El uso de la gasolina y el diésel llega a máximos a solo 13 años del fin del coche de combustión
Es el dato más alto en los últimos diez años. Un crecimiento del consumo que ha sido constante en ambos combustibles desde 2014
Una gasolinera. | Europa Press
El consumo de gasolina y diésel en España se dispara a máximos históricos en una década. Así lo demuestran los últimos datos facilitados por la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores) en su avance provisional sobre el consumo. Una demanda, la de ambos combustibles, que supone un aumento del uso de la gasolina de casi el 25% con respecto a 2014 y del 12% con respecto al diésel.
Pero las señales que marcan desde el mercado los consumidores españoles chocan con las intenciones que tiene la Unión Europea. Según aseguró la Comisión de Medio Ambiente de la UE, en 2035 estará prohibida la venta de nuevos coches que funcionen con gasolina o diésel. Es decir, los últimos modelos de vehículos propulsados por combustión tienen como fecha límite 2034. Una decisión que, sin embargo, provocó una fuerte división dentro del Parlamento Europeo, con 339 votos a favor y 249 en contra.
Los datos muestran que el consumo, tanto de gasolina como de diésel, han aumentado con el paso de los años (exceptuando 2020, que fue cuando se dio la pandemia de la Covid 19). En 2014, el consumo de gasolina fue de 4,6 millones de toneladas mientras que el de diésel fue de 28,3 millones. Unas cifras que en 2022 han sido muy superiores: el uso de la gasolina fue de 5,7 millones de toneladas y el del diésel alcanzó los 31,7 millones.
Si atendemos a la evolución del consumo, esta no ha dejado de ser constante si omitimos el año de la pandemia. En cuanto a la gasolina, 4,6 millones de toneladas (2015), 4,7 millones (2016), 4,8 millones (2017), 5 millones (2018), 5,3 millones (2019), 5,2 millones (2021) y 5,7 millones (2022). Por otro lado, el consumo del diésel ha seguido una tendencia parecida: 29,7 millones de toneladas (en 2015), 30,2 millones (2016), 30,7 millones (2017), 31,50 millones (2018), 31,55 millones (2019), 31,2 millones (2021) y 31,7 millones (2022).
Caos en el impulso del vehículo eléctrico
Este es un escenario que se da en plena polémica por el caos generado en torno al impulso del proyecto estratégico del vehículo eléctrico (con repeticiones de convocatorias o reducción de los presupuestos previstos), con el que el Gobierno busca sustituir a medio plazo los coches de combustión.
La situación del proyecto estratégico del vehículo eléctrico (conocido como Perte Vec) ha ido complicándose con el paso de los meses. Así, a principios de agosto, el Ministerio de Industria anunció una primera convocatoria de ayudas para las compañías interesadas en el Perte. Para ello, Maroto movilizó 702 millones de euros de los que se nutrieron más de una decena de empresas o asociaciones de compañías. Entre estas destacó la alianza entre Seat y Volkswagen -que recibieron 167,3 millones para la gigafactoría de baterías de Sagunto-, Mercedes-Benz -que se llevó 159,3 millones de euros para su plan de electrificar la planta de Vitoria- y Ford, que logró 106,3 millones para la fabricación del vehículo del futuro, eléctrico y conectado.
Pero pronto el devenir del Perte fue complicándose. A finales del mes de agosto, la empresa norteamericana Ford renunció a las ayudas otorgadas por Maroto por problemas internos. Unas semanas después, Seat y Volkswagen hacían públicas sus dudas sobre si, al final, llevar a cabo la inversión en España por la escasez de la subvención. Desde Industria movieron ficha de forma rápida y aumentaron esa ayuda inicial de primeros de agosto de los 702 millones a los 877 millones. Aunque esa realidad supuso un aumento de la ayudas generalizada en los proyectos, el monto total no se asignó y quedaron pendientes 2.095 millones que, en principio, se tendrían que adjudicar a principios de este año.
Además, el nuevo comisionado para el Perte elegido por el Gobierno puso en duda los objetivos del Gobierno para 2030 un mes antes de ser elegido. «Estamos en una situación en la que, por una parte, el Gobierno apuesta por una cantidad de vehículos eléctricos en torno a los cuatro millones en 2030. En la actualidad tenemos 80.000 vehículos entre eléctricos y electrificados (híbridos y enchufables) y veo muy difícil llegar a esta cifra porque, claro, en España tenemos 11.000 puntos de recarga pública. Para llegar a esta cifra de los cuatro millones de vehículos habría que alcanzar 300.000 puntos de carga pública».
