China, Rusia y Marruecos: los nuevos socios preferentes de España tras la guerra de Ucrania
El balance del comercio exterior de 2022 plantea un nuevo mapa geopolítico para España en el que se aleja de sus históricos socios europeos
La guerra de Ucrania ha cambiado radicalmente el equilibrio geopolítico de España. Tras el estallido de la invasión rusa, nuestro país se ha refugiado en nuevos socios comerciales preferentes como China, Rusia o Marruecos, según reflejan los datos anuales de comercio exterior declarado de Aduanas, publicados este martes y cribados por THE OBJECTIVE. Doce meses en los que además nuestro país se ha alejado de sus tradicionales socios europeos, como Alemania, Francia e Italia. Una realidad económica que está muy lejos del discurso atlántico del presidente Pedro Sánchez y de su apoyo público a los países de la OTAN.
La guerra ha obligado a España a multiplicar las compras en el exterior para cubrirse las espaldas ante una eventual escasez de suministros de insumos básicos, componentes y carburantes. De esta manera, en 2022 se realizaron importaciones por valor de 457.321,2 millones de euros, un alza del 33,4% anual, y unas exportaciones de 389.208,9 millones, una mejora del 22,9%. Esto supuso que el déficit comercial (la diferencia entre las exportaciones y las importaciones) se disparara hasta los 68.112,2 millones, un 160% más que en 2021.
Dentro de esas cifras globales, el absoluto ganador ha sido China, que se convirtió por primera vez, al cierre de un año natural, en el principal suministrador de España, el primer socio comercial. Los datos de la Secretaría de Estado de Comercio indican que en 2022 se compraron productos al país asiático por valor de 49.653 millones, un crecimiento del 42%. Esto significó superar a Alemania -el histórico número uno- al que le compramos productos por valor de 43.095, un 12,6% de crecimiento; y distanciarse aún más de Francia al que le compramos 40.957,0 millones, un 19,9% más.
China y Rusia
Antes de la guerra de Ucrania, la cuota de importaciones españolas a China era del 10,2% y ahora es del 10,9%, mientras que Alemania ha pasado en este mismo periodo del 11,2% al 9,4% de cuota de mercado. Con Francia se ha producido una situación similar, ya que ha pasado desde el 10% al 9%. En 2021 estaba casi igualada con China en el segundo lugar y hoy cae a mucha distancia hasta la tercera posición del ranking de suministradores de nuestra economía.
En el caso de China, está claro el impacto de la guerra tecnológica y la necesidad de hacer acopio de suministros, componentes y semiconductores. Los principales productos importados de este país asiático son equipos de telecomunicaciones, máquinas de tratamiento y procesamiento de datos e información, transistores y dispositivos semiconductores similares, artículos y material deportivo y acumuladores eléctricos. Unos envíos que se han disparado hasta tal punto de convertir 2022 en el año récord de importaciones a un solo país con 49.653 millones. Anteriormente el récord estaba en los 39.865,20 millones que se compraron en 2019 a Alemania.
Pero China no ha sido el único ganador del giro comercial de España. Rusia ha sido otro de los que ha ganado terreno comercial a raíz de su invasión a Ucrania en febrero del año pasado. Los datos indican que durante 2022 se compraron 7.624 millones a Moscú, lo que supuso un crecimiento del 26% y la mayor cifra absoluta desde el año 2013. A mediados del año pasado esta cifra llegó a representar un crecimiento del 50%, pero a medida que se fue normalizando el mercado de los carburantes y el gas estas compras bajaron de intensidad.
Impulso de Marruecos
Prácticamente todo este crecimiento de importaciones de Rusia se produce por el impacto de los hidrocarburos. Las últimas cifras indican que España importó un 54,8% más de gas de Rusia en 2022, convirtiéndose en el cuarto suministrador para España por detrás de Estados Unidos, Argelia y Nigeria. Sin embargo, no todo son combustibles, ya que también se han disparado las compras de "productos de fundición de hierro", de "protección de cultivos" y de "productos semielaborados de cobre".
