Digi asusta al mercado: será la cuarta 'teleco' incluso sin los activos de Orange y MásMóvil
La presión de las grandes operadoras de telecomunicaciones se centra en evitar que la Comisión Europea siga engordando a la compañía de origen rumano
Inauguración de la primera tienda a nivel nacional de Digi, el pasado mes de febrero. | (Europa Press)
Digi será la cuarta operadora española al finalizar el año, con o sin los activos (remedies) que podrían derivarse de la joint venture entre Orange y MásMóvil. Según las fuentes con las que ha hablado THE OBJECTIVE, la proyección de crecimiento de la compañía de origen rumano sumada a sus actuales infraestructuras, le garantizará esta posición incluso si es que las redes que se cedan tras la fusión van a parar a manos de otra compañía como Finetwork o Avatel. Además, quedarán en una posición muy favorable para comenzar a discutir a Vodafone el tercer lugar del mercado.
De esta manera, se cumplirán los peores temores de las grandes compañías del sector y solo les queda esperar que la Comisión Europea imponga escasos remedies para no engordar aún más a Digi. En este sentido, no son casuales los mensajes que ha venido dando el sector -en especial Telefónica- pidiendo a Bruselas que apruebe la integración sin condiciones. El temido cuarto operador ya está aquí y las grandes compañías lo saben, por lo que continuarán realizando una gran presión pública para minimizar su potencial de crecimiento.
Fuentes de Telefónica, Orange y Vodafone insisten en que el fortalecimiento de esta operadora podría asestar un duro golpe al futuro de sus negocios en España y echar por tierra las esperanzas de racionalización del sector puestas en la futura integración. En definitiva, la amenaza cierta de la aparición de un «nuevo MásMóvil» que presione los precios a la baja y arrebate clientes a los grandes, generando una reducción de sus márgenes y de sus ingresos.
Crecimiento de Digi
Estas operadoras recuerdan que el éxito de los amarillos comenzó con la cesión de infraestructuras y remedies de la compra de Jazztel por parte de los franceses en 2015, a muy bajo precio y generando una ventaja competitiva que usaron para rebajar precios y arrebatarles clientes. En esta línea, lo que realmente preocupa a las grandes es que comparativamente, Digi está en estos momentos en una mejor posición que MásMóvil antes del comienzo de su ciclo expansivo tras estos remedies.
La operadora de origen rumano tiene una red de fibra en crecimiento y un mayor número de clientes y de ingresos. En 2015, MásMóvil tenía 458.000 clientes de móvil, no tenía despliegue de fibra ni clientes de banda ancha fija. Además facturó 141 millones de euros al cerrar este año. En el caso de Digi, facturó 503 millones al finalizar 2022 (cuatro veces más) y tiene actualmente más de 4,9 millones de clientes (843.000 clientes de fibra óptica) y un despliegue de 3,7 millones de unidades inmobiliarias al finalizar el tercer trimestre del año pasado.
Si se mantiene este nivel de crecimiento, las proyecciones indican que al cierre del año pasado ya tendrían cinco millones de hogares desplegados con fibra óptica propia y que al finalizar éste podrían estar en los 6,8 millones. En cuanto a número de clientes podrían cerrar el año muy por encima del millón en fibra y su facturación podría llegar a los 600 millones de euros. En términos comparativos, cerrarían 2023 con un tercio de los tres millones de clientes que tiene Vodafone en banda ancha móvil y más del doble de las 2,9 millones de unidades inmobiliarias pasadas con FTTH de la operadora británica.
«Nuevo MásMóvil»
Es verdad que a Digi todavía le queda recorrido para alcanzar el tercer lugar de Vodafone, que factura más de 4.000 millones de euros al año y tiene más de 15 millones de clientes, pero ya le supera en varios parámetros y esto preocupa en el sector, que ve cómo su crecimiento orgánico seguirá siendo fuerte en el mediano plazo. Una cómoda situación que le mantiene actualmente con el 4% del mercado, pero que según algunas previsiones de altos directivos del sector podría alcanzar hasta un 12% en un plazo inferior a los cinco años.
La clave está en saber cuál es el recorrido que pueden tener los remedies y si efectivamente se los termina quedando Digi. Si utilizamos el caso de MásMóvil, la operadora fundada por Meinrad Spenger disparó su facturación por nueve y por encima de los 1.000 millones entre 2015 y 2016, aunque es verdad que además de los remedies de Jazztel (asumidos a finales de 2015), durante 2016 incorporó la compra de Yoigo (que aportó el gran salto de ingresos), por 612 millones, y Pepephone, por 158 millones.
Este diario ya ha publicado que a Comisión Europea trabaja con tres escenarios que podría imponer a la joint venture de Orange y MásMóvil, entre los que destaca la imposición de remedies de infraestructuras que pueden ser de red fija, poniendo el foco en los despliegues de Euskaltel en el norte de España; y de red móvil, precisamente de la red y las estaciones base e infraestructuras de Yoigo que adquirió la compañía dirigida por Meinrad Spenger en 2016.
Red de fibra óptica
Sin embargo, las pequeñas compañías potencialmente interesadas han indicado a este diario que solo están en condiciones para pujar por activos fijos y no móviles, ya que encajan de mejor manera en sus planes de negocio y se pueden generar más sinergias con sus actuales infraestructuras. Por el contrario, una red móvil y su mantenimiento podría generar importantes desequilibrios en sus cuentas.
En este sentido, la red de banda ancha de Euskaltel tiene 2,5 millones de hogares pasados, pero tienen ADSL, una tecnología obsoleta que MásMóvil está empezando a sustituir. Para ello desplegarán 1,1 millones nuevos de fibra óptica de la mano de la joint venture que formaron con empresarios vascos en julio del año pasado.
Si Digi se quedara con esta red -o parte de ella- sumaría 2,5 hogares a su ya importante despliegue que prevé cerrar el año en 5,8 millones de hogares. En total, 8,3 millones de fibra que ya les situaría muy cerca de los 10,4 millones de Vodafone (sumando su despliegue de HFC y fibra).
