Los empleos mejor pagados de España
La mitad de los españoles se plantea cambiar de trabajo. Empresas especializadas ofrecen guías para encontrar los mejores salarios en cada sector
Los empleos menos mal pagados en la ‘boyante’ economía española. | Tyler Franta (Unsplash)
La semana pasada, la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos Nadia Calviño anunció a bombo y platillo que la creación de empleo «se está acelerando» en marzo. Tal era la (o, más bien, su) conclusión de los últimos datos de afiliados a la Seguridad Social. En un análisis un poco más concienzudo de estos y otros datos, quizá menos convenientes a la propaganda, Carmen Obregón rastreaba matices menos luminosos que, por lo que sea, se les olvida comentar en el Gobierno. Mencionaba, por ejemplo, los 443.078 fijos discontinuos parados, en un limbo no aclarado por la estadística de Calviño. Los agentes económicos ya no disimulan una cierta sensación de estafa ante la euforia gubernamental, hasta el punto de que Gerardo Cuerva, todo un presidente de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), terminó resumiendo por su cuenta: «Hay más parados hoy en España que en el año 2019». Pero la cuestión, lamentablemente, va más allá. No sólo no hay más empleo. La otra gran cuestión es cómo es el que hay.
Obregón recababa la opinión de José Luis Fernández Miranda, de la Univisión de Sindical Obrera (USO): «Estamos asistiendo a un cambio de la precariedad de la contratación temporal, por la precariedad de la contratación indefinida: es decir, más contratos indefinidos, con menores horas de trabajo y menores salarios». La inflación galopante pone de mayormente de relieve el último aspecto: «Menores salarios». Los ahorros de la pandemia se van agotando y mucha gente empieza a no llegar a fin de mes… y tienen que escuchar que son afortunados por tener un empleo.
La primera consecuencia lógica de la continuada rebaja de la calidad del empleo tiene que ver con algo tan humano (y poco productivo) como el escaqueo. Tampoco nos vamos a matar por mantener un empleo de m….a, por muy empleo que sea. El último informe trimestral sobre el absentismo y la siniestralidad laboral de The Adecco Group Institute, presentado a finales de enero, reveló que la tasa de absentismo en España había aumentado hasta el 6,7% respecto al año anterior.
Se puede (y se suele, la verdad) utilizar ese tiempo para torrar a familiares y amigos con los detalles de la lamentable peripecia laboral propia. Otra opción, quizá más aconsejable, consiste en ir mirando una vía de escape. Significativamente, LinkedIn es una de las redes sociales que más crece últimamente en usuarios y prestigio: se dedica a proporcionar conexiones en el mercado laboral. Uno de sus últimos estudios destaca cómo el 54% de los españoles se plantea cambiar de trabajo este año. Por supuesto, hay que tener en cuenta que la fuente de esta información se nutre de gente que, básicamente, está buscando trabajo o, al menos, mira de reojo el mercado laboral: a LinkedIn le conviene que haya movimiento.
De todas formas, el dato tiene sentido en un entorno actual, con tantas correcciones tras la pandemia, los cambios geopolíticos, la inflación y demás. Christian Scherrmann, US Economist en la empresa de capital inversión DWS, tituló recientemente un informe: «En EEUU sigue habiendo demasiada oferta para tan pocos solicitantes de empleo». Hay que remontarse a la década de los 1940 para encontrar otro periodo en el que las ofertas de trabajo superasen la demanda de empleo por un margen tan amplio. De ahí que tendencias como la Gran Renuncia, de la que ya hablamos aquí, han resultado en EEUU en algunos cambios en la política de recursos humanos de las empresas para captar y retener talento. Pueden hacerlo porque, entre otras cosas, no tienen que (o no les apetece, por lo que sea) largarse del país a, digamos… ¿Holanda?
Pero esto es lo que hay. Conviene ser prácticos y lidiar con lo que tenemos. Para empezar, necesitamos información. Varias empresas especializadas ofrecen guías útiles para rastrear el mercado laboral. Una de las más conocidas en España, Adecco, aporta toda una colección elaborada por su consultora LHH Recruitment Solutions, que analiza las diez posiciones más demandadas de diferentes sectores productivos en España desde un punto de vista salarial, funcional y de distribución geográfica.
Así, la V Guía LHH Recruitment Solutions del mercado laboral 2022 para Recursos Humanos, por ejemplo, explica que el HR Manager (gestor de recursos humanos) fue el perfil mejor pagado del ramo en España en 2022: podía alcanzar los 110.000 euros anuales en fijo si superaba la década de experiencia en una multinacional ubicada en la Comunidad de Madrid; le seguían el Payroll Manager (especialista en nóminas), que podía percibir al año 80.000 euros en fijo con más de diez años de experiencia.
