MGI, la cadena malagueña que vende juguetes a precios bajos y que está en plena expansión

Con la escalada de la inflación, las cadenas más competitivas en precios se abren camino. Es el caso de la empresa MGI, de origen rondeño y una de las más potentes de la provincia de Málaga. MGI vende distintos artículos de menaje, juguetes, decoración, textil, pequeños electrodomésticos…Todos ellos a precios redondos y bajos. La cadena vende prácticamente todos sus productos a 10,15 y 20 euros, con alguna excepción que asciende a 25. La enseña andaluza pone especial atención en las campañas de Navidad, en juguetes, y de verano, con hamacas, sillas, sombrillas.

La compañía está en plena expansión por España y prevé abrir este año entre ocho y diez nuevos establecimientos, según ha podido saber THE OBJECTIVE. Se trata de una empresa familiar que se constituyó en el año 2000 destinada a la comercialización al por mayor de juguetes, artículos de regalo, decoración y equipamiento del hogar. 

Una vez constituida, y después de estudiar la evolución del sector, fue a comienzos del año 2007 cuando plantearon la necesidad de crear un nuevo concepto de negocio basado en la venta directa al público de una gran selección de artículos a un único precio de 10 euros. Fue entonces cuando se abrieron las primeras tiendas con el concepto de tarifa plana. Ahora esa tarifa se ha ampliado a 15, 20 y 25 euros.

La compañía, que suma ya 80 establecimientos en nuestro país, lleva seis años creciendo a un ritmo constante. Sin embargo, ha visto como, coincidiendo con este periodo de elevada inflación, han experimentado un crecimiento notable de su facturación. Un incremento que se produce por volumen de ventas y no porque hayan subido sus precios, según afirman fuentes de la compañía.

Estrategia de negocio

«Seguimos manteniendo los mimbres con los que se fundó MGI. La venta de juguetes, menaje, artículos de regalo, decoración y ocio, pequeño electrodomésticos etc..», afirman fuentes de la empresa. «Manteniendo una buena relación calidad-precio, a través de un modelo de  tiendas planteadas en expositores lineales y centrales que represente para el cliente, además del añadido del precio, una compra cómoda, rápida y adecuada para sus necesidades», aseguran.

Al igual que otras enseñas de coste bajo como las perfumerías Primor, en MGI basan su modelo de negocio en un alto volumen de compra, que abarata el producto, ya que a mayor cantidad menor es el precio que ofrece el fabricante. También optan por la desaparición de intermediarios. Así, cuanto menos intermediarios menor costo de comercialización. Otra de sus características de negocio se basa en la alta rotación del producto, «al tener un precio muy atractivo los productos se venden con mayor rapidez generando mayor volumen».

MGI se centra también en controlar el gasto al extremo. «Gastando menos en todo aquello que no incida directamente sobre el producto o el cliente publicidad, inmuebles, mobiliario», explican. La campaña de Navidad, es uno de sus puntos fuertes. «El juguete es el producto estrella y nosotros al tener artículos de una muy buena relación calidad-precio indudablemente influye en las familias a la hora de comprar», aseguran.

Fuentes de la compañía aseguran a este diario que, en este contexto de elevada inflación, han podido mantener precios «haciendo un esfuerzo enorme en la compra de la mercadería e intentando que los muy pequeños margen brutos se conviertan en número interesantes para la empresa a través del volumen de ventas».

Con la vista puesta en Portugal 

La cadena malagueña sopesa su salto internacional y Portugal está en sus planes. «Es una ubicación que tiene muy presente la dirección de MGI. Pero hemos de ir con prudencia», aseguran a este diario desde la empresa. «Un país distinto, un sistema fiscal distinto, distancias importantes de nuestro Centro Logístico (Antequera), comportamientos de la clientela a la hora de comprar diferentes a los nuestros..», aducen estas mismas fuentes.

Pero indudablemente es un mercado que interesa al grupo y es muy probable que este año inicien operaciones allí. Con cerca de 600 empleados, esta cadena importa sus productos mayoritariamente desde China, aunque también trabaja con otros países europeos y está apostando por adquisiciones de productos de marcas nacionales, entre otras líneas de negocio. «La crisis de los contenedores indudablemente nos afectó al aumentar mucho los costes de los transitarios, pero pudimos mantener precios porque debido a la existencia de un gran stock», aseguran estas mismas fuentes.