibilidad también de incluir en esta moratoria los paneles solares que se construyen sobre los tejados de los edificios y de los aparcamientos. Una realidad que Europa justifica: «La propuesta agiliza el proceso de concesión de permisos aplicable a estas instalaciones y para ello es necesario la introducción del silencio administrativo positivo».
«Desde Alianza Verde no estamos de acuerdo con esta medida. Aunque somos muy favorables del desarrollo urgente de la energía solar fotovoltaica, sin embargo no creemos que deba hacerse a costa de tumbar la legislación medioambiental», afirmó a este periódico el portavoz de Transición Ecológica de Unidas Podemos, Juantxo López de Uralde. Una opinión que también pareció compartir el portavoz de Cambio Climático, Diego Gago. «Estamos a favor de simplificar los trámites administrativos que permitan agilizar la incorporación de los pequeños proyectos de energías renovables dentro del mix y de autoconsumo, pero siempre respetando el medioambiente«.