¿Qué es la 'sobrecotización' y cómo afectará a las pensiones del 'baby boom'?
La retirada de esta jubilación del mercado laboral supondrá un aumento del gasto de la Seguridad Social
Un hombre trabajando mientras habla por teléfono | Pexels
El Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) es una de las medidas que incluye la reforma de las pensiones aprobada por el ministro de Inclusión, Seguridad y Migraciones, José Luis Escrivá. Este mecanismo es una cotización del 0,6% del salario, que se duplicará hasta el 1,2% durante esta década y durará hasta 2050.
Esta cuota será aplicable en todos los salarios y su objetivo es nutrir la hucha de las pensiones. La previsión de las recaudaciones es de 130.000 millones de euros a mitad de siglo. Esta ayudará a afrontar el elevado gasto que ha provocado la jubilación masiva de la generación del baby boom.
El Gobierno de la legislatura correspondiente podrá disponer de hasta un máximo del 0,91% del PIB anual de este ahorro hasta mitad de siglo. Sin embargo, esto será en la etapa de mayor tensión financiera por el retiro del baby boom, en la década de 2040. Además, solo será a partir de 2033 que el Gobierno de ese año pueda hacer uso de esta hucha.
De esta forma, en una década, la reforma permitirá al Ejecutivo gobernante la opción de disponer de una cantidad anual para afrontar el pago de las pensiones. Debe contar con el acuerdo del Consejo de Ministros, pero la Seguridad Social también podrá disponer desde un 0,1% del PIB para pagar pensiones en 2033. Esta cantidad irá subiendo progresivamente hasta casi un punto del PIB al terminar la década siguiente, en 2047.
Este mecanismo es una de las tres grandes herramientas que han planteado desde el Ejecutivo para mejorar los ingresos del sistema público de pensiones. Esta arrastra ya un déficit del 0,5% del PIB en 2022 y subirá al 4,5% a mitad de siglo. Otras medidas son la ampliación de la base máxima de cotización y la ‘cuota de solidaridad’, que tanta polémica ha causado, sobre los salarios que superen la base máxima prevista.
Funcionamiento de la ‘sobrecotización’ para las pensiones
El MEI ha empezado 2023 gravando un 0,6% de las nóminas, repartidas entre las empresas (o,5 puntos) y el empleado (0,1 puntos). El periodo transitorio finalizará en 2029, con una cuota del 1,2%; esta se mantendrá hasta la mitad del siglo.
Según recoge la ley general de la Seguridad Social, esta cotización no genera derecho a pensión, ya que no computa sobre la base reguladora que sirve para calcular la prestación pública. Está, sin embargo, orientada a agrandar la hucha de las pensiones: según calcula el ministro Escrivá, y como ya se ha mencionado, el Fondo de Reserva llegaría a acumular 130.000 millones.
A lo largo de esta década, solo será posible ingresar en este apartado de la Seguridad Social. Los ingresos saldrán, casi esencialmente, a costra de los salarios. Además, de forma puntual, también del excedente en el caso de que la Seguridad Social cierre un ejercicio en superávit.
El retiro de la generación del ‘baby boom’
La mayoría de las personas de la generación del ‘baby boom’ han desarrollado carreras laborales con bases de cotización más altas que sus predecesores. Por ello, su salida del mercado laboral provocará una tensión financiera que, a su vez, dará lugar a un incremento del gasto en pensiones.
Este fenómeno es el conocido como efecto sustitución. Esto provoca que las pensiones que entran al sistema sean más altas que las ya existentes y, sobre todo, que aquellas que se dan de baja. Además, serán más las personas que pasen a ser pensionistas que quienes entren en el mercado laboral.
El mayor desembolso de la hucha de las pensiones, además, coincide con la etapa en la que el gasto en pensiones por la jubilación boomer será mayor. El Ministerio de Seguridad Social prevé que solo el efecto de esta generación sobre el gasto en pensiones se acerque al 1% del PIB en 2047. Luego, hasta 2060, descenderá 1,5 puntos.
