Jaime Botín sale al 'rescate' de Línea Directa con la compra de un millón de acciones
El empresario refuerza su posición en la aseguradora ante una nueva caída de la cotización en Bolsa, tras presentar pérdidas en el primer trimestre del año
Jaime Botín, tío de la presidenta del Santander, Ana Botín, ha salido al ‘rescate’ de Línea Directa con un refuerzo de su peso en el capital con el fin de taponar su sangría en Bolsa. El banquero, máximo accionista de Bankinter, ha llevado a cabo diferentes operaciones de adquisición de un millón de acciones de la aseguradora. Compañía que no está pasando un buen momento, ni en el mercado ni en su rentabilidad operativa, por el aumento de los siniestros en el segmento de las pólizas de automóviles.
Jaime Botín, a través de su patrimonial, ha invertido en estas compras unos 840.000 euros y lo ha hecho cuando la cotización está en zona de mínimos históricos. Las transacciones del empresario se realizaron en las últimas jornadas de abril y las primeras de mayo, según los datos recabados por THE OBJECTIVE, días después de que los títulos profundizaran su desplome tras registrar la compañía pérdidas trimestrales.
Con las adquisiciones Botín, con las que aprovecha también los precios bajos, se consolida como principal socio de Línea Directa, con un 19,2% del capital a través de su sociedad Cartival, por delante de Bankinter, que mantiene el 17,4% dos años después de su escisión y colocación en Bolsa, de acuerdo con la CNMV. La aseguradora fue hasta la primavera de 2021 propiedad al 100% de la entidad, fecha en la que decidió repartir el 83% entre sus propios accionistas y centrar su actividad en el negocio bancario.
Una caída del 35% del valor de Línea Directa en año y medio
Línea Directa arrastra más de un año y medio de caídas sucesivas en el mercado. Desde su estreno, acumula un descenso algo superior al 35% y en la actualidad tiene una capitalización de 900 millones. Algunas casas de análisis no descartan que este año la firma vaya a tener que anular la distribución de dividendos este año debido a su situación.
Una situación, que como consecuencia de la inflación y del aumento de los siniestros por la vuelta a la normalidad, está afectando a todo el sector, principalmente a aquellas aseguradoras más dependientes de las pólizas de vehículos.
Tras el verano pasado, algunos fondos de inversión y otros grupos de seguros comenzaron a hacer números para intentar hacerse con Línea Directa a través de su toma de control a pesar del entorno tan complejo. Con el fin de blindarse por completo, la compañía consiguió atraer a otros inversores con los que poder enfrentarse a la posibilidad del lanzamiento de una oferta hostil o no negociada.
Los dueños de la farmacéutica Rovi, la familia López-Belmonte, fruto de estos movimientos, se hicieron a principios de febrero con el 4,3%, porcentaje que en días elevaron al 5%. Por las mismas fechas, la gestora norteamericana Candriam tomó el 3% y la especialista de fondos estadounidense Brandes, otro 3% semanas después. Eso sí, Candriam redujo al 2,7% su participación a mediados de marzo.
Otros accionistas relevantes de Línea Directa son el empresario asturiano Fernando Masaveu -presente también en Bankinter y Unicaja-, con un 5,3%; Lazard, con un 3,2%; e Invesco, con otro 3%.
Para intentar remontar y volver a rentabilidades positivas, la aseguradora –como otras, entre ellas Mapfre– está poniendo un plan para encarecer el precio de las primas. En su caso, esta subida de las tarifas será de manera individualizada. Del mismo modo, el proyecto pivota sobre una mayor diversificación de la fuente de ingresos, con un refuerzo del área de salud, donde opera a través de la marca Vivaz.
Hay que tener en cuenta que más de dos tercios de la facturación de Línea Directa procede de los seguros de automóviles, por lo que sus beneficios dependen de este nicho. Es una de las principales compañías de este ramo, al controlar el 7% del mercado, solo superada por Mapfre, Allianz, Axa y Mutua, en un sector que está muy atomizado.
En la presentación de los resultados trimestrales, la consejera delegada de Línea Directa, Patricia Ayuela, admitió que este 2023 se presenta como un «año complejo por el adverso entorno inflacionario, que continúa deteriorando los márgenes del conjunto del sector asegurador y afectando de forma coyuntural a los resultados».
No obstante, Ayuela destacó: «Estamos llevando a cabo un ambicioso plan de acción para acrecentar nuestras fortalezas operativas y ventajas competitivas, que irán generando poco a poco resultados visibles en términos de beneficios y rentabilidad».