La incertidumbre frena la obra nueva: apenas crecerá un 0,3% en 2023
La coyuntura financiera de elevados tipos de interés y la incertidumbre económica ha frenado los nuevos desarrollos urbanísticos, según los constructores
La obra nueva de vivienda se ha estancado. Se lo avanzábamos en este diario en el mes de diciembre, cuando este segmento de la construcción empezaba a dar síntomas de enfriamiento. La Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras (Seopan) prevé que apenas crezca un 0,3% en 2023 a causa de la incertidumbre económica.
La coyuntura financiera de elevados tipos de interés y la incertidumbre económica ha frenado los nuevos desarrollos urbanísticos de obra nueva manteniéndose apenas la producción por la cartera contratada en 2022 y 2021, según explican fuentes del sector.
Partiendo de la estadística de producción en construcción nacional (demanda pública y privada) por subsectores de actividad, Seopan prevé que la actividad constructora crezca un 4% este año impulsado principalmente por la obra civil (+11,8%), en pleno año electoral y con el apoyo de los fondos europeos.
Por otro lado, la edificación no residencial tendrá un crecimiento del 5,6%, y en menor medida la rehabilitación de edificación residencial (+2,4%). Sin embargo, desde la patronal de concesionarias calculan que la edificación residencial de obra nueva apenas tendrá contribución ya que su actividad «se ha estancado». La edificación de obra nueva tiene un peso del 33,8% de la producción constructora nacional.
Tormenta perfecta
El incremento de los costes de producción por el aumento de los precios de los materiales empezó el año pasado a pasar factura a las obras. Este encarecimiento, unido a las mayores dificultades de acceso a la financiación de los potenciales compradores de vivienda, ha contribuido a frenar el sector, según los constructores.
Con «el tema de los tipos ha pegado un parón importante. Veníamos de dos años buenos», explican a THE OBJECTIVE fuentes de la patronal de la construcción. Los promotores inmobiliarios tenían todo vendido, pero esta subida de tipos ha ralentizado mucho, explican estas mismas fuentes. Además, la obra nueva se queda fuera de los fondos europeos. En los Next Generation-EU, destinados a impulsar la recuperación económica tras la crisis provocada por la pandemia de covid-19, se potencia mas la obra pública y la rehabilitación urbana. De hecho, muchas empresas de construcción están trasladando su negocio hacia la rehabilitación.
«El problema es que no se vende. Antes se vendía muy rápido. Cada cinco visitas había una venta. Ahora hay una venta por cada 25 visitas. Se ralentiza porque el acceso a la financiación es más complicado», explican estas mismas fuentes. Una realidad que el sector está constatando en las últimas semanas después de que la vivienda nueva cerrase 2022 con un 2,6% más de operaciones de vivienda nueva que en 2021.
«Cuanta menos oferta, más tensión en los precios», explica María Martos, portavoz de Fotocasa. En este sentido, la experta del portal inmobiliario calcula que probablemente continuemos viendo incrementos de precio durante este año. «La obra nueva está siendo muy demandada tras la pandemia. Eso ha ocasionado que el mercado de esta tipología se desequilibre, porque tiene una demanda muy alta y con la crisis energética, la guerra y la inflación. Es verdad que están ajustando costes y ralentizando promociones», explica.
Aumento de costes en obra nueva
Esta coyuntura está provocando diferentes situaciones en el sector. Si el promotor había vendido todo y se habían disparado los precios de los materiales, «se quedaba pillado el promotor», explican desde el sector. «Quería construir por 100 y realmente costaba 140, pero el promotor si pagaba 140 no le salían las cuentas. ¿Qué pasaba en muchas ocasiones? Que se devolvían las cantidades», aseguran estas fuentes.
En otras ocasiones, si aún no se habían empezado los trabajos, lo dilataban en el tiempo a ver si los precios de los materiales se moderaban. «Si a todas esas situaciones complejas entre constructor y promotor que se han producido por el aumento de costes le sumamos que el cliente final está teniendo muchos mas problemas para acceder a la financiación, pues hace que la obra nueva se ralentice», añaden fuentes de la patronal.
Desde el sector promotor prefieren ser cautos hasta conocer con cuántos visados de obra nueva cerró 2022. «Al final, si cerramos con 112 o 115 mil visados de obra nueva va a ser un año por encima de pandemia. Y si el año de la recesión económica y de los elevados tipos de interés nos quedamos más o menos, igual no va a ser un mal año», afirma Daniel Cuervo Iglesias, director general de Asprima a THE OBJECTIVE.