El giro de Sánchez en el Sáhara dispara un 71% el déficit comercial de España con Argelia
En nueve meses de veto de Argel las empresas españolas han perdido 1.200 millones de euros por el desplome de las exportaciones
El giro de Pedro Sánchez en el Sáhara Occidental apoyando las aspiraciones de Marruecos y abandonando la histórica neutralidad, ha sido un negocio muy perjudicial para la economía española y para las empresas que exportan a Argelia. Los datos cribados por THE OBJECTIVE indican que en los nueve meses que han transcurrido desde que se activara el bloqueo de Argel, el déficit comercial con este país ha aumentado en 2.187 millones de euros, un 71% más respecto a igual periodo del año anterior.
Este desequilibrio se produce por el bajón de las exportaciones de las empresas españolas vetadas por Argelia, que se han reducido un 86,6% entre junio del año pasado y febrero de este; pero además por la explosión de las importaciones, que han aumentado un 20,7% en este mismo periodo, empujadas por la compra de gas al país del Magreb. Dos coyunturas que han hecho que el déficit comercial se haya disparado hasta el nivel más alto de la historia reciente de los intercambios comerciales entre los dos Estados.
De esta manera, en los últimos nueve meses las exportaciones a Argelia cayeron hasta los 192,9 millones, frente a los 1.441,4 millones que registraron entre junio de 2021 y febrero de 2022, cuando todavía no se activaba el bloqueo. Esto supone que las empresas españolas dejaran de realizar envíos por valor de 1.248 millones, una imparable sangría, según denuncian las pequeñas y medianas empresas cuyos negocios dependen del intercambio comercial con Argelia.
Empresas afectadas
Los datos publicados esta semana por la Secretaría de Estado de Comercio indican que en febrero se exportaron apenas 6,2 millones de euros a Argelia, la cifra más baja desde que comenzó la crisis y un descenso interanual del 96,3%. Hace un año, se realizaron al país africano envíos por valor de 168 millones. Otro dato: la suma de todas las exportaciones de empresas españolas a Argel desde junio del año pasado están por debajo de los 197,2 millones que se registraron solo en mayo, el mes anterior al bloqueo.
Esta situación ya ha llegado al Parlamento Europeo. En una pregunta oficial, el eurodiputado de Ciudadanos Jordi Cañas, denunciaba el bloqueo utilizando los datos publicados por este medio. El político habló de pérdidas de 1.086,7 millones de euros a las empresas españolas, como advirtió este medio hace un mes. «La mayoría de las empresas afectadas son pymes que realizan envíos de manufacturas, además de grandes empresas agroalimentarias, tecnológicas y de infraestructuras», señaló. Un informe de Intermodal Forwarding cifra en más de 600 las empresas españolas afectadas.
Se trata de una coyuntura que además ha ido acompañada de un alza de las importaciones. Entre junio y febrero, han llegado a 5.476,8 millones de euros, un 20,7% por encima de los 4.537,8 millones de un año antes. El grueso de estas compras se produjo entre junio y septiembre, cuando se registraron tasas de crecimiento de entre el 41% y el 83%.
Déficit comercial
Posteriormente, entre octubre y diciembre se produjeron cifras negativas respecto a 2021, y ya en 2023 se ha vuelto a crecer hasta el 26,8% en febrero, el último mes registrado por la Secretaría de Comercio. Este comportamiento se explica por la necesidad del Gobierno de hacer acopio de gas en verano y otoño y así evitar problemas de desabastecimiento en invierno. La vuelta en enero a cifras positivas se entiende también porque vuelve a comenzar esta campaña para acumular combustible.
De esta manera, la suma de las exportaciones y las importaciones de España a Argelia es ampliamente deficitaria tras nueve meses de bloqueo comercial. El déficit comercial en este periodo llegó a los 5.283,9 euros frente a los 3.096,4 millones registrados en igual periodo del año anterior, con un crecimiento de 2.187,5 millones y un 71% más. Todo el déficit comercial de la economía española en 2022 fue de 68.112 millones, triplicando los 26.178 millones de 2021, por lo que el déficit con Argelia tiene una representación importante considerando que es un país con el que comerciamos apenas el 0,3% de nuestras exportaciones y el 1,7% de las importaciones.
2022 arrojó una caída de las exportaciones a Argelia del 59,3% hasta los 1.020,6 millones y un crecimiento del 46% de las importaciones hasta los 7.596,3 millones. Se generó un déficit comercial de 6.575,7 millones, más que duplicando los 2.879,2 millones de desequilibrio del año 2021. En la última década, el mayor registro había sido de 5.371 millones en 2014, tras reducirse considerablemente hasta los 954 y 571 millones en 2019 y 2021, respectivamente.
Veto de Argelia
El 16 de marzo de 2022, Pedro Sánchez anunció una «nueva etapa» con Marruecos apoyando el plan de Rabat para el Sáhara Occidental y poniendo fin a una histórica neutralidad. Hasta esa fecha, se respetaba el argumento de Argel y el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui. Pero esta nueva etapa, refrendada el 8 de junio ante el Congreso por el presidente de Gobierno, dio paso a que ese mismo día Argelia anunciara la suspensión del Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación con España, firmado en octubre de 2002.
En la práctica esto suponía establecer sanciones a empresas locales que compran productos a España y congeló las domiciliaciones bancarias de las operaciones de comercio exterior de productos y servicios con origen y destino en nuestro territorio. Nueve meses después, nada ha cambiado, pese a que después del verano del año pasado se anunciase que se acababa el veto bancario. La realidad es que el bloqueo va a más y que el intercambio comercial entre los dos países se limita solo a algunos productos específicos como el gas.
Lo que está claro es el tremendo impacto en la economía tras el giro de Pedro Sánchez en el Sáhara, un perjuicio que ha afectado principalmente a las empresas españolas que califican la actual situación de «desesperada» y que -indican- siguen sin recibir respuesta ni ningún tipo de solución del Gobierno. Un problema que, como reflejan los datos, va a peor con el paso de los meses y que amenaza con cerrar el año 2023 en los niveles más bajos de exportaciones que se recuerden desde que hay registros.