En el caso ruso, se produce una situación paradójica, porque desde el comienzo de la guerra se han sucedido sanciones comerciales al Kremlin y el Gobierno ha hecho innumerables declaraciones jaleando estos vetos y criticando la "guerra de Putin", en referencia al gobernante ruso. Es verdad que las exportaciones han caído hasta los 1.283 millones, un 42%, y que el petróleo y el gas no han sido técnicamente bloqueados, pero también es cierto que España ha aprovechado como pocos países esta coyuntura para disparar las compras al país eurasiático.
El tercer país que más ha ganado influencia comercial en el año 2022 es Marruecos, aunque en este caso es difícil establecer los paralelismos con el estallido de la guerra de Ucrania. El país del Magreb normalizó sus relaciones con España a partir de marzo, cuando el Gobierno español se posicionó de su lado en el conflicto del Sáhara Occidental, rompiendo 40 años de histórica neutralidad en el conflicto. Un giro que disparó las exportaciones e importaciones a esta país cerrando el año con el récord histórico de comercio exterior con España.
Crisis con Argelia
Las cifras indican que las exportaciones a Marruecos llegaron a los 11.748,2, un crecimiento del 23,7%, mientras que las importaciones se situaron en los 8.692,3 millones, una mejora del 19,1%. En todo el año 2021, los envíos llegaron a los 9.499 millones y las compras a los 7.300,9 millones, hasta la fecha las cifras más altas de la historia. Es un hecho que el giro en la política exterior de España ha beneficiado las relaciones comerciales y ha permitido que sigamos siendo el primer proveedor y el primer cliente de Marruecos.
Un giro que, sin embargo, ha afectado directamente a la relación con Argelia. Todo lo que se ha ganado con Marruecos se ha perdido con su vecino, que se ha sentido traicionado por el giro de Pedro Sánchez en el Sáhara. Durante la primera parte del año, se activó un veto a los envíos españoles, lo que ha cerrado el año con una caída anual del 45% de las exportaciones a este país.
En 2021, los envíos llegaron a los 1.888 millones y en 2022 a los 1.021 millones. En el camino, las empresas españolas han dejado de exportar la friolera de 876 millones de euros. Por el contrario, las compras de gas a Argelia has disparado las importaciones de España hasta los 7.596,6 millones, un 59,3% más, lo que supone triplicar el déficit comercial con este país hasta los 6.575 millones de euros.
EEUU y España
El cuarto gran ganador del nuevo orden comercial de España es Estados Unidos. Las compras al país norteamericano se dispararon hasta los 33.858,9 millones de euros, un 98,1% de crecimiento. Con ello pasa a convertirse en el cuarto proveedor de España tras China, Alemania y Francia y por encima de Italia que se queda en los 27.908,7 millones, un alza de solo el 23,4%. La cuota hace un año era de un 6,6% para Italia y un 5% para EEUU y al cerrar 2022 fue del 6,1% y del 7,4%, respectivamente.
En los últimos meses, las principales importaciones de España fueron medicamentos envasados, petróleo crudo, vacunas y soja. De hecho, el crecimiento comercial se debe principalmente al aumento de crudo y gas que se envía a nuestro país en barco desde América del Norte. Con el nuevo equilibrio de fuerzas, Washington además se queda cerca de Francia, que se mantiene como el tercer socio comercial, pero con menor distancia sobre el cuarto.
Un nuevo equilibrio estratégico y comercial donde crecen China, Estados Unidos, Rusia y Marruecos y pierden peso Alemania, Francia, Italia y Argelia. Un año, 2022, marcado por la guerra de Ucrania, que ha puesto sobre el tablero geopolítico una nueva realidad para España, impulsada principalmente por las decisiones de Sánchez de volcarse con países en el punto de mira por la guerra, como China y Rusia, y por los efectos de su inesperado giro en el Sáhara Occidental.