En el sector Construcción e Inmobiliaria, el mejor sueldo se lo lleva el director de Contratación, que llegaba a los 120.000 euros anuales, también si superaba la década de experiencia, y en este caso en multinacionales ubicadas tanto en Madrid como en Cataluña. En Logística y Compras, el liderato lo ostenta el responsable de Compras de Transporte. En Hostelería & Turismo, el director de hotel, con hasta 69.000 euros anuales en el País Vasco, Andalucía y la Región de Murcia. Y un largo etcétera. La cuestión es que, buscando un poco, podemos pasar de la queja o la ensoñación a la estrategia y el posicionamiento a partir de un mapa de objetivos.
La clave, por supuesto, está en definir estos últimos. Si nuestras ambiciones son más modestas, por ejemplo, Adecco tiene otra colección de 15 guías, también sectoriales, de «perfiles esenciales», es decir, con salarios inferiores a los 40.000 euros. Lo interesante son los detalles no solo en materia de salarios según posición y antigüedad, sino también en porcentaje de demanda de perfiles laborales e impacto y situación actual del sector. Se incluye, además, una explicación de cada uno de los perfiles, a veces confusos.
Si pensamos más a medio y largo plazo, LinkedIn ofrece la clasificación «Empleos en auge 2023», con «los 25 puestos que vienen pisando fuerte en los últimos cinco años y las tendencias que están definiendo el futuro del mercado laboral». La lista usa «datos exclusivos de LinkedIn», aporta «información sobre las oportunidades a largo plazo y desvela el rumbo que ha tomado el mercado laboral».
El podio lo ocupan el especialista en ventas, el ejecutivo de cuentas y el analista de ciberseguridad. Siguen el consultor de sostenibilidad, el responsable de desarrollo de negocio, el experto logístico, el responsable de relaciones con el cliente y el ingeniero de confiabilidad de sitio. Afortunadamente, en LinkedIn también traducen los perfiles. Así, de este último, de nombre tan arcano (¿el amo del calabozo?), explica que «trabajan sobre aspectos específicos de los niveles de servicio de un sitio web y las aplicaciones», y «miden y optimizan la latencia de las solicitudes, la disponibilidad, la fiabilidad, la tasa de errores y el rendimiento del sistema».
El top 10 de la lista de LinkedIn lo cierra el ingeniero de inteligencia artificial. Precisamente la tecnología sigue siendo, pese a ciertos bandazos, la Tierra Prometida del mercado laboral. Un estudio de Immune Technology Institute se presenta con esta sugerente paradoja: «Por qué los profesionales tecnológicos son los más demandados del mercado laboral (a pesar de los despidos)». Como en el caso de LinkedIn, hay que saber que la fuente no es neutral: Immune se define como «el hub generador de talento en el sector tecnológico a nivel europeo que se constituyó en 2019», pero más adelante aclara que «oferta una amplia variedad de formaciones, como grados, masters, cursos de actualización o cursos de verano para los más jóvenes»… en tecnología, claro.
El estudio reconoce que «hasta 200.000 trabajadores han sido despedidos en las grandes tecnológicas», pero asegura que la cifra tiene «su explicación en el incremento generalizado de las plantillas durante la pandemia de covid-19. Los despidos en las compañías tecnológicas responden, en la mayoría de los casos, a una reorganización interna como respuesta a los cambios en el mercado por la normalización de la demanda post-covid».
Juan Riva, CEO y fundador de Immune, arrima el ascua a su sardina: «Este desajuste entre la oferta y la demanda de empleo obliga a los jóvenes y profesionales a estar en continua formación, algo que toma mayor relevancia aún en el sector de la tecnología, que está experimentando una crisis entre las necesidades de las empresas y la mano de obra disponible». Y tira de datos: según el Índice de Economía y Sociedad Digital (DESI), en los últimos diez años se han contratado nueve millones de especialistas TIC en toda Europa y se espera que se alcancen los 20 millones para 2030, por lo que durante los próximos años este tipo de profesiones seguirán siendo de las más demandadas.
Teniendo en cuenta la depuración pospandemia, urge más que nunca estar a la última. Y eso, por supuesto, hoy es sinónimo de inteligencia artificial. El estudio de Immune se queja de que «el sector se enfrenta también al falso mito de que la inteligencia artificial y las nuevas soluciones tecnológicas emergentes están favoreciendo los despidos, pero la realidad es que las máquinas siempre han servido como solución a problemas concretos dentro de todos los sectores, actuando de manera complementaria a la mano de obra humana, y no como sustitutas».
No descartemos, por lo tanto, la opción de preguntarle a ChatGPT por nuestro futuro laboral. De nuevo la advertencia sobre las fuentes: nuestro amigo artificial tiene cierta tendencia natural al narcisismo.
