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Bruselas decidirá antes del verano si impone venta de activos a la fusión Orange-MásMóvil

Estas semanas serán cruciales para conocer la opinión definitiva de la UE sobre el nivel de condicionantes que pueda imponer a la operación

Bruselas decidirá antes del verano si impone venta de activos a la fusión Orange-MásMóvil

Margrethe Vestager, vicepresidenta de la Comisión Europea y comisaria de Competencia. | Europa Press

La Comisión Europea (CE) decidirá antes del verano si impone condiciones o venta de activos a la joint venture de Orange y MásMóvil. Las fuentes cercanas al proceso con las que ha hablado THE OBJECTIVE confirman que en estas fechas las operadoras tendrán sobre la mesa las exigencias de Bruselas respecto de qué infraestructuras o restricciones se impondrán a la operación, si es que finalmente el regulador opta por este camino. Este diario ya ha informado de que el plazo definitivo que se ha impuesto la UE para resolver la fusión es el próximo mes de octubre, pero si hay remedies se decidirán mucho antes.

La fusión entró en Bruselas el 14 de febrero, después de tres meses de pre-notificación en el que la CE requirió los documentos necesarios para activar el proceso. El 20 de marzo la UE decidió llevar la joint venture a una investigación exhaustiva por el tamaño de la operación, el riesgo de que existiese una concentración en el mercado minorista y una subida de precios tras la integración. Un proceso que inicialmente debía expirar el 21 de agosto, pero que se alargó diez días hábiles, hasta el 4 de septiembre, tras un acuerdo entre las partes.

Que la operación entrara en una fase de investigación exhaustiva indica que es probable que se termine imponiendo la venta de activos, ya que hay muy pocas operaciones que se han saldado sin remedies (venta de activos) en esta fase 2 de análisis. Orange y MásMóvil siguen defendiendo que no serán necesarios estos condicionantes ya que -argumentan- el mercado seguirá siendo competitivo tras la fusión por la existencia de otros competidores como Digi o Avatel que siguen manteniendo precios bajos.

Meinrad Spenger, CEO de MásMóvil y futuro consejero delegado de la 'joint venrture'.
Meinrad Spenger, CEO de MásMóvil y futuro consejero delegado de la ‘joint venture’. | Agencias

Temores con Digi

Las próximas semanas serán vitales para decidir el futuro de la operación. Mayo será el último mes en el que las dos compañías puedan intentar convencer a la Comisión de que la venta de activos no es necesaria y para ello han activado todos sus resortes, incluso con ayuda de otras compañías del sector, como Telefónica, que se han manifestado en contra de estos remedies. Finalmente, si Bruselas decide imponerlos se trabajará para que impacten lo menos posible en su negocio y en su futura rentabilidad.

El gran temor de las operadoras es que estos activos terminen finalmente engordando a compañías alternativas como Digi. Este diario ya ha publicado que incluso sin venta de activos se convertirá en la cuarta operadora española cuando se autorice la fusión, con un crecimiento de ingresos del 38% anual, con 6,5 millones de hogares pasados con fibra (solo por detrás de Telefónica y Orange) y una mejora de clientes que le podría llevar a tener el 10% del mercado al cerrar este año.

Si es que los remedies van a parar a Digi, terminará convirtiéndose en un operador aún más relevante y con músculo para estar al nivel de Vodafone en pocos años y con la fortaleza suficiente para seguir arrebatando clientes a las grandes operadoras. Una operación muy similar a la de Jazztel en 2015, cuando MásMóvil se quedó con sus activos tras la compra de Orange y terminó convirtiéndose en un gigante que compite de igual a igual con las tres grandes. Por ello, el gran objetivo es evitar que los activos sobrantes no caigan en manos de Digi.

Condicionantes a Orange y MásMóvil

De esta manera, si se terminan imponiendo estos remedies, deberían estar sobre la mesa a más tardar el mes de junio. Siempre en el entendido que se impondrán estas condiciones, Bruselas podría pedir a Orange y MásMóvil que hagan su propia propuesta para desprenderse de activos y esto podría incluir incluso posibles interesados, aunque esta opción es más complicada si es que las dos operadoras siguen insistiendo que no son necesarios estos condicionantes. También Bruselas podría imponer esta venta de activos sin previa consulta con Orange y MásMóvil.

¿De qué condicionantes hablamos? Este diario ya ha publicado que podrían ser de tres tipos: remedies de infraestructura, de acceso o de venta de marcas o cesión de clientes. En el primero de los casos, en el punto de mira está la red de Yoigo y sus estaciones base y torres, además de las frecuencias que tiene asignadas; mientras que las infraestructuras fijas está la red de Euskaltel en el norte de España que se encontraría duplicada con Orange.  

En relación a los remedies de acceso, se podrían establecer fórmulas para que los competidores de la nueva empresa puedan acceder a sus redes en igualdad de condiciones y a precios competitivos. Es una situación similar a la que se enfrenta en estos momentos Telefónica en su condición de operador incumbente. La tercera vía es la venta de marcas o cartera de clientes para garantizar la competitividad del mercado. En total, las dos compañías aglutinan 16 marcas, 13 de MásMóvil. Sin embargo, las fuentes consultadas por este diario consideran que esta opción es la menos viable.

Posibles interesados

Siguiente con el calendario, en los meses de julio, agosto y septiembre se tendría que poner en marcha la toma de contacto o negociación con los posibles interesados. En este proceso también se pondría precio a los activos de los que habría que desprenderse y se establecerán las condiciones definitivas de la operación. Por operaciones anteriores, los precios a los que se tengan que vender estos activos serán muy bajos, lo que podría poner en peligro la rentabilidad de la integración de las dos compañías.

Si Orange y MásMóvil deciden que estas condiciones no hacen viable la joint venture, podría retirar la solicitud de Bruselas y romper el pacto de manera amistosa. Para eso han firmado una cláusula de salida en la que ninguna de las dos partes sería penalizada económicamente. Sin embargo, en el sector se cree que esta opción es muy improbable, incluso si es que se les obliga a vender infraestructuras para garantizar la competitividad del mercado español.

De esta manera, si se decide seguir adelante, las dos operadoras deberían activar negociaciones informales con Digi, Avatel o Finetwork, que han manifestado su interés en participar en el proceso. Será entonces cerca de septiembre o octubre cuando se autorice la fusión con condicionantes, aunque podría pasar algún tiempo más para desprenderse de estos activos formalmente y cederlos a alguno de estos competidores. En todo caso, la nueva compañía no comenzaría a funcionar con su nueva estructura hasta comienzos del año 2024 cuando se resuelvan todos los temas administrativos y burocráticos.

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