El Sabadell guarda 170 millones para asumir pérdidas por la crisis de la inflación
La entidad sigue los pasos de otros bancos y lleva a cabo provisiones adicionales por la revisión de las proyecciones económicas y sus consecuencias
El consejero delegado del Sabadell, César González-Bueno. | Banco Sabadell
El Sabadell ha decidido guardar 170 millones en la hucha de provisiones para hacer frente a las pérdidas que se deriven de la crisis de la inflación desatada tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Según los datos recabados por THE OBJECTIVE, en 2022 la entidad registró por este importe de dotaciones adicionales que incorporan el nuevo entorno de precios actual y las particularidades sectoriales de la coyuntura económica.
Con este aumento de las coberturas que, a priori son temporales, el Sabadell ha tenido en cuenta las últimas proyecciones sobre la evolución de la economía y las probabilidades de que estas tengan un impacto sobre el deterioro de sus activos, principalmente préstamos por impago.
El Sabadell, con esta hucha, sigue los pasos de otras entidades que habían llevado a cabo dotaciones especiales para combatir las consecuencias de la escalada de la inflación, el colapso en la cadena de suministros y el alza de los tipos de interés. Además, atiende las peticiones reiteradas de los organismo supervisores (BCE y Banco de España), que llevan tiempo urgiendo al sector financiero a que eleve sus provisiones ante los riesgos y la incertidumbre reinante.
Antes que el Sabadell, otros como Caixabank o BBVA llevaron materializaron dotaciones especiales por la guerra de Ucrania ante el deterioro. En este sentido, BBVA ya en verano materializó una reserva de fondos para tal cometido, que posteriormente elevó.
El Sabadell se ajusta a las nuevas previsiones económicas
En octubre, el director financiero del Sabadell, Leopoldo Alvear, anticipó que previsiblemente en el cuatro trimestre el banco iba a acometer provisiones extra por el deterioro de la economía. «Algo haremos», señaló el directivo, sin dar cifras concretas. Unas palabras que finalmente se han confirmado.
En el informe anual, publicado hace unos días, la entidad indica que ha actualizado los escenarios macroeconómicos en base a las estimaciones de los reguladores, que le ha llevado a hacer «una serie de dotaciones adicionales» para afrontar insolvencias por el panorama de inestabilidad.
Todos los bancos, incluido el Sabadell, se han mostrado relativamente optimistas sobre la evolución de la morosidad. Aunque comparten que los impagos crecerán en 2023, algo que no ha sucedido hasta la fecha, confían en que no lo haga de una manera abrupta.
Así, Alvear ha previsto un «aumento ligero» de la morosidad, a pesar de que aún no hay signos de una evolución peor de este parámetro. Por ello, estima que el coste del riesgo -que ratio que mide el volumen de dotaciones- se incrementará desde los 60 puntos básicos hasta los 65, lo que llevará a un crecimiento de las provisiones futuras en el entorno del 8%.
Para determinar el volumen de las dotaciones especiales, el Sabadell parte con una estimación base de crecimiento para la economía española del 1% en 2023 y de un 2% para 2024, mientras que para el Reino Unido (su otro gran mercado) vaticina una recesión en ambos ejercicios (de un -1,3% y -0,2%, respectivamente).
Eso sí, en el peor de los escenarios España sufriría una caída de su Producto Interior Bruto (PIB), que alcanzaría en el presente año un 1,1%, con una tímida recuperación para el siguiente. En cualquier caso, el Sabadell considera que en la situación más catastrófica España se vería «relativamente menos perjudicada que el conjunto de la zona euro debido a la menor dependencia del gas ruso».
Sin embargo, el banco que dirige César González-Bueno añade que «la economía entra en recesión en el primer semestre de 2023 y, posteriormente, se adentra en un periodo prolongado de estancamiento».
Pese a las mayores coberturas por la crisis de la inflación, el Sabadell, en el conjunto de 2022, pudo reducir la partida de provisiones en su cuenta de resultados por el recorte de la morosidad ante el incremento de las recuperaciones de préstamos morosos y la menor entrada de insolvencias.
Los activos problemáticos del grupo suman en la actualidad 6.971 millones de euros, de los que 5.814 millones son préstamos dudosos y 1.157 millones activos adjudicados. La cobertura de activos deteriorados, incorporando el total de provisiones, se sitúa en el 52,3%.
